⇝16 ღ

16 6 0
                                    

—¿Dónde está el tal Jeonghan? — preguntó un tanto curioso.

—La verdad, no sé, y no pienso verle la cara en un largo rato, no luego de lo que pasó.

—Tal vez se asustó ante tu reacción y se alejó.

—Amigo, no hay peros. ¿Qué tal si le hablo a Hao?

Mi amigo puso los ojos en blanco. Les contaré, él y Hao tuvieron una larga pelea por la razón más estúpida de este mundo, un chico. Y por qué Seokmin dice que Minghao tiene envidia de lo que tengo, que él no es mi amigo. Por lo tanto, no se hablan y así, de tal manera que cuando salgo con uno, no salgo ni hablo con el otro, claro, por algunos meses eso dejó de ser un problema.

—Mejor no — dije negando, al ver la cara que ponía.

—Exacto.

—¿Vamos a ver a Wonho?

—¿Siguen de novios?

—Sí.

Días atrás fui a visitarlo sin tener buena suerte. Así que junto a mi amigo salimos de la casa y conduje hacia el departamento de Wonho. Gracias a que la última vez que vine tuve que dejar el duplicado de su llave, pensé en tocar a su puerta, pero me percaté de que estaba abierta, así que pude entrar sin problema para darle una sorpresa. Pero el sorprendido terminé siendo yo. Del baño provenían algunas risas, temía lo que podía descubrir, pero algo en mí quería que todo eso fuera mentira y tomando mucho aire, giré la perilla. Lo que vi, lo que presenciaron mis ojos, todo eso, fue lo peor: la persona que creía que me amaba junto a aquel que creía ser mi mejor amigo, tomando una ducha juntos.

—Shua... No es lo que parece — dijo Minghao saliendo y colocándose una toalla.

—¿¡No!? — dije irónico — ¿¡Entonces qué es!?

—Puedo explicarlo — habló Minghao llorando.

—¿¡Qué, que no podías bañarte solo y él, muy caballeroso, te ayudó!? — no recibí respuesta alguna — ¿¡Desde cuándo pasa todo esto!? — pregunté, sabiendo que no quería escuchar la respuesta — ¡Hablen, carajo!

—Unos cuatro meses — murmuró cabizbajo el hombre frente a mí.

Cuatro meses. Cuatro meses.

—¿Cuatro meses? Wonho, llevamos saliendo casi un año, eres un maldito — dije soltando algunas lágrimas de por medio — Tú — apunté con un dedo a Minghao — Eres un maldito, te creí mi amigo, te confié todo, todo, y así me pagas. Dios, los odio.

Salí del baño con esa perturbadora imagen y me encontré con Seok ahí esperándome, corrí hasta que él me envolvió en sus brazos y lloré. Salimos rápido de aquel departamento, del cual el único recuerdo que tenía era ese tan malo. Seokmin no me dejó conducir, ya que, según él, no estaba en un buen estado.

Al llegar a mi casa, fui hasta el bar, tomé una botella, agarré a Seok de la mano y fuimos a mi habitación.

—Pensé que era mi amigo — dije y tomé un trago. En este punto, lloraba — Él era un buen novio — tomé de nuevo — Creí tener una vida bien — volví a tomar — Después mi vida se fue a la mierda — tomé una vez más — Me comprometieron — tomé y limpié mi nariz con una servilleta — De repente tengo una hermana — volví a tomar, sintiendo cada vez más amargo — ¿Y ahora qué? — tomé, dejando casi vacía la botella — Descubro a mi novio y a mi mejor amigo en la ducha — hice un fondo con lo que quedaba de mi bebida, tiré la botella vacía al suelo y comencé a llorar en los brazos de mi amigo. Desconozco a qué hora me dormí, pero lo hice, dormí y fue lo más tranquilo que pude haber hecho.

A la mañana siguiente mi cabeza me dolía horrible, me levante de mi cama y no encontré a mi amigo, de seguro se fue, baje para pedir una aspirina o algo así y mi sorpresa fue encontrar a Jeonghan así o más jodido que yo.

Matrimonio Forzado - JihanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora