Capitulo 7

9 1 0
                                    



Capítulo Siete


Me duele el pecho, toda la noche había sido así. No pude llorar después, así que termine fumando,  sentada arriba de mi maleta mirando a la calle y los autos que pasaban. Frustrada y enojada conmigo misma, no podía aceptar la idea de que Peter me había dejado, así que me quede en donde estaba triste y con frío. Como un maldito perro olvidado en la calle, como siempre había sido.

No recuerdo cuando fue la última vez que me sentí así de miserable, solo recuerdo haberme ido dentro de un sueño imaginando cosas que no pasaron todavía, hasta que una de ellas se hizo realidad. Aceitar el hecho de que Peter me había hecho muy feliz en poco tiempo me hizo reflexionar en mis acciones, pensando que quizás fue mi culpa que él repentinamente dejara de quererme, quizás fui yo quien hizo que él se sintiera miserable con el mismo de nuevo, ¿entonces? ¿Jamás cambie su vida? ¿Entonces no fui nada que lo hiciera sentir vivo?

Maldición, ni siquiera para eso sirvo...

     Así que tire la colilla al suelo y la pise con pocas fuerzas, siendo consciente de mi alrededor, escuchando el sonido de los autos pasar y el desolado principio de otro final. Conmigo aceptando sus palabras, sintiéndome usada y triste al mismo tiempo, como un muñeco de trapo viejo y sucio. Respiré todo lo que pude comenzando a llorar con amargura, con mi pecho subiendo y bajando rápidamente por todas esas emociones volviéndose un torbellino dentro de mi pecho, lloré sin medida colocándome mi mochila en la espalda y tomando mi maleta. Camine lentamente por la calle mirando a mi alrededor, pensando al mismo tiempo que ahora, ya no había nada más que me atara a esta puta ciudad, nada y tampoco ninguna persona que resultara siendo un obstáculo más para mi libertad, que al final siempre me perteneció.

Pensando, y declarándome a mi misma que ahora nada iba a volver a dañarme o meterse en mi mente. Ya nada ni nadie sería capaz de acercarse a mi, nada ni nadie que no permitiera antes su entrada. Ya no iba a volver a relacionarme con nadie, nunca más.

         El día transcurrió con normalidad conmigo dentro de un restaurante de comida china comprando algo de comida para llevar. La pague después de recibirla oliendo el interior con interés, pues lo que más amaba de estos lugares era la salsa de soya y el arroz. Salí segundos después mirando dentro de la bolsa de plástico y revisando si es que había colocado cubiertos, después de asegurarme tomé mi maleta y continué caminando por la acera mirando a la gente. En ese momento me sujetan del brazo y levanto la mirada lentamente, Pearl sonríe emocionada al verme y me abraza fuertemente yo hago lo mismo sintiendo un inmenso alivio, le correspondo el abrazo después de haber dejado mi maleta en el suelo, ella se regodea de felicidad y me sostiene del brazo mirándome incrédula.

—¡Delilah, te extrañe muchísimo! Que sorpresa verte de nuevo, me alegro de verte ¡enserio!—exclama emocionada.

—A mi también me alegra verte, Pearl, no tienes idea de lo feliz que me hace verte, enserio —dije sonriendo con dificultad, —Pearl, perdóname por haberte dejado así como así el último día. Es solo que, han pasado muchas cosas y tú sabes-

—Mira, no tienes que explicarme nada, ¿porque mejor no vienes al departamento? Ya sabes que también es tu hogar, siempre lo ha sido y yo siempre he sido tu amiga... —me abraza de nuevo, me suelta y después me ayuda con mi maleta.

      Tomamos un taxi que nos llegó hasta el edificio atorres California. Ahí era donde yo vivía antes de todo. Y donde Pearl aún se quedaba, para mi suerte cuando llegamos al departamento aún mi habitación estaba desocupada, así que ahí dejamos mis cosas, Pearl amaba compartir la comida así que comimos de lo que había traído mientras ella me contaba como es que le iba en todo el tiempo que se había quedado sola y que ella misma decidió no traer a nadie porque no confiaba en nadie como confiaba en mi. Eso me hizo sentir de alguna forma bien, porque era la única persona que preocupó por mi en todo este tiempo. Pero yo no pude contarle todo, así que tuve que mentirle, sé que eso no estaba bien, pero me avergonzaba que se supiera esa parte de la historia en donde todo me pasó por ser una simple estúpida.

|Darling, oh, darling|Libro#1| "Por siempre tuyo, tu novio"|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora