Immortal She - CHARLES LECLERC -+18

14 - final de temporada -

Me incorporé lentamente de la cama, sintiendo el peso de la preocupación y el malestar en mi vientre. Observé mi abdomen con gesto preocupado mientras intentaba procesar lo que estaba sucediendo dentro de mi cuerpo.

En ese momento, Charles se despertó y, con voz suave pero firme, me indicó que volviera a la cama. 

-Cariño, debes descansar-, insistió, extendiendo una mano hacia mí.

Suspiré, sintiendo la frustración y la incomodidad acumuladas en mi interior. 

-He pasado tres días en cama desde ese día. Por favor, necesito mover las piernas-, respondí con un tono de súplica en mi voz, buscando algo de libertad en mi confinamiento.

Pero las palabras de Charles me detuvieron en seco. 

-Mi amor, ven-, me llamó con dulzura, pero con una firmeza que no dejaba lugar a la discusión.

Me sentí agotada y vencida, así que me recosté nuevamente en la cama, resignándome a seguir las órdenes de  charles 

-Por favor, Charles...- intenté expresar mi preocupación, pero fui interrumpida por su voz dominante.

-el médico te dijo que nada de caminar o cargar. Y parece que estás ansiosa por hacerlo-, concluyó Charles, dejando en claro que no toleraría desviaciones de las indicaciones médicas.

Sentí la mano de Charles acariciar suavemente mi vientre, y luego sus cálidos labios depositaron un beso tierno en esa zona.

-Hoy cumples tres meses-, dijo Charles con una sonrisa dulce, pero con un dejo de ansiedad en su voz. Asentí, reconociendo el hito en mi embarazo, y agregué: 

-Es del tamaño de un melocotón-

Charles suspiró, expresando su frustración por nuestra situación actual. 

-Estoy ansioso por que nos vayamos a casa. Odio que tengamos que quedarnos en hoteles, ni siquiera sabemos en qué casa viviremos- admitió, revelando la incertidumbre que también lo aquejaba.

Traté de calmar sus preocupaciones. 

-Podemos esperar...- sugerí con cautela, aunque en el fondo compartía su deseo de establecernos en un lugar propio.

Pero Charles no parecía dispuesto a dejarlo pasar. 

-También tenemos que casarnos- agregó con determinación, llevando la conversación hacia un tema que habíamos estado posponiendo.

-Charles, tenemos mucho tiempo-, respondí,

Escuchamos el golpeteo en la puerta, indicando que era hora de levantarse para la sesión de clasificación. La voz de uno de los miembros del equipo nos recordaba nuestras responsabilidades.

-Charles, es hora de levantarse, hay una qualy esperando- anunciaron desde afuera.

Charles me miró con determinación y dijo: 

-Quiero que te quedes aquí-. Sus labios se posaron en los míos en un beso cargado de preocupación.

-No, Charles, debo ir. Me quedaré sentada, te lo prometo. No ayudaré con los neumáticos ni nada parecido- respondí con firmeza, sintiendo la necesidad de estar presente, aunque fuera solo como espectadora.

Después de un momento de indecisión, Charles suspiró resignado. 

-Está bien, está bien-cedió finalmente, visiblemente preocupado.

(......)

Llegamos al box de Mercedes para la sesión de clasificación, y mientras observaba desde un rincón, George se acercó con una sonrisa.