Fantasmas [Minsung ]

Capítulo diecisiete.

Me arrepentí al segundo.

Minho no paraba de hacer millones de preguntas, hasta me comenzaba a doler la cabeza pero no podía decir nada porque fui yo el que ofreció contarle todo.

- Entonces, ¿Puedo dejar de trabajar y tú sacarás dinero de la nada? - estaba fascinado.

- Sí, ya te lo dije más de siete veces Minho. - rodé los ojos, llevándome la mano a mi frente.

- ¿También puedes hacer hechizos para manipular a la gente? -

- Sí.

- ¿Puedes entrar al infierno cuando quieras? - se acerco más a mí.

- Sí.

- ¿Y como es?

Exhalé el aire bruscamente - Pues hay muchas rocas ardiendo, dónde vayas hay demonios de todo tipo y todas formas, hay pequeños volcanes que expulsan lava cada segundo.. y más. - lo mire a los ojos.

- Oh.. - quedó aún más maravillado. Se veía pensativo, mirando la televisión apagada con detenimiento, me recosté en el sillón aprovechando su silencio.

- ¿Entonces tú realmente eres ese fantasma? -

- Demonio - corregí - y sí. ¿Aún tienes dudas? -

- Muchas. -

Rodé los ojos - ¿Que más de las setenta mil cosas que te dije quieres saber? -

- Mmm... ¿Todo lo relacionado conmigo? No sé, quiero saber más sobre ti. -

Estaba a punto de hablar cuando él volvió a hablar.

- Aah, y también dime, ¿Que es esta marca? - levantó su camisa, mostrando el abdomen y aquella marca que tenía hace meses.

Que yo hice.

¿Le digo su función o no?

Si se lo digo va a querer borrarla.

- Es complicado. - me mordí el labio, pensando que diría.

Él solo alzó una ceja, esperando una respuesta de seguro. Junte mis manos en medio de mis piernas, encogiendo mis hombros, mirándolo con un pequeño puchero.

- Bien.. - hablé, rindiendome al ver que no cambiaba su expresión - En conclusión, con esa marca.. — ¿Le digo la verdad? — mmm con esa marca se puede decir que tengo control sobre ti. -

Mucho control.

- ¿Qué? -

Como respuesta me encogí de hombros, él resoplo y tomo su celular, tecleó algo en este, la curiosidad me invadió.

- ¿Por qué decidiste hacer lo que hiciste conmigo en vez de hacer que me fuera de la casa? - soltó. Soltando su celular, viéndome a los ojos.

Eh, ¿pues me gustaste?

- A parte de que me encantó tu cuerpo y todo lo relacionado contigo, sentí una energía diferente en ti a la que estaba acostumbrado a sentir en los demás, unas vibras suaves y buenas. - suspiré. Pude ver sus mejillas pintarse en un color rojizo.

- ¿Te sonrojaste por eso? - intentaba retener mis risas.

- ¿Qué? No. - se tapo la cara con las manos.

Con eso me lo confirmó.

- Mmm, ¿Fue por la manera en la que hable de tu cuerpo? - alcé una ceja.

Minho negó lentamente.