Capitulo 2

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Suspendido en el aire, el logotipo dinámico llevó a Shen Siwei a una habitación de un blanco puro.

La habitación carecía de decoraciones excesivas y era extremadamente minimalista.

Tan pronto como Shen Siwei entró, las sólidas paredes blancas se transformaron en ventanas del piso al techo, revelando un mar interminable de nubes en la distancia.

Había una distancia vertical de tres kilómetros entre cada nivel del Árbol de la Vida. El nivel inferior estaba a una altitud de 0 metros, el segundo nivel a 3.000 metros, y así sucesivamente.

A juzgar por el amplio paisaje fuera de la ventana, Shen Siwei debería estar en el tercer nivel del Árbol de la Vida, el más cercano al centro de energía central.

Despertó la microcomputadora implantada en su palma y proyectó las coordenadas en el aire. De hecho, se encontraba a una altitud de 6.000 metros.

La mayoría de la gente corriente no podía sobrevivir en entornos de tanta altitud, por lo que los edificios del tercer nivel estaban equipados con un sistema de regulación central para mantener la concentración de oxígeno a un nivel normal.

Shen Siwei intentó quitarse la máscara de oxígeno que le cubría la boca y la nariz, pero no sintió ninguna dificultad para respirar.

Sin embargo, después de dar algunos pasos, sintió como si acabara de correr diez kilómetros con una carga pesada, luchando por recuperar el aliento.

—¿Por qué soy tan débil?—Shen Siwei no pudo evitar sentirse molesto.

Parecía que la descripción del doctor Chen no era exagerada. Si bien estaba bien cuando no estaba activo, una vez que comenzaba a moverse, tenía que usar la máscara, de lo contrario su poder de combate caería a cero instantáneamente.

Se volvió a poner la máscara y su respiración se volvió más tranquila.

En una mesa cercana había una tetera de agua y un vaso. Shen Siwei levantó distraídamente el fondo del vaso, aplicando una ligera presión con las yemas de los dedos, e inmediatamente aparecieron grietas en la superficie. Al momento siguiente, el cristal se hizo añicos en pedazos irregulares.

Algunos fragmentos cayeron al suelo, mientras que otros permanecieron en su palma.

Apretó el puño con fuerza, triturando los afilados fragmentos de vidrio hasta convertirlos en polvo de vidrio, pero su piel permaneció ilesa.

—¿Estás probando la fuerza de tu piel?—La puerta del ascensor se abrió y Moran caminó directamente hacia él.

El sonido opresivo de sus botas militares negras hizo que Shen Siwei inconscientemente retrocediera medio paso, recordando el incómodo abrazo de antes.

Su acción evasiva no podría haber sido más obvia, y un leve disgusto brilló en los ojos de Moran. Dijo en tono oficial: —Tu cuerpo es precioso, no te involucres en actividades sin sentido.

Shen Siwei no discutió, se limpió el polvo de vidrio de la palma. —Entendido.

Quizás sintiendo la conformidad de Shen Siwei, la voz de Moran se suavizó. —He dispuesto que dos soldados te acompañen al nivel inferior. Recuerda, debes regresar ileso.

—¿Regresar ileso?— La palabra le provocó escalofríos.

—A salvo—, se corrigió inmediatamente Moran. —Ve y lleva a cabo la misión. Te estaré vigilando de cerca.

Ese sentimiento incómodo resurgió y Shen Siwei frunció ligeramente el ceño. Él respondió: —Está bien.

El centro del Árbol de la Vida tenía un paso de tren vertical, similar a los ascensores de los edificios altos, que transportaba personas entre cada nivel.

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