Capítulo 30: El innombrable

4.3K 171 2
                                    

—De acuerdo... Oriana, necesito que revises mi agenda para los próximos días, el sábado necesito estar libre y tú también, te tengo una pequeña sorpresa —habló Jax desde su escritorio en la oficina.

Estaba muy concentrado en lo que hacía porque le habían dado el visto bueno en construir un nuevo hotel en otro país, tal vez tendría que viajar para verificar la evolución o estar pendiente de que hagan todo bien, todavía no me había informado sobre ese detalle...

Me dolería un poco que Jax se fuera durante un tiempo.

—Entendido, señor —afirmé, revisando el documento en la computadora donde tenía su horario.

Me sorprendía la eficiencia de Jax en tener al menos una reunión cada día con algún socio antiguo o un nuevo inversionista, el hombre trataba de encargarse de todo solo para que yo no tuviera que reunirme con nadie... Por más que eso alimentara mis capacidades.

Desde lo que pasó con Richard en la sala de reuniones, no quiso arriesgarse conmigo en mandarme a reuniones de negocios por él.

—¿Vas a seguir con formalidades después de lo que hicimos, princesa? —cuestionó, alzando una ceja y echándose hacia atrás en la silla.

Sus ojos quedaron clavados en mí, a pesar de que me encontraba escribiendo en la computadora de mi escritorio, no pude evitar tener contacto visual con Jax en ese momento.

Una sonrisa pícara se formó en mis labios.

—Creo que podemos mantenernos al margen en el trabajo y hacer desastre en la casa, Jax —respondí, en un tono divertido que lo hizo reír.

—Bien, me parece excelente que hayas dejado de ponerme una pared de hielo luego de lo que pasó entre nosotros. Pero que no te dé vergüenza demostrarme tu cariño en el trabajo, de todas formas todo el edificio sabe que nos casaremos —informó, regresando su vista al monitor.

Me mordí el interior del labio, últimamente la voz de Jax me hacía babear. Ese tono grueso y seductor me recordaba a nuestro primer encuentro que sucedió hace solo tres días, dese ahí siguió insinuándose cada que podía y yo por supuesto empecé a seguirle el juego.

—Ya que lo mencionas... ¿Para cuándo planeas llevar a cabo la boda? —pregunté, entrelazando mis manos en forma de puño.

—Veo que estás impaciente por ser mi esposa, ¿no? —Bromeó.

—No es eso, Jax. Déjate de ilusiones, es que me gustaría estar preparada. Nunca me vi casada con alguien —confesé, rodando los ojos.

—Primero debemos formalizar este compromiso con nuestros padres y darte a conocer en la prensa para que todo el mundo se entere. ¿No te molesta circular en las revistas, periódicos y las noticias en televisión? —habló, sin mirarme.

—Me volvería famosa de la noche a la mañana, no creo que me desagrade algo así... Solo que ya no podría salir a la calle con tranquilidad, ¿no? Lo único que pido es que no se dé a conocer la identidad de mi padre porque prefiero que no lo molesten los paparazzi —pedí, haciendo un ademán con la mano.

—No te preocupes, solo te mostraré a ti. Están corriendo rumores de que "mi compromiso" es falso y que lo hice como excusa para cortar lazos con Richard. Tal vez él tiene algo que ver con el esparcimiento de esos rumores —argumentó, con la voz profunda.

—¿Otra vez ese nombre? Dios, empiezo a pensar que en cualquier momento me lo encontraré en la calle —bufé, un poco angustiada.

—De todas formas nunca sales sola, siempre estás con Pablo, Zoe o conmigo ¿O me equivoco? —inquirió.

Salvada por el CEO [COMPLETA] Where stories live. Discover now