37.

1.6K 164 27
                                    

—¿Novia de Matías?

Pregunta Sofía.

—Ajam. —Fran le asiente cubriendo su boca con algo de comida, y sigue explicando—. Bueno, no son novios novios.

—Empezaron a salir recién, pero ya conocés a Mati. —interfiere Esteban con una risita—. Está ya hasta las manos, eso de atrás. —señala a su espalda—. Es para Lía.

La mesa que estaba detrás de la suya, tenía encima un lindo y muy llamativo arreglo con diferentes tipos de flores. Sofía sonríe alegre y enternecida por la noticia, jamás imaginó a Matías regalando algo tan dulce como eso.

—Lía, es un bonito nombre. Cuando yo se lo escuché a la chica esta que es maquillista, me encantó. —cuenta dando un mordisco a su sándwich.

—Y bueno, es la misma. —dice Francisco con esa sonrisa tan amplia de siempre— ¿Decís la qué trabaja con nosotros, verdad?

Sofía se limita a asentir, y mientras ordena un poco sus ideas. Escucha a Esteban y Francisco describir a esa Lía, definitivamente era la misma chica de la que hablaban.

No, no podía ser.

—¿Cuánto tiempo llevan saliendo? —pregunta intrigada.

Los chicos notan el tono de voz que usa de pronto, así que la miran curiosos.

—Poco más de un mes, ¿Por qué?

—Hablas de... —Sofía habla mientras teclea en su teléfono, para después mostrarles una fotografía con la que pudieran confirmar— ¿Ella?

—Si gordis, Lía. La maquillista, novia de Mati, con ojos lindos, medio bajita. —dice Fran desentendido.

La chica cubre su boca con ambas manos, los mira muy sorprendida, y Esteban frunce el entrecejo.

Pero antes de que Sofía pudiera decirles algo. Matías interrumpió, sacándolos de la charla por completo.

—¿Nos vamos a las diez, verdad?

Es lo primero que pregunta apoyándose sobre la mesa. Su rostro transmite la felicidad que siente a penas llega, y se ve muy alegre, despierto, algo anormal en él, si eran a penas las siete de la mañana.

Y lo estaba, estaba muy motivado. Luego de una terrible experiencia el primer día de su viaje, durante la larga y pesada noche que todos tuvieron que pasar debido al accidente con Lía, tuvo mucho tiempo para pensar.

El aburrimiento de la madrugada lo ayudó a estar motivado para salir a primera hora al supermercado más cercano, y comprar un obsequio para Lía.

Sabía lo que le gustaba, sabía su color favorito, su aroma preferido, conocía lo sencilla que ella era, y también lo bien que la hacía sentir que fuera atento. Y Matías prestó mucha atención a la hora de elegir ese obsequio.

En cuanto vió aquel arreglo de flores, pensó en que eran igual de bonitas que Lía. Esa era su forma de pedir disculpas por haber actuado como todo un tonto la noche anterior, y haber permitido que ocurriera lo que ocurrió.

Fran hizo un gesto rápido para que Sofía no dijera nada más, evidentemente lo que estaba por contar no sonaba como algo muy bueno. Así que aunque se morían de ganas por saber, no dijeron nada mientras Matías estuvo presente.

Además, ¿Qué cosa tan mala podrían escuchar de alguien como Lía?

Era una chica dulce, o al menos hasta donde ellos la conocían, siempre amable, y tan reservada. Ninguno hizo alguna suposición demás, y ni por la mente les pasaba lo que Sofía tenía por decir.

—... ¿Podés llevarlas en tu auto Fran? Quiero que sea una sorpresa. —pide Matías, tomando asiento una de las sillas. Parecía muy ocupado, no levantaba la vista de su teléfono ni siquiera para hablar.

—Claro Mati, podés dejarlas acá, yo las llevo.

—¿Vas a pedirle algo especial hoy? —Estaban pregunta intrigado.

Matías levanta la cabeza, quita el mechón de su frente con un movimiento rápido, y queda descubierta su gran sonrisa, con ella los chicos pueden tener muchas respuestas.

Comenzaron un escándalo de risas, el cuál multiplicó cuando a la mesa llegaron Simón y Juan, que en cuanto Francisco les contó de lo que hablaban, jugutearon con su amigo muy contentos por la noticia.

Pero estaban equivocados.

—No, no. Aún no le pediré que sea mi novia. —aclara Matías.

—¿Qué? ¿Cómo qué no son novios? —habla Juan desanimado, mientras toma un pan del plato de Francisco—. Pero si ya hasta...

—Y bueno, eso se dió. —responde gracioso—. Pero creo que... No sé, aún no estámos seguros.

—No me jodas Mati, ¿Cómo que no estás seguro? —Simón lo mira extrañado.

—¿Qué? ¿Preguntás eso porque te parece re linda? —bromea pesado dándole un golpesito en el pecho—. Es joda, pero no, aún no haré algo formal.

—¿O sea... que eres más de garchar, y nunca llegar a nada? —Esteban lo mira, hace la pregunta con seriedad— Porque yo te veía ya re enamorado Mati, y no sé... No le compras eso a la mina con la que solo garchas.

—Si decís que no harás algo formal, igual y Lía puede irse a enredar con quién sea, y vos no podés decir nada. —Juan dice en tono como de advertencia, incluso alza ambas cejas y junta los hombros—. Y vos sos un loco Mati, estoy seguro que si ahora te enteras que se le acercan a Lía siquiera para pedirle el número hmmm, ¿O no?

—Sí.

—Ya ves, entonces no seas como Agus. —aconseja Esteban.

—¿Te gusta Lía, no es así? —Fran lo apunta con su cubierto, ve a Mati asentir, y sigue diciendo—. Entonces no pierdas el tiempo.

—No hermano, dudo que tenga una fila corta tras ella. —comenta Simón.

—Y vos el primero. —vuelve a bromear Juan con aquello de Simón. Y pone a todos a reír.

Aunque Matías lo hace también, internamente piensa en que ojalá y pudiera darle un fuerte golpe. Simón era su amigo, y al igual que el resto, sabía que ya no había ninguna doble intención con Lía, su chica. Pero quizás un solo golpe que le hiciera hasta olvidar que antes de que Matías saliera con ella le parecía "Una mina re buena." No sería mala idea.

En lugar de eso, solo lo tomó por el cuello para fingir someterlo entre risas.

—Yo jamás dije que no quiero algo con ella, no exageren. Solo vamos empezando, deberían darme consejos que si me ayuden. —exige entre risas.

Mientras todos comienzan a comentar sus variadas, pero no muy distintas opiniones. Enzo se suma en su desayuno.

Matías lo mira como una salvación en ese debate.

Pues su amigo siempre tenía lo más certero por decir, rápidamente le da una explicación de la opinión que todos tenían mientras toma asiento y saluda. Una vez entiende lo que discuten. Enzo solo responde...

—Te la van a ganar Mati, cuidado.

El desayuno sigue entre risas, y un Mati meditando todo lo que sus amigos le dicen. A pesar de que casi todo lo que le recomendaron, era no tardar más con la chica. La idea de no formalizar algo aún, no cambió.

.
.
.
.
.

Perdón por tenerlas tan abandonadas, os juro que habrá maratón pronto, para empezar con el trama de verdad, de una buena vez.

Gracias por el apoyo, y por seguir leyendo hasta acá aunque mi inspiración ha bajado mucho últimamente.

Cómo buena noticia, estoy retomando todo, y volveré a escribir tan bien como los capítulos anteriores.

Muchísimas gracias por seguir, y por los 14k. OS AMO A TODOOOOOOOS, Y VIVA ENZO Y MATI CARAJOOO 💗💗💗

Bno, el Enzo de la historia, q no viva :b

JOB | Enzo Vogrincic, Matías RecaltDonde viven las historias. Descúbrelo ahora