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—Eso creo — respondí.

Estoy en un auto con dos chicos, en camino al aeropuerto para abordar un vuelo de tres horas con destino a mi nueva vida.

—Oye — habló Jeonghan.

—¿Qué pasó?

—El martes irán a casarnos a la casa.

—Pero... ¿Acaso no estamos casados? — pregunté, ya que claramente estaba confundido.

—Sí lo estamos, pero para que tú puedas quedarte a vivir allá conmigo permanentemente, debes casarte con un ciudadano de allá. Soy nacido en LA, así que eso hará las cosas fáciles.

—Oh, ya comprendo.

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Estábamos en el avión y mi asiento quedó en medio de Mingyu y Jeonghan.

—¿A qué hora llegamos allá? — preguntó Jeonghan.

—Si no están mal mis cálculos... Y claro que no lo están, como a las diez de la mañana.

Mis ojos pesaban, tenía sueño, pero no tenía dónde recargar mi cabeza.

—Jeonghan... — lo llamé.

—¿Sí? — preguntó, fijando su atención en mí.

—¿Puedo... recargar mi cabeza en tu brazo? — dije tímidamente y mordí mi labio inferior, esperando a que él me dijera que no.

—Claro.

Él se acomodó y recargué mi cabeza en él; dormí, estaba agotado. En el aeropuerto, me cambié el traje por algo más cómodo, y el chofer encargado de llevarnos se lo llevó a casa de mis padres.

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—Hermano — habló Mingyu mientras me tocaba la pierna para despertarme.

—¿Qué pasó? — contesté aún somnoliento.

—Levanta a tu chico, ya llegamos.

Miré por la ventanilla y, en efecto, el avión ya había aterrizado. Volví mi cara hacia los asientos de atrás, y el avión ya estaba casi vacío.

—Josh... Despierta — lo moví un poco y despertó.

—¿Llegamos? — dijo entre un bostezo.

—Sí.

Salimos del avión y fuimos directo a la banda de maletas para recoger la de Joshua y las de Mingyu. Yo dejé toda mi ropa en Corea, puesto que vivo aquí y tengo mis pertenencias aquí. Según mi madre, ya deben estar en mi nueva casa.

Una vez con las maletas, nos dirigimos hacia la puerta de salida del aeropuerto. Según debía estar uno de los choferes esperándonos. Joshua iba detrás de mí, y Mingyu igual. Alguien salió corriendo en dirección a este último y lo abrazó; luego caí en cuenta de que ese "alguien" era Mina. Y si Mina estaba aquí, lo más probable es que haya venido con Seungcheol. Bastó unos segundos para que un chico se acercara a mí. Me sorprendí al verlo, habían pasado tres meses desde que lo vi. Corrió a abrazarme y me dio un beso en los labios. Ay, sus labios, cómo los extrañaba.

—¿Por qué no me dijiste que vendrías? — preguntó un poco molesto, frunciendo su entrecejo.

—Quería darte una sorpresa esta tarde — hablé rápidamente — ¿Cómo te enteraste de que llegaba hoy?

—Mingyu le dijo a Mina, y pues tenía que verte. Te extrañé tanto — volvió a besar mis labios.

Creo que la situación ya se había tornado un poco incómoda, ya que Joshua estaba esperándome detrás, y al parecer Cheol se dio cuenta de su presencia.

—¿Y él quién es? — fue una pregunta que me hicieron a mí, pero se dirigieron a él.

—Joshua Hong — extendió su mano hasta Seungcheol — Amigo de Jeonghan.

—Seungcheol Choi — tomó la mano de Joshua — Novio de Jeonghan.

Si pudiera grabar la cara de Joshua en estos momentos, su sonrisa es tan... ¿Hipócrita? En serio, quiero reír.

—Oh, consíganse un motel — hablé hacia Mingyu y Mina, quienes no dejaban de besarse desde que ella corrió hacia él.

—¿Señor Yoon? — habló Roy, el chofer — Estoy aquí para llevarlos a usted y a su esposo a su casa. A la hora que usted diga — mierda.

—Es mi novio — reí, fingiendo que se había confundido, y tomé la mano de Cheol - Vamos.

Fuimos y dejamos a Mingyu en su casa, donde se quedó Mina igual. Pasamos a dejar a Seungcheol en su casa, y utilicé el pretexto de estar cansado. Por último, Roy nos llevaría a nuestra nueva casa.

—Perdón por todo eso — hablé, mirando a Joshua.

Matrimonio Forzado - JihanWhere stories live. Discover now