Polaroid de un pastel (The Vamps)

Aprovechemos el tiempo juntos

Me encanta esta presentación de She Was The One *-*

Ir a Nueva York con Bradley. Sonaba atractivo, no podía negarlo, pero al mismo tiempo era aterrador hasta los huesos. Irse a vivir a un nuevo continente no es una decisión que se puede tomar así como así. ¿Y si al llegar allá termina con ella? Si bien se tenían bastante cariño, era cierto que no llevaban tanto tiempo juntos.

-No puedo. No, es una locura. Están mis padres, mi trabajo. No puedo ir a otra ciudad, no me adaptaría. No puedo –se llevó las manos a la cara. Muchas cosas seguían viniendo a su mente y hacía que se pusiera nerviosa

-Allá podrías encontrar un nuevo trabajo. Puedes mostrar las fotos que he tomado de los pasteles que has hecho, estoy seguro que te contratarían –empezó a decirle el chico –Y por lo de tus padres, cada cierto tiempo podemos venir a visitarlos al igual que a los míos.

-No lo sé...

-Por lo menos piénsalo –la interrumpió –En caso de aceptar, no tendría que irme hasta después de la exposición que es en dos meses. No tienes que responderme de inmediato, pero te pido que lo pienses. Solo eso.

Podía pensar en la propuesta, pero eso no ayudaría mucho. Si decía que no, él tendría que irse de todas formas. No dejaría que renunciara a un trabajo en Nueva York, y aunque significara no estar con él, era capaz de sacrificar eso con tal de que Bradley fuera feliz y construyera un brillante futuro como fotógrafo en América.

-Voy a pensarlo. De verdad que lo haré –le dijo –Pero quiero que hagas algo.

-¿Qué cosa?

-Acepta el trabajo. Sin importar lo que termine decidiendo, quiero que aceptes y vayas a Nueva York. Oportunidades como estas no se dan todos los días y sería estupendo que pudieras llevar tu carrera a un lugar nuevo.

-¿Y qué pasará con nosotros?

-Las cosas cambian. Nunca se sabe lo que pasará. A lo mejor de aquí a dos meses ya no estamos juntos, aunque espero que no pase porque te quiero mucho –rio un poco al final ya que la sola idea de que su relación se acabara antes de que él se marchara hacía que su corazón doliera

El ambiente se tornó más triste luego de la conversación. Siguieron comiendo y conversando sobre cosas triviales para alejarse un poco del tema de Nueva York, pero en el fondo sabían muy bien que no podían parar de pensar en eso. Ambos estaban asustados por lo que se vendría.

Después de terminar la pizza, que estaba absolutamente deliciosa, salieron del lugar y empezaron a caminar por las calles. No querían ir directamente a sus casas, así que aprovecharon que aún no estaba cien por ciento oscuro afuera para bajar la comida.

El cielo estaba de un color anaranjado y apenas se podían notar unas partes de azul oscuro entremedio. Se veía muy bonito, tanto así que Bradley tomó una foto con su teléfono.

-Voy a aceptar el trabajo le dijo tomándole la mano y haciéndola girar para que lo mirara –Tienes razón, oportunidades como esta no llegan todos los días. Y por eso mismo quiero que aprovechemos este tiempo juntos. Sin importar lo que pase después, quiero estar contigo.

-Creo que tienes razón.

-Vivir experiencias, ¿recuerdas? –con un simple y cálido beso en los labios respondió a su pregunta

Caminaron por otra calle y justo se cruzaron con Tristan. Iba solo cargando una bolsa con cosas para cocinar. Al verlos se les acercó a saludarlos.

-Hola, ¿Cómo están? –les dijo abrazando a cada uno. Le respondieron que bien y que acababan de salir de comer pizza

Trsitan les comentó que se dirigía a casa de Anne ya que iban a cenar juntos una comida hecha por ellos. También les dijo que había hablado con Connor y James para que pudieran juntarse todos nuevamente y ponerse al día con sus vidas. Bradley le dijo que cualquier cosa que organizaran les avisaran para poder ir. Se despidieron de su amigo y se fueron a la parada de bus para poder ir a casa.

Mientras esperaban Amelia abrazó a Bradley. El chico también se lo devolvió con mayor fuerza. Era como si trataran de expresar emociones a través de ese gesto.

-¿Quieres pasar la noche en mi casa? –le preguntó Amelia –debo levantarme temprano, pero quiero estar contigo. Es como si te extrañara aun estando juntos ahora.

-Me encantaría –le respondió acariciando su mejilla –y sé a lo que te refieres

Subieron al bus y se fueron abrazados todo el camino a casa.