|Darling, oh, darling|Libro#1| "Por siempre tuyo, tu novio"|

Capitulo 15

Capítulo Quince

Ya me han dicho suficiente, por eso ya nada me sorprende. Incluso el día que me entere que los problemas entre mis padres se iban a agravar más y yo, ya no pude mantenerme cuerda dentro de esa casa, por eso huí.

Ahora, después de tres días en este hotel con Peter, las cosas pareciera que empezaron a mejorar. Nuestro itinerario era ligero, pasábamos la mayor parte del tiempo en la playa, en el hotel y solamente ayer fuimos a un tour pero ambos llegamos tan cansados que hoy nos levantamos tarde para comer, así que fuimos de compras, con la idea de él de tener un picnic en la arena.

El sol apenas estaba bajando, pero teníamos el largo tiempo por delante pues preparamos todo, una manta, sobre ella nosotros dos, comida, fruta, agua y el mar. Las personas a nuestro alrededor comenzaban a irse, así que nos hicimos del momento para nosotros dos. Acomode la falda de mi vestido color coral mientras miraba los pantalones cortos color blancos de Peter y su camisa azul oscuro de mangas cortas que había elegido. Lucia calmado, más de lo usual, y yo también. El aire era espléndido,  el escuchar las olas y los sonidos a nuestro alrededor fue acogedor.

Cubrí mis piernas lo suficiente con la falda de mi vestido notando que Peter me miraba y él se acerca para rodearme con su brazo y atraerme hacia el. Odiaba las marcas que tenía en la piel, cada segundo lo pasaba cuidando de las miradas ajenas y las preguntas odiosas sobre porque tenía esas horrendas cicatrices que solamente hacían que cada segundo que pasaba sintiera demasiada inseguridad como para ni siquiera salir. Pero pareciera que Peter lo tomo con bastante familiaridad.

—Eres muy hermosa, ¿ya te lo he dicho? —dice comiendo una fresa, —no tienes nada de que preocuparte.

—No es como si pudiera hacer algo al respecto, ¿verdad? —dije resignada ante los hechos.

—Amo cada parte de ti, y sería capaz de besarte todo el cuerpo, bueno, si fuera legal hacerlo en esta playa o en este momento —susurra guiñando un ojo, sonríe besando mi cabeza y después mis labios, —diviértete. De todas formas, a la gente que mierdas le importa, ellos pueden pensar lo que quieran. Nadie va a tocarte o a dirigirte la palabra, y si alguien intenta hacerlo, habrán serias consecuencias. Como perder la mano o su vida...

         Me dispuse a ignorar que él había dicho eso y tomé una uva y la mordí, suspire recargándome sobre Peter y miramos el atardecer.

—Peter, quería hacerte una pregunta... —digo rodeándolo con mi brazo y después acariciando su espalda, —¿podrías darme la oportunidad de ver a mi familia? —pregunto acomodándome sobre mis piernas y mirándolo con esperanza, aguarde por su respuesta.

El me miró y asintió, —claro, Delilah, ¿te gustaría ir sola? —pregunta.

—No, ven conmigo —respondí rápidamente, —si es cierto que somos esposos pues... Debería de decirle a mi madre, ¿no crees? Es lo justo. Después, volveremos juntos, tan solo necesito hacer esto y después volveré contigo.

—Es un trato...

—Es un trato, Superman —dije lanzándole una uva, después me levante y camine hasta la orilla del mar acomodando mi cabello en mi hombro izquierdo y estirando mi cuerpo, mis pies se sumergieron mientras caminaba y divisaba el atardecer color naranja frente a mis ojos, la falda de mi vestido corto se movía con el viento y apreté mis puños hasta que sentí a Peter cargarme en sus brazos y comenzar a girar, reí a tal punto de aferrar mis manos a su camisa y él sonrió riendo entre dientes. Se detiene y me suelta entonces antes de caer me sostiene por la espalda sujetándome de las caderas. Entre risas me vuelvo para verlo de frente y antes de poder besarlo ambos nos sorprendemos al ver como encendían fuegos artificiales en el cielo y nos percatamos de una pareja festejando una pedida mano. Al parecer la chica había dicho que si y celebraron con música y fuegos artificiales. Volvimos a mirarnos y sonreí mientras lo miraba a los ojos.