Cuando regreses... A mi [Camren]✔️

Capítulo 5

Título: ~Me duele.

La consternación en el rostro de todos muy poco me importó.

—Louis llévala con un doctor para que vende su muñeca o se puede facturar —dije mirando hacia la entrada en la que está la chica que representa mi vida entera. La única por la cual podría morir.

Caminé hasta que me encontré separada solo por una puerta de su existencia.

Paso a paso siento como vuelve a circular el aire por mis pulmones y es mucho, demasiado, me sobra, necesito sus besos.

Abro la puerta, me adentro en la habitación de blanco y miro el cuerpo de mi pequeña sobre esa camilla por lo que me acerco más rápido.

—Mi vida —toqué su carita, es tan suave —Mi amor necesito que abras tus ojitos, Lauren tu no nos puedes asustar —acuno su rostro entre mis manos y acerco mi rostro, siento la sangre fluir por mis venas y un gran cosquilleo en mis labios cuando rozaron levemente los suyos y terminó presionando.

Muevo los labios que mueren de sed, esa que nunca se va y los latidos aumentaron. Seguidamente sentí sus labios suavemente responder. Me aleje.

—Amor, eso despierta bebé —mencioné baijto y con ilusión.

Me alejé de tu cara, te vi mover los párpados y seguido abrir perezosamente tus bellos ojos esmeraldas.

—Princesa ya despertaste. Gracias amor, gracias —volví a acercar mis labios a los tuyos y los besé. No nos besamos, más bien yo te besé, tu no me respondiste.

—¿Qué?¿qué haces? —salió de tus labios.

—Amor tu despertaste y yo... —solté desubicada.

—Te pregunté ¿qué haces aquí? —gélida salió tu voz.

—Estoy para acompañarte pequeña y.. —quería continuar pero no me escuchas.

—Porque no te vas con tu... —tus ojos cristalinos dejaron mi rostro para mirar hacia la ventana de cristal —Tu...tu esposo.

Cogí tu rostro para que me voltearas a ver y te resististe.

—Lauren mírame —esperé por ti —Lauren, ¿no me vas a mirar?

—Porque no me dejas vale. —respondiste molesta, dolida.

—No te voy a dejar ¿Vale? —contesté firme —Ahora mírame.

—No quiero y ya lárgate. —tus palabras caían como balas en mi cuerpo.

Con el reflejo a contraluz veo una lágrima rodar por tu carita. Eso es suficiente para que mi corazón sea consumido por las llamas del infierno.

—Lauren.. —quería parar tu dolor, me dolía causarlo. No quiero.

—Lauren despertó —entró Vero asiendo escándalo —Ally llama el doctor —caminó hasta estar a centímetros de mi y colocó su mano izquierda en mi hombro derecho y haló duro —Maldita la hiciste llorar —al parecer se fijó al igual que yo en tu mejilla mojada —Perra.

Voltear a verla fue uno de los peores errores que pude cometer, su puño se estampó contra mi mejilla izquierda y ejerció tanta fuerza que caí al piso y me dio otro leve mareo.

—Verónica ¡no la toques! —sentí tu grito entre sollozos.

De repente caí en que Verónica frenó el otro puño que iba a ir directo a mi rostro.

—No se te.. —me volví a levantar algo mareda —Te ocurra poner otra mano en mi cuerpo, no tienes derecho imbécil.

—Señora.. —entró Robert y fue rápidamente hacia mí —Su nariz sangra señora.. un doctor.

—Olvídalo —me vuelvo hacia Lauren que está llorando en brazos de Vero —Lauren me dejarías...

—¡No entiendes que te largues! —escupió Vero.

—Tú te callas. —objeté molesta, rabiosa —Pequeña...

El doctor interrumpe, va hacia Laur para examinar su estado y de la puerta sale una furiosa Lucía que está siendo aparentemente "aconsejada" por Dinah.

Lo demás pasó extremadamente rápido.

Cuando acabaron de pasar las chicas pasó un apresurado Louis y fue directo hacia mí.

—Estamos en problemas Camila. —dijó algo agitado.

(Valla hospital este que deja que se forme una fiesta en una habitación)

—Pero ¿qué...?

—Señora de Tomlinson —entró un policía.

Demonios

—Soy yo oficial —salgo de detrás de Louis y Robert —¿Qué se le ofrece?

—Usted se encuentra bajo arresto por agresión en contra de la señorita Lucía Vives.

—Pero... —me quedé sin habla.

—Tiene derecho a guardar silencio o todo lo que diga será usado en su contra.. —ya estaba caminando hacia mí a abriendo las esposas.

—Ella sabe todos sus derechos y no le ponga una mano encima —habló un molesto Louis —Yo seré su abogado y no tiene porqué esposarla, ella no pondrá resistencia —volteó a verme.

—Entonces nos acompaña señora. —volvió a recordar el policía

—Sí, sí oficial —volteé a verte, estás roja y es inconfundible te estás muriendo de celos, estás mirando a Louis y parece que en cualquier momento te pondrás de pie y lo intentarás estrangular.

Aparece una imagen en mi mente y sería gracioso ya que Louis ha de medir 1.80 m mientras que mi bebé es algo más pequeña que yo de 1.64 metros.

Te miro fijamente por unos segundos antes de salir. El doctor está escribiendo en su tablero, Dinah y Vero están con Lucía, Vero sonriendo y Dinah mirándola con decepción pero tus ojitos princesa vuelven a mi.

—Yo te amo, que eso quede claro —anuncié casi sin fuerzas. No estoy preparada para esto, no lo estoy.

—Lárgate perra de valdio —Verónica como siempre.

—Tenemos que ir Camila y llamaré a un médico que te cure las heridas. —dijo Louis mirando mi desartosa vida.

Así con una mirada de dolor deje a mi mundo en manos de otras personas. Todo mi ser quedó tras la puerta de aquella habitación.

Yo no sabía que tenía el destino para mi, todo era incierto y frío, no me gustaba.