|Darling, oh, darling|Libro#1| "Por siempre tuyo, tu novio"|

Capitulo 20

Capítulo Veinte

Un disparo me detuvo, pero había pegado contra el techo y su arma resbaló de su mano al momento de forcejear, la golpeé en la cara con mis puños y ella cayó al suelo.

—¡Eres una maldita yo confiaba en ti! —grite enojada. Pero me detuvo regresándome el golpe en la cara y antes de que Peter pateara el arma la tomo.

—¡Yo solo quería ayudarte! Pero fue inútil —exclama ella disparandome en el costado.

—¡No! —grita Peter en shock.

     Caigo hacia atrás, Claire se levanta y antes de que vuelva a disparar Peter la golpea y yo me levanto como puedo empezando a huir con mi mano sobre la herida en mi costado derecho, con la respiración agitada miró hacia atrás, Claire no parecía rendirse así que subo por las escaleras adolorida y casi aturdida por los golpes. Y al momento de que llegó a la parte de arriba me detengo de golpe al escuchar varios disparos.

Y el silencio se hizo dentro de la casa. Entre mis quejidos de dolor casi audibles, me di la vuelta mirando hacia abajo con mis ojos llorosos y mi corazón a punto de reventar.

—¡Oh, Delilah! —llama Claire corriendo en mi dirección con Peter detrás de ella.

     No pude moverme por el dolor así que me quede en el mismo lugar. Claire llegó y me sujeto de la ropa al mismo tiempo que Peter intentó detenerla, y ambas caímos por las escaleras. Me golpeé duro la cabeza al caer de lleno con Claire a un lado mío, de pronto todo comenzó a ponerse borroso frente a mis ojos. Los sonidos eran difíciles de distinguir y lo único que llegó a mi vista fue ver a Claire siendo brutalmente golpeada por Peter. Hasta que termine desvaneciéndome.

Creo que había perdido algo, y ahora lo he recuperado. La última pieza del rompecabezas ahora estaba conmigo, después de tanto tiempo. Ya podía volver a sentirme completamente normal.

Tuve una Epifania.

       Ahora ya se que fue de mi.

                 Al menos puedo hacerme a la idea de que podía recordar de nuevo.

         Desperté lentamente abriendo mis ojos con cuidado por la luz encima de mi. Ahora sentía tanta paz dentro de mi al poder respirar con calma con mi cabeza un tanto aturdida pero con la imagen más completa del panorama a mi alrededor. Estar de nuevo en el hospital me trajo de cuenta a la realidad, por eso es que sonreí y toque mi costado soltando un ligero gemido que salió de mis cuerdas vocales al hacer un poco de fuerza.

Lo busqué a mi alrededor pero no lo encontré, así que permanecí acostada, hasta que con cariño escuché su voz en la lejanía, tal vez discutía con algún enfermero por algo sobre mi, y termina abriendo la puerta con cuidado, cambio mi rostro a uno más serio cuando lo veo entrar y cerrar de nuevo la puerta cuidando el silencio dentro de la habitación, traía la misma ropa que ayer solo que tenía una venda en su brazo descubierto. Se acerca hasta donde estoy y se queda de pie junto a la cama.

      Ambos nos miramos sin decir nada. Era habitual que en estos casos sucediera de esta forma.

—¿No sientes que esto es un Deja vu? —pregunto para romper el hielo.

—Si, ya lo he vivido esto antes —responde con una ligera sonrisa en sus labios.

—... ¿Sabes? Nos recuerdo a nosotros en Cancún, un día antes de venir de vuelta. Estábamos observando la propuesta de matrimonio de esa pareja en el hotel y tú sujetaste mi mano, mientras escuchábamos esa canción que se llama... —sonrió pensativa, —... Peter, yo todavía te amo, De uno y de todos los modos... —dije con el anhelo de no haber perdido las últimas esperanzas de que esto no terminara.