Capítulo 25

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Título: ~Duras confesiones.

Pov Normani (Especial)

Veo desde el sofá a Lauren bajando por la escaleras, si no fuese por su color de piel, de cabello y por su estatura que es un poco baja diría que quien baja es Cami. Algo inusual pasó, la veo parar a menos de cuatro escalones y agachó su cabeza. Yo me apresuro a levantarme y llegar hasta donde está.

—Lauren ¿te encuentras bien? —está algo tambaleante por lo que sostengo sus hombros —Ey ¿qué tienes?

—Solo.. no he comido nada —tiene un mal semblante.

—Vamos a hacer algo... tu te sientas en el sofá —la ayudé a seguir bajando —Y yo te prepararé un desayuno para que te logres mantener en pie de acuerdo.

—Vale esperaré.

Así en menos de 45 min ya había desayunado unas tostadas con jalea de frambuesas y un jugo de naranja. Y en estos instantes es donde yo estoy comenzando a preocuparme por lo que diré, tengo órdenes específicas de lo que debo informar pero no es lo mismo decir que hacer como se suele decir "del dicho al hecho hay un buen trecho" y la que se encuentra en una encrucijada con demasiadas salidas soy yo pero la pregunta del millón es ¿Qué harás Normani?¿Qué harás?

Lauren está sentada al frente en un sofá individual observándome fijamente y esperando que le cuente algo. Su semblante cambió solo algo, aún parece muy débil quizás su metabolismo es algo lento como el de Louis y por eso se tarda más en recomponerce.

—Y bien Normani —al menos tiene más fuerza —Me podrías decir porque Camila no está en casa —por Dios le dió justo al clavo ¿qué debo de decir? —Según tengo entendido tiene que viajar dentro de una semana.

—Este... sí, te dijo la verdad, ella debe de viajar...

—¿Dónde está? —Virgencita de la Caridad estoy en aprietos.

—No está aquí —duh Normani obviamente no está aquí —Es decir... ella tuvo que..

—¿Tuvo que ir a preparar algo para su viaje? —¿qué haré?

—Está bien Lauren, ¿quieres saber la verdad? —obvio que no decepcionaré a mis amigos. Ella asintió y dentro de sus ojos color esmeraldas pude ver miedo asomándose —Entonces hablaré con toda la verdad que me es permitida.

—Te escucho —ahora sí es perceptible el miedo en su mirada, aunque intente demostrar firmeza.

—Muy bien, Camila tiene que hacer un viaje a principios de diciembre y es algo impostergable —comencé diciendo una verdad muy concreta —A ella le resulta de suma importancia asistir a donde se le solicitó, el viaje inicialmente tiene condiciones, algunas más estrictas que otras. Entre las estrictas estan que debe de asistir sin falta y sé le fue advertido que en caso de que no se presente ella... bueno, ella no puede faltar y punto .

—¿Por qué no puedo ir con ella?, platicaré con ella a penas vuelva, le pediré disculpas y le diré que estoy dispuesta a ir con ella hasta el fin del mundo —no entiendo porque me causa tanta tristeza.

—Lauren... —no quiero pero tengo, esto no me lo prohibieron y creo que será algo obvio —No puedes ir con ella... porque ella ya... —tomé un respiro —Ya se fue.

—¡¿Qué?! ¿Cómo qué se fue? —su rostro se descompuso y la tristeza invadió la estancia.

—Sí, lo siento mucho —no debes Normani, no debes —Hubo un problema que precipitó el viaje y era de vida o muerte.

Soy testigo del dolor de Lauren, veo sus gruesas lágrimas caer por su rostro y la veo apretar los dientes con fuerza como si estuviera evitando gritar —No... —sollozo bajito —¡No...no..no! - está vez gritó desgarradoramente.

—Ey... —fui a abrazarla, de verdad me causa mucha impotencia no poder ayudarla —Ella volverá a penas le sea posible.

—¡Tu no entiendes! —ella me apartó y sé levantó algo tambaleante —¡Volvió a hacer lo mismo!¡Lo mismo! —siguió gritando y llorando, la veo arrodillarse en la alfombra del salón —¡Se volvió a ir, me volvió a dejar! Siempre es lo mismo.

—Ella no tuvo opción.

—¡Siempre hay opción! —se defendió y eso me molestó, porqué Cami no tiene opción, ella estaba a menos de un suspiro —¡Sólo piensa en ella! Y yo siempre soy segunda opción.

Ese comentario hizo que toda la sangre de mi cuerpo comenzó a entrar en estado de ebullición, como se atreve a hablar de esa manera cuando Camila lo ha hecho todo por ella, miles de esfuerzo, construir un imperio para ser lo suficiente estable para poder ofrecerle la vida que ella decía que merecía.

—¡Deberías callarte de una buena vez! —dije sin gritar pero levantando la voz. Me tiene harta de su quejadera cuando la que enfrentaba exhaustivas horas de terapia para mantenerse de pie y ser capaz de sorprenderla y acompañarla cuando cada día se sentía más débil era Mila —¡No tienes puta idea de que hablas!

—¡La que se debe callar eres tú! —masculló —Tu eres la que no sabes como quema por dentro perder al amor de tu vida por segunda vez y que sea la misma historia.

—¡Si no se iba ella iba a morir! —grité por primera vez desde que comenzó nuestra disputa —¡SE IBA A MORIR! Lo entiendes —me molesté tanto que mis lágrimas rodaron y hace mucho tiempo que no lloro, pero tener una posibilidad de perder a una de mis mejores amigas no es fácil —No quería morir, ella se quería recuperar por ti.

Ella sigue arrodillada y con grandes lágrimas, al parecer está comenzando a entender —¿Qué has dicho? —preguntó en un hilo de voz.

—Lo que escuchas Lauren, Camila está enferma y lleva mucho tiempo en tratamiento porque tiene que realizarse una cirugía de alto riesgo, ella soñaba con estar contigo y rechazó el tratamiento y dijo que se sometería a la cirugía que por tanto tiempo rechazó —tomé un respiro —Ella le tenía terror a esa cirugía porque es tan complicada que solamente se han echo cinco en el mundo y no todas fueron exitosas. Pero cuando te volvió a ver, simplemente ese miedo se esfumó, tú le diste toda esa valentía que ella necesitó durante años.

—¿Por qué no me dijo? —la voz de Lauren es casi un susurro.

—Ella tenía miedo, miedo de no sobrevivir a la cirugía, de que la rechazaras de...

—Rechazarla, eso es imposible ¡Imposible! Yo amo a esa mujer con mi vida —su voz sube pero bajo drásticamente —Con..mi vida...

Así fue como su cuerpo acabó de caer definitivamente inconsciente al suelo.

Rápidamente la recogí y por Dios pesa mucho más que Camila por lo que fue dificultoso cargarla a la segunda planta así que la acomodé en el sofá. Sentí un ruido de ¿una canción de Beyonce? proveniente del bolsillo trasero del pantalón de Lauren por lo que tomé el teléfono con dificultad hasta que milagrosamente cogí la llamada antes de que se callera.

Laurenzo dime que ya se acostaron —sentí la voz de Verónica.

—Verónica, habla Normani, tú amiga está...

—¿Por qué tienes el teléfono de Lauren? —ella rápido interrogó.

—Escucha tu amiga se desmayo en casa de Camila así que te enviaré la dirección para que vengas.

—¿Cómo que se desmayó?¿Está bien?

—Ella está inconsciente así que sí pudieras venir te lo agradecería.

Vale enseguida salgo, envía la dirección, el código del teléfono de Lauren es 9707.

—De acuerdo.

Cuando regreses... A mi [Camren]✔️Where stories live. Discover now