30.

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Matías le escribió a Enzo unos once mensajes cuando llegaron al edificio.

Él  no respondió ninguno.  

Se limitó a leerlos desde la barra de notificaciones, y por sí solo llegó a la conclusión de lo que Matías quería pedirle. Así que se adelantó sin más a abandonar la habitación que compartían, imaginando ya lo que su amigo iría a hacer.  Está demás decir que sintió algo de envidia, pero mientras se dirigía a la habitación de Francisco, la cual Matías le avisó que estaba abierta para que pudiera esperar,  pensó en que muy probablemente pasaría por la mente de Lía mas de una vez, al ser follada en la misma habitación en donde ellos estuvieron a nada de hacerlo. Y eso lo puso gustoso.

Noooo, ¿Es en serio? —Lía carcajea bastante sorprendida cubriendo su boca, y mira con los ojos muy abiertos a Matías.

—En serio. —él asiente repetidas veces con una sonrisita media malvada en el rostro, alzando las cejas para hacer aún más dramático lo que le acababa de confesar.

—No me lo imagino...

Nooo, y no solo a él. —interrumpe sacudiendo su mano—. Incluso Simón, Agus... bueno, hasta Nando dijo que eras muy linda y no se que tanto.

Lía vuelve a carcajear, cada cosa que decía Matías le parecía más impresionante que la otra, y a pesar de que ninguno de los chicos de los que hablaban estaba presente, la hizo sentirse algo avergonzada el saber que había convivido y hablado con ellos antes, sin estar enterada de que les parecía "increíblemente linda". Así como Matías lo contó.

—... Fue a Blas al que más le gustaste... Pero bueno. —cortándose a sí mismo el rollo deja salir una risa burlona, y sigue hablando mientras saco humo de su boca—. Parece que estoy re quemando, a mis amigos, pero para nada. Es solo para que sepas a quienes no te les acerques más. —bromea arrepintiéndose de inmediato, y poniéndose rojo como nunca.

Ah, flasheaba confianza.

Con la risita que obtiene de respuesta, sabe que Lía entendió el sarcasmo, y tomó su broma de la mejor manera. Aunque en realidad lo que le provocó mas gracia a la chica, y algo también algo de ternura, fue verlo a penado, era extraño verlo así.

—No me les acerco a la mitad nunca más entonces. —dice intentando seguir con el chiste.

—No vaya a ser que a uno de mis amigos le gustes de más, y bueno...

Solo alguien puede llegar a la cabeza de Lía luego de ese comentario. Malamente, muy malamente se trata de nada más y nada menos que de Enzo, y su sonrisa desvanece un poco al pensarlo. 

Los chicos no llegaron a la habitación de Matías, pues al no tener respuesta, él dio la opción de pasar el rato en la de Lía, y tuvo un 'sí' de inmediato. Estando ahí, en un lugar que no se relacionaba con él, ni con lo que había pasado entre ellos para nada, aún así llegó a su mente, demostrando una vez más que Enzo no se equivocaba nunca en lo que suponía.

Lo dejó pasar rápido, y la charla siguió de forma amena como siempre, con Matías fumando porros sin parar, y Lía prestando su rostro para recibir el humo que lanzaba. Estaba empezando a gustarle eso de sentir el cuerpo mas ligero, y estar lo suficientemente relajada como para hablar de lo primero que se le viniera a la mente.

—Si mi madre se enterara de que dejó entrar humo de eso a mi nariz, seguro se infarta... —revela entre risitas respirando hondo la nube de humo frente a su rostro.

Matías no termina ni de soltarlo, cuando apresurado sacude su mano frente a la cara de Lía, y presiona la punta del porro contra el cenicero.

—No, no, no. —con una cara de falso enfado, apunta a Lía riendo—. Muy mal yo, pero vos más, que hasta te acercás para olertelo todo.

Ni 'regañándola' podía ser duro con ella. Y su falso enfado la hace reír mucho.

Vengaaa, pero si eres tú el que me lanza todo...

—¿Y es que cómo querés que aleje esa carita que tenés? —la pregunta hace a Lía suspirar corto, para por primera vez en su vida dejarse llevar por aquello que desea hacer...

Y acerca tanto su rostro a él, que le toma solo un corto impulso poder besarlo. 

Matías la recibe sin protestas, incluso siente un alivio al ser ella la que al fin se anima a robar ese beso que ambos tenían días esperando.

Empieza a besarla ansioso a penas chocan sus labios debido a la emoción de volver a sentirla de esa forma, tomando con algo de fuerza la mandíbula de Lía para llevar el beso de la forma que él quisiera, las manos de ella se atreven a fundirse entre su largo cabello, a Matías le encanta el gesto. Y es por eso que intensifica mucho más el beso, metiendo la lengua entre sus labios, chochando una con la otra, y acariciándose entre ella con bastante lentitud.  Sentir la mano de Matías rodear su cintura y acercándola mucho mas a él mientras muerde levemente su labio inferior, provoca que un leve jadeo salga de la boca de Lía, confirmándole a el chico que ninguno de los dos quiere parar con lo que están haciendo. 

La respiración bastante limitada de Lía hace que incontrolables jadeos y suspiros medio interrumpan el beso, ella se siente algo a penada cada que suelta esos soniditos inconscientes. Pero en realidad Matías hacía todo lo posible por escucharla jadear contra sus labios una vez más. 

Siente como la mano de él rodea su torso por completo, y sin usar mucha fuerza, algo que le encantaba, la alza. Cortando el beso solo un par de segundos que la chica utiliza para dejarse guiar, y encontrarse sentada sobre las piernas de Matías para seguir besándolo. Ni siquiera en esa situación Lía siente nervios, a pesar de que su cuerpo estaba llenándose de sensaciones que calentaban sus mejillas de una manera impresionante, y le provocaban una especie de cosquilleo por todo el cuerpo, algo que jamás había sentido. Lo estaba disfrutando, mucho. 

Al igual que Matías, la diferencia era que él estaba consciente de que empezaba a sentirse excitado, aún más porque Lía se movía sin cuidado sobre él, y seguía haciendo esos sonidos que llegaban a su cabeza como un escalofrío.

Se sentía desesperado, y algo preocupado preguntándose si podría controlarse en caso de que las cosas siguieran avanzando a más. Una parte de él le prohibía imaginar a Lía en 'esa' situación, meramente por respeto, pero más de una vez... En esas noches de insomnio mientras revisaba el perfil de Instagram de la chica, no podía evitar esos pensamientos de ella en ciertas poses no muy comunes, y aunque rápidamente trataba de borrarlos. Ahora más que nunca estaba muy curioso, y Lía parecía tan entusiasmada sobre él, que Matías empezaba a creer que si podría verla en esas poses que había imaginado antes.

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AOOOOMG, muchísimas gracias por los 100k !!!!

Os quiero mucho, y quiero mucho esta historia, no quiero que termine nunca. (;′⌒') 💗💗

Espero que este capitulo mas que merecido y esperado os guste mucho, y nada, sigan votando y comentando, gracias por tantooo chicas y chicos !!!! 

JOB | Enzo Vogrincic, Matías RecaltDonde viven las historias. Descúbrelo ahora