- Citas -

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Lucifer estaba en su habitación, el hotel estaba desolado; Alastor estaba en una reunión con Rosie; Angel y Husk estaban en una cita en el Anillo de la lujuria. Niffty fue con Alastor porque Rosie necesitaba que alguien limpiara los lugares pequeños. Charlie y Vaggie fueron a una cita en el Mar de sangre y también pasarían a ver la zona de batalla a ver si encontraban dónde estaba Cherri Bomb y Sir Pentious.

Estaba arreglándose frente al espejo con una gran sonrisa. Reservó la mejor mesa en el restaurante más caro de esta ciudad. Por supuesto, tenía que ser el mejor primer San Valentín para ellos, tenía que ser icónico. Hasta hizo dos patitos de ellos, solo para la ocasión.

— Te ves muy feliz — Lucifer se dio la vuelta con la mano en el corazón del susto. ¿¡Por qué había otra jodida ilusión de Dios en su cuarto!?

— ¡Qué carajo haces aquí! — Lucifer se movió al otro lado de la habitación tratando de alejarse lo más posible de su progenitor.

— Nada, nada, solo vine a traerte algunas cosas. ¿Ya sabes? ¿Quién dice que San Valentín solo es para las parejas? — Dios rio mientras miraba la habitación de su hijo, se estaba arreglando mucho. — ¿Hay alguien especial? ¿Puedo conocerla? O conocerlo, ya sabes, ya cambiamos esa regla en el cielo, los gays y todo eso sí pueden subir — Dios sonrió nervioso mientras se sacaba una bandera gay del saco y la movía.

— No, no, no, no vas a arruinar esta noche, solo vete, solo — Lucifer tomó un pulverizador de agua y apuntó a su padre mientras lo rociaba, sabía que no lo mojaba en realidad, pero el mensaje llegaba. — Shu, Shu — Lucifer se dio la vuelta mientras ordenaba el ramo de flores carnívoras.

— ¿Tienes una cita? — Dios se acercó lentamente tratando de ver algún indicio de la pareja de su hijo. Lilith no era, él se encargó de eso.

— ¡Vete! — Lucifer gruñó.

— Okey, sí, yo solo, te dejo tus regalos por un portal — Dios desapareció y Lucifer suspiró.

— ¿Qué regal—? — Lucifer se calló cuando un portal se abrió sobre su cabeza y le cayeron unos 100 regalos. — ¡Auuuuuu! — Lentamente se arrastró fuera de la montaña de regalos que lo aplastaba.

— No importa — Lucifer se levantó, tomó sus flores y salió corriendo. Tenía una limusina roja con blanco. Se detuvo frente al negocio de Rosie y se miró en el espejo un momento antes de salir de la forma más elegante posible. Sonrió nervioso cuando escuchó a algunos omegas caníbales mencionar algunas cosas sobre comérselo todo.

— ¡Alastor! — Lucifer entró con una sonrisa brillante.

— Uuu al, un galán te viene a buscar, no te preocupes, yo cuido a Niffty — Rosie sonrió mientras dejaba solo al demonio de la radio.

— ¿Qué es esto? — Alastor tomó las flores que Lucifer le entregó, sintió el aroma del alfa, bien, el tarado de su alfa consiguió más de esa deliciosa colonia. Qué bueno que llevaba su abrigo largo, porque no podrían ver cómo su cola se metió hacia abajo temblando.

— Una perfecta cita sorpresa de San Valentín — Lucifer se dio la vuelta para comenzar a caminar, pero se sorprendió y sintió su corazón latir fuertemente cuando Alastor tomó su brazo sin que se lo pidiera. El demonio de la radio estaba sonrojado. ¡Eso, Lucifer!

— Adelante — Lucifer abrió la puerta para Alastor, y no mentiría, sintió una intensa satisfacción al ver a Alastor entrar sonrojado en la limusina.

— Esto es... encantador — Alastor comenzó a jugar con las plantas carnívoras. Fueron todo el camino de la mano. Cuando llegaron, entraron y se sentaron en una mesa de mantel rojo, con candelabros, vino del mejor, y todo el cielo y alrededor habían sido decorados con estrellas, como él mismo lo había pedido.

Los meseros se acercaron con un par de platos de jambalaya.

— ¡Oh! ¿Cómo supiste que esto era mi favorito? — Alastor no podía creer el nivel de caballerosidad que estaba teniendo Lucifer esta noche.

— Bueno, le pregunté algunas cosas a Charlie... y a Zestial... y a Husk... a todos — Alastor soltó una risa maniaca, y en lugar de parecerle aterrador a Lucifer, le pareció encantadora.

Mientras tanto, en el Círculo de la lujuria, Husk y Angel comían postres mientras reían del show de magia sexual.

— ¡No puedo creer que hayan hecho eso! — Husk rio.

— Me gusta más cuando tú barajas las cartas — Angel y Husk se miraron llenos de amor.

En otro lugar del infierno, en el Mar de sangre, Vaggie le estaba mostrando sus alas a Charlie. Había tenido una reunión con Carmilla y había aprendido algunas cosas, además de recuperar sus alas.

— Vaggie, son hermosas — Charlie sonrió mientras las acariciaba. — ¿Por esto no querías que te abrazara en la noche? ¿Para que no las viera? — Charlie chilló feliz.

— Bueno sí... pero también porque aún no las controlo bien y cuando me pongo... caliente... aparecen solas — Vaggie se sonrojó mientras reía al recibir besos en el cuello por Charlie, mientras sus alas se movían.

Mientras esto pasaba, en la zona de guerra, cierto demonio serpiente estaba salvando sus huevos de algunas balas.

— ¡Hey, Pentious! ¿Qué haces aquí? — Cherri se burló al ver al demonio serpiente moverse entre las balas y escapando. No esperaba verlo aquí.

— ¡Tengo que volver al hotel a dar información y eso no te incumbe! — Sir Pentious le sacó su lengua de serpiente mientras acunaba a sus huevitos.

Cherri olió el aire, un omega estaba en celo, entonces puso su ojo sobre el demonio serpiente, sonrojado, aroma, húmedo, ojos dilatados, bebés en brazos. Cherri sonrió y se acercó a él tomando de la mano, ayudándolo a llevar el último huevo que faltaba.

— ¡Oye, adónde me llevas! — Sir Pentious estaba nervioso mientras miraba a los lados, se sentía desprotegido.

— ¡Hola chicos! Estos huevos van a la guardería — Cherri dejó a los huevos en una zona especial mientras entraban con otras parejas al hotel.

— ¿Qué es esto? — Sir Pentious miró a los lados, de repente, la demonio alfa de un ojo lo tomó de la ropa y lo acercó a su cara.

— Voy a usar tus pequeños penes de serpiente para que chillés toda la noche, ahora solo cállate y entra — Cherri empujó a la serpiente dejándola en una cama de motel.

— ¡P-pensé que me odiabas! — Sir Pentious bajó sus orejas de serpiente nervioso y sonrojado mientras retrocedía.

— Sí, hasta que descubrí que eres mi destinado, deja de chillar — Fuera de la habitación, dos demonios sonrieron al escuchar grititos.

— Ay, ¿¡ME MARCASTE Y- AH AH — Los demonios rieron. El amor.

— ¿Y si le gustaron los 100 regalos de... los eones que hay que darle? — Emily sonrió.

Dios miró a los lados y bebió té.

— Yo creo que sí, encantadora — Dios miró hacia otro lado, disociando una muralla.

El principe se enamoró. ¡DAM!¡BITCH! [OMEGAVERSE][TERMINADA][Corregido]Where stories live. Discover now