- Charla -

20.9K 1.9K 736
                                    

Lucifer estaba preparándose mentalmente para la charla que tendría con Charlie. ¡Ja! Una risa se escapó de sus labios. Una charla con Charlie, eso suena raro. No, ¡concentración! Esto era un tema serio y no tenía ni la más mínima intención de bromear... Bueno, solo un poquito, si el momento lo amerita.

Lucifer se arregló bien su sombrero y caminó hacia la planta baja para encontrarse a su hija moviendo una gran cantidad de papeles, planeando para que todos se lleven bien.

- Charlie querida - Lucifer se acercó a su manzanita de la discordia con una gran sonrisa nerviosa, y Charlie le sonrió de regreso, un poco nerviosa de que su padre la viera tan ocupada con las cosas del hotel y pensara que esto era una pérdida de tiempo.

- ¿Sí, papá? - Charlie le dio una sonrisa invitándolos a sentarse a su lado, y Lucifer lo hizo.

- Bueno, tengo un tema importante que hablar contigo, y es sobre uno de los demonios que vive en este hotel - Lucifer se puso nervioso cuando la cara de su hija se llenó de terror.

- ¡Por favor, papá, no vayas a matar a Angel Dust, sé que a veces hace ofrecimientos un poco subidos de tono, pero de verdad no quiso decir eso! - Charlie se lanzó al suelo de rodillas con las manos juntas, un puchero y los ojos llorosos. Lucifer sudó una gotita.

- Hija, no es nada malo - Charlie suspiró como si su alma hubiera regresado a su cuerpo y se volvió a sentar en su lugar, riéndose nerviosa.

- ¿Entonces qué es? - Preguntó desde la oscuridad Vaggie, la novia de Charlie.

- Bueno, yo en realidad me estoy encontrando interesado románticamente en uno de tus colegas - a Charlie se le abrió la boca de par en par.

- ¿¡Qué!? ¿¡En quién, papá!? - Charlie estaba sorprendida. Habían pasado ya años desde que su padre y su madre se habían separado, sin indicios de regresar a una relación. Que a su padre le gustara otro demonio le parecía fabuloso. Tal vez eso consiga sacar a su padre de su eterno despacho, tal vez consiga que su padre sea feliz y vuelva a ser el mismo de antes con ella. Sus ojos casi se llenan de lágrimas y tenía una gran sonrisa.

- Alastor - La cara de las dos chicas decayó.

- Oh, me cago en Dios - Vaggie y Charlie dijeron al mismo tiempo.

- ¿Hay algún problema? Si tengo que matar a otro pretendiente, no tengo ningún problema - Lucifer sonrió a su hija, que negó con la cabeza.

- No, no es ese el problema, papá - Charlie miró a otro lado -. Estoy muy feliz por ti, pero... - Charlie movía sus manos de un lado a otro.

- ¿Entonces cuál es? - Preguntó mientras miraba a los dos asegurándose de que no hubiera ningún metiche en el camino.

- El problema, señor - vaggie se acercó para sentarse con ellos -, es que Alastor es un poco diferente. No es muy fanático de las relaciones sexuales ni amorosas, tampoco que invadan su espacio personal sin su permiso o que le falten el respeto. No sabemos cómo él puede reaccionar a un cortejo, y eso preocupa a Charlie - Vaggie tomó la mano de su novia con una sonrisa -. Porque Alastor es su amigo y no quiere que la odie por esto.

- Oh, hija, no te preocupes, eso no sucederá porque me comportaré y seguiré todas las reglas del cortejo - Lucifer miró a otro lado sudando. Sabía que era mentira, nunca fue bueno siguiendo las reglas del cortejo, pero mínimo debía intentarlo.

- Entonces... sí, papá, si esto te hace feliz, entonces adelante, corteja a Alastor. Por mi parte, está bien, pero te advierto, nada de amenazas. Él debe decidir por su propia gana. Si me entero de que le haces algo malo, no te volveré a mirar en mi eterna vida - Lucifer asintió emocionado ante la aceptación de su hija.

- ¿Entonces... cuál es el primer paso? - Vaggie miró a Charlie y a su padre.

- Bueno, primero dejar en claro que están cortejando a una persona. La parte más común es hacer ofrecimientos y regalos románticos adecuados, como el ramo de rosas que te regalé después de que nos conocimos y estabas curándote de tu ojo - Charlie miró con una sonrisa a Vaggie y la chica se sonrojó.

- ¿Qué puedo regalarle? ¿Una radio? - Lucifer se puso la mano en la barbilla pensativo.

- ¿Qué tal un dildo? - Angel apareció con una sonrisa.

- ¡Angel! - regañó Charlie.

- Bueno, a Alastor le agradan mucho las corbatas y esas cosas que se ponen en las muñecas, juego de gemelos o algo así - Husk sonreía mientras se tomaba una botella de vino.

- ¿Cuándo llegaron? - Lucifer sonrió. Los amigos de Charlie eran interesantes. Podía hacerlos poderosos.

- Hace un minuto, chico malo - Niffty sonreía como loca mientras perseguía con un cuchillo a un insecto.

- Bueno, eso es interesante - Lucifer le cambió el cuchillo por uno más grande a la chica.

- ¡Papá! - Charlie comenzó a perseguir a Niffty.

- ¿Qué tal un disco de vinilo? - Angel Dust se sentó en el sofá.

- ¿Un disco de vinilo? - Preguntaron todos al mismo tiempo.

- Ya sabes, con esas canciones que le gustan a Alastor, Betty Boop o algo del estilo. Creo que eso era de la época de cuando él murió, y cuando hace sus programas de radio, bueno, si las reproduce o las canta él mismo - Angel se arreglaba sus pelusas del pecho.

- ¿Escuchabas su programa, Angel? - Charlie le preguntó a Angel mientras tomaba a Niffty en brazos.

- Bueno, cuando llegué aquí fue una de las primeras cosas que conocí y me advirtieron: "No te metas con el demonio de la radio, o te hará cantar en su programa al final de la noche", - Ángel sonrió nervioso - pero si nadie lo hacía enfadar, eran programas muy divertidos. Aunque cuando Valentino se unió con vosotros, no pude escucharlo más.

- ¿Por qué? - Vaggie preguntó, y Lucifer asintió de acuerdo mientras Husk rodaba los ojos; él recordaba eso.

- Todo el Infierno lo sabe, reinitas. Vox, Val, y Velvet le pidieron ser parte de su "amor", ya que los tres son alfas y les falta un Omega, pero Alastor se negó. Por eso se fue durante 7 años, para evitar el acoso, pero decidió volver y aquí estamos - Lucifer sonrió, sabía que tenía que vigilar tres alfas.

El principe se enamoró. ¡DAM!¡BITCH! [OMEGAVERSE][TERMINADA][Corregido]Where stories live. Discover now