|Darling, oh, darling|Libro#1| "Por siempre tuyo, tu novio"|

Capitulo 19

Capítulo Diecinueve

No pude ni siquiera continuar con esa conversación, incluso para mi era muy doloroso recordar ese día que desperté en el hospital. Y el hecho de tener la cabeza completamente vacía de recuerdos. Así que cordialmente le dije que su ayuda, no me serviría de nada, por lo menos la primera vez acepto mis palabras. Pero lo volvía todo muy sospechoso.

Claire llegó en su auto rojo, y tan pronto como marqué mi salida tomé mis cosas y salí de la cafetería subiendo a su auto. La salude y me coloqué el cinturón.

—Todavía me sorprende que no quieras aceptar el trabajo que te ofrecí por trabajar en esté grasiento lugar —dice ella con asco mientras conduce.

—No insultes de esa forma a mi fuente de ingresos —dije inconforme, —todos los trabajos son buenos y honestos. Además, mi cerebro no da para más en estos instantes —mencione acomodando mi cabello.

—Bien, bien, mejor cuéntame como te fue, ¿que sucedió hoy?

—Nada fuera de lo común. Solo que fue ajetreado y aburrido, es todo, ¿y tu? Cuéntame, ¿que hiciste hoy?

—Bueno, primero que nada, revise mi correo, trabajé, después volví a revisar mi correo, volví a hacer lo mismo y sucesivamente. Pero... Y esto tienes que celebrarlo, entre todos esos correos que revise había uno en especial que alegro todo mi día, ademas claro de que tú alegraras mi día dándome tus ánimos...

—¿Que clase de correo? —pregunto emocionada.

—Delilah, la compañía me acaba de ofrecer un curso intensivo de economía y desarrollos industriales en Los Ángeles. Y ¿adivina que?

—¡Claire! ¡Eso es genial! ¿Y respondiste que si? —exclamó girándome en su dirección.

—¡Les dije que si! Pero tú también vas conmigo, ¡es grandioso porque podremos visitar los estudios de Hollywood y el paseo de la fama! ¿No te parece genial? —dice sin poder contener la alegría mientras conduce.

     Sonreí asintiendo, —Claire, eso me parece excelente, pero—negué avergonzada, —no puedo. Yo ya soy suficiente carga para ti en el departamento, y aunque compartimos gastos no sería grato de mi parte aceptar sabiendo que tú hiciste mucho por mi. Y sabes que es cierto, después del hospital haz estado ayudándome demasiado, ya no puedo aceptarlo.

    Claire no dijo nada, hasta que llegamos al Supermercado, ella se metió al estacionamiento y aparco el auto, lo apago y volteó a verme de mala gana.

—Lo sabes, ya no intentes ayudarme —sonreí sujetando su mano, —tu eres libre de hacer lo que quieras, con o sin mi. Además, yo puedo quedarme a cuidar el departamento y seguir pagando la renta y todo lo demás, se que puedo, confía en mi. Esta es una oportunidad para ti, no para mí.

Claire me sujeto de la mano y nego lentamente con una sonrisa acusatoria.

—No, Delilah. No puedo —dice pensativa, —Delilah, se que este no es el momento ni el tiempo, pero siempre quise decirte algo que no pude desde un principio y tal vez puedas tomarlo a mal, solo por mi.  Por lo que te paso y por lo que ambas sabemos que sentiste todo este tiempo...

     Extrañada asentí, —puedes contarme lo que sea, sabes que voy a escucharte —dije comprendiendo la magnitud del asunto. Quizás pueda contarme algo para comprender más porque ella era así.

En el silencio de las dos dentro de su auto, ella tomó la calma respirando con tranquilidad, en su mirada había cierta desconfianza para decir lo que tanto guardaba con recelo.