chapter two II

221 12 0
                                    

Hace ya unas semanas que me vengo sintiendo bastante mal

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Hace ya unas semanas que me vengo sintiendo bastante mal. Sentía mi estómago revuelto, sentía que me faltaba el apetito, tenía náuseas y ya no sabía que hacer.

Hoy era domingo y estábamos en mi casa tirados en el sillón abrazados.
Estábamos viendo una película pero yo ni le estaba prestando atención, me sentía muy mal. Sabía que le tenía que contar a Enzo y que esto no era un simple dolor de estómago, ésto ya venía hace rato y no era buena idea ocultarlo.
Igualmente sabía que Enzo ya lo venía sospechando hace rato, porque yo estaba comiendo muy poco ya que a veces la comida me generaba asco y no podía ocultar mis náuseas al oler el olor fuerte de la comida.

—amor, basta, vos no estás bien— Enzo pauso la película y me miró— que te pasa? Estás bien?.

—amor, me siento muy mal, desde hace mucho tiempo, pero no se que es— lo miré.

—vamos al médico, amor, hace cuánto estás así?— el se levantó.

—no se, hace unas semanas, lo dejé pasar creyendo que era algo pasajero pero ya van tres semanas que me siento así.

—porque no me decís antes amor? Y si es algo grave? Vamos al médico— el exagerado me alzó en sus brazos y fuimos a nuestra habitación a cambiarnos.

Cuando ya estábamos listos nos subimos al auto y fuimos directo al hospital. Cuándo llegamos, sacamos turno y nos sentamos en la sala de espera.

—ayer hablé con juli, me dijo que te extraña mucho y que lo llames, que no seas forra— me comentó Enzo y yo me reí.

—juro que me olvidó, encima ahora que ya estoy libre con el tema de las grabaciones, siempre digo lo voy a llamar y me olvidó— nos reímos.

—Lucero Marchesi Fernández— me llamaron y yo miré a Enzo.

—porque me pusieron tu apellido?— el sonrió haciéndose el boludo.

—queria escuchar como te quedaba— me reí y nos levantamos para ir con la doctora.

Cuando entramos, saludamos a la doctora y ella me indico que me acueste en una camilla.

—bueno, que es lo que está pasando?— ví a Enzo sentarse en un sillón al lado de la camilla.

—me vengo sintiendo mal hace ya varias semanas, al principio creí que era pasajero pero ya pasó mucho tiempo.

—y que síntomas tuviste?.

—dolor de panza, náuseas, vomite algunas veces, pierdo el apetito y demás.

—esos síntomas son de algo que me viene a la cabeza instantáneamente, ahora voy a hacer algo y si mis sospechas son ciertas después les digo— ella apoyó un aparato en mi panza y se fijo algo en una compu.

—que pasa?— pregunto Enzo preocupado.

—efectivamente, felicidades, van a ser padres— dijo contenta y yo me paralice.

—que?—hable tartamuda y la doctora asintió con una sonrisa en ese momento miré a Enzo quién lloraba con una sonrisa en la cara, en ese momento supe que todo estaría bien.

—amor— dijo entre lágrimas y se acercó a abrazarme—gracias, gracias, enserio, te amo.

—te amo más, gracias por todo— el se alejó.

—estas de 4 semanas, ahora te voy a anotar un turno con una ginecóloga para que tengas su primer ecografía, el sábado que viene pueden?— miré a Enzo y el asintió así que yo también.

—dale, si, podemos.

Luego de unas instrucciones que me dió sobre la alimentación y todo eso. Nos despedimos de la doctora y nos fuimos al auto, aún seguíamos en shock.

—no lo puedo creer, mil gracias, te amo, me hacés el hombre más feliz del mundo— Enzo tomo mi cara en sus manos y me besó.

—y vos a mí la mujer más feliz de todas, te amo— le sonreí y ví como bajó su cara hasta mi panza.

—hola bebé de papi, hoy me enteré que te estás creando en éste cuerpo tan hermoso y no puedo ser más feliz, nunca dudes que papi te va a dejar de querer, te estás convirtiendo en lo más importante de toda mi vida y aún no naces— me besó el vientre y yo lloré.

—te amo tanto— el me besó ya arrancó el auto.

—vamos a casa mis amores— dijo con una sonrisa.

Cuando llegamos a casa Enzo fue a preparar el mate mientras yo me sentaba en el sillón tocando mi panza.

—ay dios, todavía no caigo, me haces el más feliz de todos mi reina— Enzo se sentó a mi lado y cebó mate.

—yo tampoco, fue como muy inesperado, yo creí que era un simple dolor de estómago— me reí.

—se lo querés contar a alguien o esperar?.

—esperemos a la primer eco y ahí subimos una foto re tierna como las que suben, querés?— pregunte emocionada.

—dale, como vos quieras— el me besó y seguimos charlando del tema hasta que nos terminamos el mate.

Todavía no lo podía creer, ser papás era un paso muy grande, pero sabía que Enzo y yo estábamos preparados para cualquier desafío. Cuando lo ví llorar sonriendo supe que algo en la vida bien había hecho como para merecerlo. Enzo es ese tipo de chicos que no podés creer que es real, es caballero, es un amor, es un excelente compañero, es... Todo lo que está bien en éste mundo.

Capaz creerán que es algo apresurado, pero ambos somos bastante grandes y aunque el miedo siempre esté presente, desde el momento que se que un alma está creciendo dentro de mí me siento feliz, completa, definida.

Un bebé estaba creciendo dentro de mi, que locura no?, hace un año conocía a Enzo y ahora un año después puedo decir que vamos a ser papás y que somos felices los dos juntos acá en Londres.

Por vos cambio | Enzo Fernández Where stories live. Discover now