Capitulo 8

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Capítulo Ocho


El primer mes paso. Gracias a Pearl logré conseguir un trabajo donde ella se encontraba laborando, un buen trabajo como mesera con ella como mi compañera en el lujoso restaurante de la ciudad en donde pagaban realmente bien. Y las propinas eran todavía mejor. Cada fin de semana salíamos, gracias al salario. Poco después pude conseguir comprarme un nuevo celular, con el pude mantenerme en contacto con mi madre y mis hermanas, consiguiendo el perdón de ellas y sus palabras de aliento, eso fue un poco de motivación, más de la que recibía con Pearl dándome sus mensajes de motivación cada que usaba su celular.

Hoy hacía más frío de lo usual, Pearl y yo tomamos el autobús y volvimos al edificio mientras ella hacía una llamada al restaurante de comida china para ordenar a domicilio. El elevador abrió sus puertas y al salir de él me detuve lentamente observando un ramo de flores en el suelo, un gran ramo de rosas rojas el cual Pearl observó con sorpresa.

—¿Para quien será? —pregunta tomándolo del suelo con emoción, toma la tarjeta de dedicatoria que se encontraba entre las flores y lo lee.

Pero mi estómago comenzo a revolverse y mi corazón quería salirse de mi pecho mientras miraba las flores. Quería llorar, pero no podía.

—"Delilah, tú sabes que ya no significas nada para mi, pero he estado observándote con el mismo cariño de siempre, así que cuídate mucho, o tendré que castigarte, con amor, Peter."—termina de leer Pearl con extrañeza, después huele las flores y me entrega el ramo, —Delilah, deberíamos de llamar a la policía. Enserio...

Tome el ramo y me dirigí al lugar en donde depositábamos la basura, una abertura en la pared en la que lance el ramo y volví con Pearl cuando ella abrió la puerta, me detuve antes de entrar al departamento y mire a mi alrededor asegurándome de que no había nadie, cerré la puerta y le coloqué el seguro. Ambas nos miramos al mismo tiempo y comenzamos a revisar todo el departamento desde las esquinas más remotas hasta debajo de la cama y dentro de los clóset. Cuando no encontramos nada, nos sentamos en el sofá y descansamos un momento.

—No te preocupes por nada Pearl. Yo asumiré este problema, ademas, no puedo hacer nada, no tengo ninguna clase de información para darle a la policía. Es lo más jodido de todo. Aún así, si intenta hacer algo, lo asesinare.

—No, no hagas eso. Cálmate. Mejor pongamos una cámara de seguridad en la puerta, una cámara que grabe día y noche.

—Puede funcionar. Y serviría como una prueba en su contra.

—¿Sabes que más pensé?

—¿Que?

—Que ya no te iba a buscar.

Suspire mirando al techo con esperanza. Sin embargo, aunque esperará a que él apareciera, fue inútil todo el tiempo. Otro mes había pasado, ya era Noviembre, la nieve creció en la calle y pronto, se volvió un sueño remoto que él apareciera. Después de aquel ramo, ya no volví a recibir ninguno. Pronto me iría el primer día de diciembre para celebrar navidad con mi familia. Así que nada importaría más que eso, incluso Pearl estaba ya planeando todo para irse de vacaciones con su familia. Tan pronto como pidiéramos los días en nuestro trabajo.

El frío ya no se sentía igual. Creo que en algún punto aprendí a acostumbrarme a él. Y a tener las manos congeladas.

Este día de trabajo fue más calmado que el resto. Pearl y yo aguardábamos junto a la barra esperando a que los clientes llegaran, pero no habían aparecido más que 10 y el día paso delante de nosotros rápidamente.

—Oh, una mesa—menciona Glenn uno de los chicos que también era mesero dentro del restaurante.

—Anda, Glenn, ve tú y haz el trabajo, estamos muy cansadas —murmura Pearl junto a mi riendo con gracia.

|Darling, oh, darling|Libro#1| "Por siempre tuyo, tu novio"|Where stories live. Discover now