15

1.9K 135 17
                                    

Cuando salieron de la habitación Martin se dirigió hacia Kiki que al parecer había llegado con Ruslana hacía unos cinco minutos.

—Are you okay? —le preguntó la medio inglesa cuando vio que su amigo salía de la habitación de Juanjo. Martin le había contado todas sus inquietudes respecto al tema del maño a lo largo de toda la semana y las dos amigas habían estado ahí para apoyarlo y animarle. Asintió.

—Se ha disculpado. Ya os contaré mañana.

Y Kiki asintió y la preocupación se fue por completo de ella tras ver como Martin esbozaba una sonrisa contagiándole la energía.

—¡Party time!

Ambos chicos salieron a la terraza donde estaban todos esperándoles mientras conversaban entre risas. Martin se sentó en el hueco que había al lado de Ruslana que justo coincidía al frente con Juanjo y Kiki se puso a su otro lado.

—Bueno chicos que aproveche—dijo Juanjo mientras se llevaba un trozo de pizza barbacoa a la boca y gimió al tragarlo—Dios, ¡cómo puede estar tan buena! —a Martin le parecía adorablemente divertido ver como el maño disfrutaba de la comida, sin duda era uno de sus placeres favoritos.

La cena trascurrió con normalidad y sin ningún incidente. Los litros de cerveza fueron cayendo poco a poco hasta que al terminar Álvaro propuso jugar a algún juego de beber para conocerse mejor y empezar a hacer la previa, pues se estaba haciendo tarde.

—Jugamos al "yo nunca" —dijo Ruslana emocionada y a todos les pareció una idea fantástica.

Así pues, tras prepararse unos cubatas empezaron con la ronda de preguntas que en opinión de Juanjo cada una era más absurda que la anterior, pero no podía culpar a nadie pues los efectos del alcohol estaban haciendo ya sus estragos.

—Yo nunca he tenido que esconder un chupetón—dijo Kiki y a continuación todos bebieron entre risas. Sin embargo, Juanjo observó como Martin era el único que no reía y tenía cara de perturbación, quiso preguntarle si estaba bien, pero no quería que el resto se enterase porque quizás se agobiara más.

Por lo que le dio una ligera patada por debajo de la mesa para que le mirara y le preguntó articulando las palabras sin emitir sonido. Martin asintió, pero siguió un poco apagado desde ese momento, por lo que Juanjo trató de borrar esa expresión de la cara haciendo y diciendo tonterías, pero sea lo que fuese en lo que estaba pensando el vasco era algo serio. Así que viendo que su tercera copa estaba medio vacía y que la primera de Martin también dijo:

—Voy a rellenarme la copa, ¿alguien más quiere?

—¡Yo! —gritó Álvaro mientras se la pasaba, al mismo tiempo que Martin había dicho que también quería—Gracias Juanjo, eres el mejor—y este respondió con una carcajada.

—Martin, ¿me ayudas?

Los chicos dijeron un "uhh" mientras hacían miraditas a ambos cuando salieron de la terraza en dirección a la cocina. Una vez allí Juanjo dejó su copa y la de Álvaro sobre la encimera y Martin le imitó, pero ninguno de los dos se movió con intención de sacar los hielos del congelador. De hecho, Juanjo dio un paso hacia el pequeño y le miró fijamente intentando escrutar lo que querían callar esos ojos color castaño.

—¿Cómo estás?

—Estoy bien Juanjo, no te preocupes. Es solo que la pregunta me ha pillado desprevenido y me ha recordado a un momento de mi vida que no quería.

—¿Algún ex hijo de puta al que tengamos que partirle la cara? —preguntó tratando de tranquilizar el ambiente y por primera vez desde la dichosa pregunta pareció funcionar y Martin hizo un amago de reírse.

Dale Miénteme - JuantinWhere stories live. Discover now