- Enfermedad -

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Alastor se sentía realmente mal, muy mal, como si tuviera la fiebre de los mil infiernos. Se hizo una pequeña bolita en su cama. Habían pasado días en los que tenía síntomas extraños, pero nada como lo de hoy.

¿Cervatillo? - Lucifer entró a la habitación sin tocar, como siempre, pero solo vio una bolita de mantas.

MMM - Alastor gimió adolorido.

Oh... está bien, vamos vamos - Lucifer hizo aparecer una botella con agua y algunas medicinas, hizo que Alastor bebiera.

NOOoo - Alastor tenía que ser sincero, odiaba a muerte la medicina.

Muy tarde - Lucifer rápidamente se metió el medicamento en la boca y se lo pasó en un beso veloz a Alastor.

Agg - Alastor se escondió enfadado entre las sábanas.

Te veo más rato, cervatillo - Lucifer salió con una sonrisa del cuarto. Vio a sus cachorros jugando abajo, todos se veían bien después de una loca noche de amor. Angel estaba acurrucado con Husk, mientras Niffty limpiaba. Charlie jugaba con las alas de Vaggie.

Caminó tranquilamente hacia su habitación, se sentó en su escritorio. Tenía que pensar en la estrategia para la batalla. El reloj del exterminio estaba a punto de acabarse, y aún no tenía un plan concreto.

Además de darle por el culo - gruñó Lucifer.

Hijo, querrás decir patearle el culo - Dios dijo detrás de él, pero Lucifer estaba muy absorto en sus papeles.

¿Y yo qué dije? ¡Ay! - Lucifer chilló después de darse cuenta.

¡No me lances nada! - Dios gritó rápidamente. - No estoy aquí para... oh, aún no has tocado ninguno - Dios vio tristemente los regalos en una esquina.

Sí, casi me matas con eso - Lucifer gruñó, poniéndose las manos en la sien, masajeándolo tranquilamente. Estaba muy estresado como para estar aguantando estas visitas divinas de su padre manipulador, que seguramente quería algo.

Oh... lo siento, no era mi intención - Dios miró a su hijo que escribía rápidamente en papeles, tenía trabajo que hacer.

Bueno, como todo lo demás - gruñó Lucifer mientras fruncía el ceño.

Yo no tenía idea del exorcismo, Adán y sera ellos lo hicieron todo sin mi autorización - Dios miró a su hijo que gruñó.

Seguro, y yo soy tan inocente como para creerlo - Lucifer hizo un dibujo sobre su plan, y gruñó, arrugó la hoja y la sacó.

Hijo mío - Dios trató de acercar su mano, esta vez sí estaba aquí de manera presencial y tenía unas ganas atroces de abrazar a su hijo y llevarlo a un lugar seguro.

No soy tu hijo - Lucifer gruñó - no soy tu hijo, porque me usaste como un juguete de excisión para el resto de ángeles, me atrapaste en mi cuarto como una jaula perpetua, me alejaste de la mor, y cuando quería el libre albedrío, en lugar de decirme hey hijo, podemos hacer esto, o esto podría ser así, pero en lugar de eso, te reíste de mí, rompiste mis alas, me dejaste dar la caída más grande de toda la existencia y estuve nada más ni nada menos que 1000 años nadando en lava - Lucifer gruñó otra vez, aunque para Dios fue como si un gatito erizado se enfadara con él.

Sí... am... ¿Lo siento? - Dios se sentía muy mal, no quería hacer nada malo, no quería cagarla otra vez, así que estaba caminando sobre cristales, ¿por qué inventó esas cosas? ah, sí, a Miguel le gustaba verse el reflejo.

¡L-lo siento! - Lucifer tenía un tic en el ojo, sus alas de demonio y sus cuernos aparecieron.

¡Samael! - Dios lo miró horrorizado - no, no, no, arreglemos eso, déjame ver - Lucifer retrocedió.

¡Soy Lucifer y esto es lo que yo soy! ¿No tienes suficiente con mandar a todos los ángeles y a Adán con su tarada de Lute a burlarse de mí cada año el día de mi cumpleaños? - Lucifer comenzó a organizar su dormitorio para poder calmarse, le gustaban sus alas y cuernos.

Oh, sí, lo siento... me ocuparé de Adán y eso... - Dios no quería mostrarse enfadado ahora mismo, al saber que en lugar de regalos Adán traía burlas y groserías.

Dios miró nervioso a los lados y caminó hacia la puerta.

¿Por qué no me presentas a tus amigos de aquí? - Dios estaba tratando de alivianar todo, pero Lucifer se paró frente a la puerta.

No te atrevas a bajar - El alfa demonio le gruñó al alfa divino.

Oh... bueno - Dios tenía una gran sonrisa - me iré tranquilamente si abres tres de mis regalos - Dios dio algunos saltitos, y Lucifer solo se quería caer en el río de lava otra vez, miró la montaña de regalos y se acercó con cara de adolescente enfadado.

Tomó uno pequeño pero Dios se acercó rápidamente y se arrodilló para quedar a la altura de Lucifer, el Dios le llevaba mucha altura, demasiada, por eso Lucifer inventó a Slenderman, para burlarse de Dios... y de los niños que se meten en los bosques cuando él estaba haciendo tratos satánicos.

Mejor toma esto - Dios le cambió los regalos que tenía en las manos.

Bien... - Lucifer abrió el primero, una decoración para su aureola, no lo usaría pero bue, el segundo era una estrella, y el tercero era una daga de acero celestial - ¡oh! - Lucifer sí se sorprendió por eso, no tenía desde hacía un tiempo, porque cuando llegó aquí tiró todo lo que pudo a los ríos de lava.

Bueno, es extraño que te guste la daga, la envié para que te. ¿Qué haces!? - Dios chilló cuando Lucifer pasó el filo del arma por la palma de su mano, dejando salir la sangre.

¡SÍ! - Lucifer se felicitó a sí mismo mientras Dios tomaba la mano de su hijo alterado y comenzaba a sanarla.

¡¿Por qué haces eso, niño suicida!? - Dios estaba horrorizado, ¿por qué le regaló eso?

¡Con esto puedo armar al infierno contra el hijo de puta de Adán! - Lucifer se fue corriendo mientras cerraba la puerta.

Dios suspiró. No le diría esto a Emily, pero Adán estaba por llegar, tenía que haberlo matado desde hace mucho.

El principe se enamoró. ¡DAM!¡BITCH! [OMEGAVERSE][TERMINADA][Corregido]Where stories live. Discover now