Capitulo 12

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Capítulo Doce


El vuelo se había demorado, Peter decidió que volviéramos a casa, pues el primer avión saldría a las 9 de la noche y, aunque detestable, permanecimos a la espera aún con las cosas dentro del auto. Yo subí a la habitación y él permaneció un momento en su habitación encerrado. Así que aproveche los primeros segundos lejos de él, dentro del cuarto de baño observando en mi mano la memoria USB, después, la guarde dentro de mi pantalón y me mire en el espejo, pensando una y otra vez en alguna forma disponible para poder ver la clase de información que guardaba tan celosamente, e importante como para dejarla así, como una bomba a punto de estallar, y como mi curiosidad era tan grande y voluminosa, chasquee la lengua caminando de lado a lado. Hasta que termine saliendo del baño siguiendo mis pasos hasta su habitación, me detengo enfrente de su puerta y toco varias veces con mis nudillos, hasta que Peter me deja pasar, el atiende varios asuntos en su computadora, lo primero que veo cuando entro, así que cierro la puerta detrás de mi. Me acerco a él quien me sujeta de la mano y me siento en sus piernas.

Mala idea.

—¿Que haces, cariño? —pregunta acariciando mi pierna.

—Vengo a molestarte, y saber que haces.

—Voy a salir a recoger algo de último minuto, ¿quieres venir? Es un paquete de la empresa en donde trabajo. Aburrido, lo sé.

      Me levanto de su regazo y él termina de teclear en su computadora, lo observo un momento hasta que termino por caer en lo más bajo, lo tomo de la mano y lo atraigo conmigo tumbándolo encima de la cama. Él se deja manipular, mientras yo me siento encima de su abdomen y lo besó apasionadamente.

Si esto sirve para distraerlo, no tenía de otra.

Pero, como si fuera una broma, Peter me atrajo hacia él y me rodeó con sus brazos rodando sobre la cama y terminó debajo de él en un rápido movimiento. Abro de más los ojos impresionada ante tal movimiento. Y él termina por besarme con dulzura así que le correspondo.

—No puedo esperar para irnos pronto de este lugar... —dice encima de mis labios, —algo diferente para nosotros dos. Y lo mejor de todo, es que vas a poder visitar a tu familia...

      Enarqué una ceja extrañada por el comentario.

—Y no quiero discutir sobre eso. Tal vez, sea lo mejor para ti y para mi. Porque después de eso vas a tener que despedirte de ellos, para darme un poco más de tu tiempo. Ya sabes. Ya no vas a depender de ellos y de nadie más, solo dependeremos mutuamente entre nosotros dos.

       No dije nada, solo me limité a quedarme callada. Así que Peter miró el reloj de su muñeca y exhaló. Me besó por última vez y se retiró de encima de mi, mirándome aún recostada en su cama.

—Vuelvo pronto, mi vida.

—Aquí te estaré esperando —dije con cariño.

Peter salió de su habitación dejando la puerta abierta. Se alejo con sus pisadas, conmigo escuchando su presencia desde que bajaba por las escaleras hasta que salía por la puerta. Así que tan pronto me levante de la cama salí de su habitación y corrí por las escaleras para asomarme con sigilo por la ventana de lado de la puerta mirando hacia la cochera, Peter subió a su auto y tan pronto como lo hizo lo encendió y se marchó, aguardé ahí por tres minutos cuidando mi siguiente jugada, para evitar ser atrapada en el acto, así que subí rápidamente por las escaleras casi tropezándome con la alfombra, pero continué corriendo hasta su habitación, cerré la puerta con seguro y me senté en su silla y tan pronto como rebusqué la USB en mi ropa la observé en mi mano durante varios segundos y termine conectándola en la PC. Respiré hondo lo más que pude con la adrenalina en mi cabeza y mi estómago por miedo a ser atrapada. La carpeta se desplegó en la pantalla, únicamente estaban guardadas dos carpetas, una carpeta denominada FOTOS DT y otra carpeta con el nombre JAMBERMEANSFEAR. Entrecerré los ojos esperando no ver nada desagradable así que abri la primera carpeta de fotos. En ella había un sin fin de varias imágenes, demasiadas fotos mías trabajando en el restaurante, entrando a mi departamento, en la calle. Lo que no me sorprendió tanto hasta que vi más fotos de una chica morena sonriente, después las fotos de la misma chica... Muerta. Con su cuello y rostro casi irreconocibles. Su abdomen completamente mutilado y un hoyo en su pecho. Mi estómago se revolvió tanto que aún con las ganas de vomitar me contuve y seguí mirando, despues y casi al final había una imagen mía sonriendo, extraída de una foto en grupo que nos habían tomado parte del personal en el restaurante por la fiesta del cumpleaños del Jefe. Comparando mi rostro con el de la chica... Ella era Alexa.

|Darling, oh, darling|Libro#1| "Por siempre tuyo, tu novio"|Where stories live. Discover now