Capitulo 2

25 4 0
                                    




Capítulo Dos


No podía mantener mi mente en orden, incluso estaba más que distraída en horas de trabajo y Claire no había tardado en darse cuenta de que algo pasaba. Gracias al indiscreto de Tony y sus constantes preguntas asegurándose de que no iba a suicidarme en el acto.

Claire me se detuvo un instante junto a mí mientras yo aguardaba por la siguiente orden para la mesa en la que se encontraba una pareja.

—Delilah, dile a Pearl tu amiga que cada vez que venga a comer no tiene que regar el azúcar por toda la mesa —dice tratando de no sonar molesta, —ese es el primer punto importante, el segundo punto importante es saber que te pasa.

Voltee a verla de reojo, —no me pasa nada, descuida.

Claire estaba punto de decir algo cuando la llaman con urgencia de la cocina.

—Espera, en un momento vuelvo contigo, Delilah—dice corriendo apresurada a la cocina.

Tomo la bandeja con los platos con comida y me marcho a dejarlos a la mesa. Mientras lo hago sonrió y les explico sobre algunas bebidas extras y aperitivos, la pareja decide solo comer lo que pidieron y los deje marchándome con la bandeja vacía. La dejé en su lugar y revisé mis notas para asegurarme de que no olvide ninguna. En ese momento escucho la campana de la puerta y miró rápidamente al cliente y hacía que mesa se dirige, para mi sorpresa, era el. De nuevo. Revise la hora al mismo tiempo y enseguida me dirigí a su mesa. Mis pasos eran firmes y decididos.

Él sonrió al verme llegar a su mesa. Sus ojos azules estaban sobre mí de nuevo.

—Buenas tardes, ¿que le puedo ofrecer el día de hoy? —pregunto nerviosa.

—Delilah... Se que fuiste ayer a la florería —suelta con un tono de voz más serio de lo normal, su sonrisa se desvaneció, ahora parecía que entendió que todo su plan se había venido abajo, —quiero explicártelo...

—Si—dije molesta sacando la tarjeta del bolsillo de mi delantal, la dejé de golpe sobre su mesa y sonreí furiosa, —porque parece que alguien se olvido de algo muy importante el día de ayer, además de todo el dinero que dejo —dije enojada dejando el resto del dinero encima de la tarjeta.

—Delilah, déjame explicártelo porque ahora no lo entiendes y se que es muy confuso para ti-

—Escucha —empecé a hablar, —... no me importa lo que sepas de mi, en realidad no me interesa para nada. Lo único que quiero que sepas es que me gusta que me dejen en paz. No quiero saber nada de nadie, no quiero a nadie cerca de mi, este trabajo es muy importante para mi solo hasta el tiempo que decida quedarme. Tu no eres más que un maldito extraño, que actúa demasiado raro. Así que déjame en paz... Peter...

Él se pone de pie y antes de hacer algo retrocedo un paso hacia atrás. Él debía de medir más de 1.80 porque era muy alto, a mi percepción. Quizás es por eso que comencé a sentirme mal.

—Ni siquiera haz dejado que te explique. No quiero causarte problemas, enserio, pero quiero que escuches el porqué de mis acciones...

—¿Y que esperabas que sucediera? ¿Eh?—me crucé de brazos, —¿un acoston? ¿O que? Estas muy mal, la verdad—murmure mirando a mi alrededor.

—No espero nada, lo único que quiero es que me comprendas—talla su rostro y después mira al exterior, —¿podemos hablar afuera? —pregunta realmente desesperado.

—No confió en ti. Desde que supe que habías robado mi dirección, así que no puedo, a menos que quieras que le hable a la maldita policía—dije.

—No, no... —suspira con una expresión de desaliento, —Delilah, tienes que escucharme, ¿podrías? Prometo detenerme, te lo prometo, ademas te prometo también no hacerte daño. Es lo que menos quiero, pero necesito que me escuches estoy demasiado avergonzado y solo quiero que-

|Darling, oh, darling|Libro#1| "Por siempre tuyo, tu novio"|Where stories live. Discover now