Comic Con

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La foto la tomé yo este año :3

También les quería decir que subí una nueva historia corta llamada "La brújula" por si quieren pasar a leerla y subí dos capítulos de Frozen Strings por si hay algún seguidor de esa novela. Disfruten el capítulo.

A pesar de la noche anterior, cuando se levantaron al día siguiente estaban con bastante ánimo. La tormenta ya había pasado y, aunque aún hacia frio, presentían que sería un buen día.

Amelia se sintió algo extraña al despertar con Bradley en su cama. Nunca había dormido con un chico, pero en aquella situación en la que se encontraba anoche se sentía agradecida de poder contar con alguien que pudiera cuidarla. Al mismo tiempo hiso una nota mental de dejar de ser tan cobarde ya que no dependería de él cada vez que hubiese una tormenta.

Por el otro lado, Bradley estaba feliz de despertar con Amelia a su lado. No sabía si confiaba ella lo suficiente en él como para dormir juntos o si fue simplemente el miedo que causó la reacción. Pero de todos modos estaba feliz.

Aún no estaba seguro si lo que sentía por ella era real o no. No que los sentimientos no fueran reales, sino que sí podrían ser o llegar a ser correspondidos por ella. Aun así tenía que ordenarse primero él antes de dar un paso que podría ser catastrófico.

Bradley se dio una ducha y luego se vistió. En el rato en que él se bañaba Amelia aprovechó de vestirse y se fue al living a esperarlo. Él le había propuesto que tomaran desayuno luego de que pasaran por el departamento de Amelia ya que a la Comic Con no todos llegaban temprano, así que tendrían tiempo de sobra para pasar a alguna cafetería a comer algo antes de dirigirse al gran evento.

En el departamento de Amelia fue algo parecido. Mientras ella se duchaba y luego vestía, Bradley la esperó en el living. Aprovechó de revisar si traía la batería de repuesto de la cámara y esas cosas más técnicas.

-Estoy lista –le dijo sonriendo. Llevaba un chaleco color burdeo y jeans negros

-Vamos entonces. Aún nos falta la comida –le devolvió la sonrisa

Salieron y fueron a una cafetería que quedaba a unas tres cuadras en dirección oeste. La habían elegido porque tiene los mejores pasteles de crema según Amelia y quedaba cerca de la estación de metro para poder irse directo a la Comic Con.

Ordenaron chocolate caliente y pasteles de crema. Mientras llegaba la comida, Amelia le dio las gracias nuevamente a Bradley. No le había dicho en la mañana, solo en la noche y sentía la necesidad de hacerlo.

-No tienes nada que agradecer. Tampoco iba a dejarte ahí llorando. Eso no es de amigos

-Lamento que vieras eso. Me avergüenza mucho que me hayas visto en ese estado -le dijo cubriéndose la cara

-Espero que nunca me veas cerca de una araña. De verdad que salgo corriendo. Odio con mi alma a esas cosas –le dijo, provocándole un escalofrió en todo el cuerpo con solo pensar en los arácnidos

Terminaron de comer y fueron al metro. Como era domingo por la mañana, no estaba abarrotado de gente, así que les fue fácil encontrar dos asientos desocupados. Durante el viaje de no más de cuarenta y cinco minutos se fueron conversando de los personajes que verían en el evento.

Cuando llegaron al recinto lo primero que vieron fue un gran cartel que decía "Comic Con: Bienvenidos". Se podían apreciar largas filas de personas que deseaban entrar al evento. Tendrían que unirse luego o estarían varias horas formados para poder ingresar. Pero Bradley tenía un plan B.

-Ven, sígueme. Nosotros entramos por otro lado –le dijo tomándole la mano. No lo hiso a propósito, pero cuando se dio cuenta y miró a Amelia, notó que ella estaba con las mejillas algo rosadas. La hiso sentir nerviosa

Llegaron a una puerta trasera en la que había un chico pidiendo las entradas y tenía una lista. Bradley le dijo su nombre y que venía con un acompañante. Les entregaron las credenciales e ingresaron al lugar. Aun sostenía la mano de Amelia.

Y no quería que la soltase. Adentro había mucha gente. Bueno, a lo mejor no tanta. Pero para Amelia era mucha. Apretó la mano de su amigo con tanta fuerza que él se vio obligado a mirarla. Y su cara era de pánico. Puro pánico.

-Tranquila –le dijo acercándola a él –No estás sola. No voy a dejarte sola. Recuerda que vinimos a divertirnos

Esas simples palabras hicieron que se relajara. Era increíble el efecto que tenía ese chico de ojos chocolate sobre ella.

Comenzaron a caminar por los diferentes pasillos viendo las diferentes exposiciones. Había un castillo para tomarse fotos en el trono de Game of thrones, unas máquinas para tomar fotos instantáneas, vendían muchos libros y comics, además de puestos de comida. Pero lo más sorprendente era la cantidad de personas que estaban disfrazadas de distintos personajes. Los trajes eran buenísimos.

Bradley no tardó en sacar su cámara y empezar a fotografiar. Eran fotos espontaneas que servían para publicarlas o, más bien, mandarlas al sitio que las publicarían. Después de todo, para eso lo habían contratado. Lamentó tener que soltar la mano de Amelia, pero ya estaba más tranquila y ella entendía que tenía que trabajar. Al momento en que dejaba la cámara colgando de su cuello, tomaba su mano y caminaban a otro lugar. Siempre cuidándola para que no le diera un ataque de pánico o algo parecido.

También le tomó fotos a ella con algunos personajes que reconocía. Al principio estaba reacia pero la convenció de que lo hiciera. Ella también le tomó fotos a él. A la hora de almuerzo pidieron hamburguesas y papas fritas. Una opción súper sana.

-Gracias por invitarme. La he pasado muy bien –le dijo Amelia

-Me alegras que hayas aceptado. Es más entretenido cuando vienes con alguien

Amelia compró un libro que había llamado su atención por lo que decía en el resumen de atrás. También compró unos stickers muy monos que vio en un puesto. Bradley compró un álbum para poner las polaroid que tomaba y un comic de The Flash.

Antes de irse se tomaron fotos juntos en la máquina de fotos. Cada uno se quedó con una tira de cuatro fotos cada una. También le pidieron a una chica que les tomara una foto con la cámara de Bradley.

La habían pasado increíble. Estaban a punto de salir cuando escucharon una voz.

-¿Brad? –dijo una chica

Él se dio la vuelta y su cara palideció.

-¿Livi? –definitivamente no esperaba verla


Polaroid de un pastel (The Vamps)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora