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Es el cumpleaños de Jules y la temática es motocross, con toques de la escudería Ferrari. El jardín está lleno de colores vibrantes y risas de niños disfrutando de los juegos y la diversión. Jules está con Charles, riendo y jugando como si no hubiera un mañana.

Mi madre se acerca a mí con una mirada preocupada. 

-¿Estás segura? Parece que ha cambiado- me dice en voz baja, refiriéndose a Charles.

Frunzo el ceño ante sus palabras. 

-¿Qué?-respondo, sintiendo una mezcla de molestia y confusión. -Mamá, Jules necesita a su padre, pero yo no necesito un esposo. Además, todos son un asco, elijo mal-, añado con un suspiro frustrado.

Mi madre me mira con tristeza, pero antes de que pueda responder, Jules llega corriendo hacia nosotros. 

-Mami, ¿puedes ir con papá?-, pregunta con su inocente voz de niño.

Asiento con una sonrisa forzada y me dirijo hacia el jardín donde está Charles. 

-¿Qué pasa?- pregunto al llegar, tratando de mantener la calma.

Charles me mira con seriedad. 

-Foto familiar, Jules quiere una foto de nosotros con su trofeo- explica, señalando hacia donde Jules sostiene orgullosamente un trofeo de juguete.

Respiro profundamente, dejando de lado mis sentimientos encontrados por un momento. 

-Bien, pues vamos a tomarla-, respondo, tratando de sonar lo más amable posible.

Los tres nos acomodamos juntos frente a la cámara, una extraña unidad familiar en ese momento. A pesar de todo, me esfuerzo por sonreír para la foto, sabiendo que estos momentos son importantes para Jules, aunque mi corazón esté lleno de dudas y preocupaciones

Jules interrumpe el momento con su dulce voz de niño. 

-Mami, ¿papi podemos estar los 3 juntos?-, pregunta con inocencia, mirándonos con ojos llenos de esperanza.

Respiro profundamente ante su pregunta, sintiendo un nudo en la garganta. 

-Está bien, cielo. ¿Qué quieres hacer?- respondo, tratando de ocultar mi incomodidad.

Jules brilla de alegría. 

-¿Podemos comer más pastel?- pregunta con entusiasmo.

Charles asiente con una sonrisa suave.

-Está bien, solo un poco más-, dice con cariño, mirándome de reojo.

Jules corre emocionado a pedir más pastel, dejándonos solos por un momento. Charles me mira con gratitud en sus ojos. 

-Gracias por darme un hijo tan maravilloso...-, murmura con sinceridad.

-No agradezcas... es lo mejor que nos ha pasado-, respondo, devolviéndole la mirada con ternura.

Sin embargo, el ambiente se tensa cuando Charles decide abordar un tema incómodo. 

-Annia... sé que no quieres hablar de esto... pero lo que pasó esa noche... no nos cuidamos- murmura, su voz cargada de arrepentimiento.

Siento un escalofrío recorrer mi cuerpo mientras evoco ese momento doloroso. 

-No quiero pensar en eso... no tomé la pastilla porque George quería un bebé... así que no sé... no sé-, confieso, luchando contra las emociones que amenazan con abrumarme.

El corazón me da un vuelco ante las palabras de Charles, mientras mis pensamientos dan vueltas en mi cabeza. ¿Embarazada? La idea me golpea como una marea repentina, inundándome de incertidumbre y temor.

Immortal She - CHARLES LECLERC -+18Where stories live. Discover now