Capítulo 45: Día Normal

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—Aquí están los datos recientes sobre la nueva construcción del hotel, al parecer han avanzado bastante en la última semana —le informé a Jax en cuanto entré a la oficina.

Coloqué la carpeta con toda la información detallada sobre su escritorio, el hombre estaba concentrado firmando unos cuantos papeles que desconocía.

No habíamos tenido más noticias de Richard desde el incidente, lo cual ocurrió hace una semana... Para mí el tiempo iba volando y el día de la boda se acercaba, todavía Jax no quería poner una fecha exacta hasta que me presentara ante sus padres.

Acomodé un mechón de mi cabello detrás de mi oreja, a la espera de que el hombre me respondiera o me ordenara sentarme. No tenía ninguna otra tarea pendiente.

—De acuerdo, todo está saliendo perfecto para Sol y Luna. Mi padre está orgulloso de la evolución que ha tenido en los años que llevo liderando —expresó, sin dejar de escribir con el lapicero.

—Es mucho el esfuerzo que inviertes en cada una de tus empresas. Y como dicen: todo esfuerzo es recompensado —hablé, en una postura firme y con ambas manos sobre mi falda.

—Desde que llegaste me has sido de gran ayuda. Si te soy sincero, nunca había tenido una secretaria tan personal como para traerle un escritorio junto al mío —comentó, por fin levantando el mentón.

Sonreí.

—¿Me estás diciendo que fui tu primera secretaria? —inquirí, alzando una ceja.

—No, he tenido dos más, sin contarte, pero hace un año que no contrataba alguna. Normalmente Zoe me ayudaba bastante por lo que no me hacía falta —explicó—. Siéntate, Oriana.

—Mmh, de acuerdo, pero me imagino que soy la primera secretaria que llevas a la cama —mencioné, con picardía y haciendo caso a su orden.

Me senté en mi escritorio, moviendo la silla en dirección a Jax para ver cada detalle en sus expresiones. El pelinegro me miraba con una sonrisa lasciva y sostenía su mentón con sus manos en forma de puño.

—También la primera a la que le pido matrimonio, siéntete halagada —confesó, con aires de grandeza.

—Ya veo. Pues es todo un placer tener semejante privilegio, señor —dije, en tono sarcástico—. ¿Hay algo más que necesite?

—De hecho, quería comentarte que mañana será la entrevista en donde te presentaré como mi prometida oficial. No te obligaré a aprenderte algún guion con mentiras y dejaré que respondas a las preguntas que te hagan por tu cuenta, confío en que serás tú misma y le encantarás al público —avisó, con orgullo en su voz.

Lo miré con el ceño fruncido, removiéndome en la silla después de haber sentido un escalofrío con su confesión.

¿Mañana?

Todo estaba pasando tan rápido que lo consideraba inesperado. Tenía que calmarme y dar una buena impresión ante las cámaras, aunque nunca antes había tenido que mostrarme así...

—¿Será aquí en el edificio? —cuestioné.

—No. La grabación se llevará a cabo en el edificio principal de las noticias, ya sabes, en el canal de "News". Me parece tonto que le hayan puesto el nombre en inglés, pero bueno. La cosa es que será transmitido en vivo así que cualquier mínimo error no podrá ser modificado —proclamó, con las cejas hundidas.

—Oye, no desconfíes en mí porque parece que estuvieras insinuando mi posible fracaso en cámara —mascullé, desafiante.

—Para nada. Solo te aviso que si te da comezón en el culo y decides rascarte, todo el mundo lo verá ¿Comprendes? —bromeó, con una sonrisa de lado.

Salvada por el CEO [COMPLETA] Where stories live. Discover now