𝐕𝐈

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"Esta noche, realmente quiero sanar tu dolor.
Porque puedo verlo en tu rostro, tu corazón está roto."






Yuuji no tuvo el corazón de cancelar su reunión con su padre y familia, así que, aún con los ánimos por los suelos, y tratando de fingir que todo estaba bien, pasó una tarde en la elegante casa de su padre. Ahora, cuando el día ya estaba oscureciendo, y después de rechazar la petición de su padre sobre quedarse a dormir en aquel lugar, Yuuji prefirió regresar a su apartamento.

A medida que regresaba a casa, Itadori intentaba aferrarse a la esperanza de que todo volviera a ser como antes. Su mente estaba en un torbellino de pensamientos confusos y desgarradores, y su corazón ansiaba poder hablar con Suguru y resolver sus diferencias. Pero el silencio que lo envolvía era opresivo, y sólo sentía el vacío en su interior.

Antes de llegar al edificio, Itadori se detuvo brevemente frente a la tienda de conveniencia cercana. Su habitación ya no era un refugio seguro, y la necesidad de encontrarse con alguien capaz de escucharlo y comprenderlo lo impulsó a buscar algo para consolarse.

"Una cerveza quizás me ayude a relajarme un poco." Dijo en voz alta, y antes de que las palabras hubieran terminado de salir de sus labios, ya estaba cruzando la puerta de la tienda.

La música de bajo volumen que sonaba en el local atraía a los clientes, e Itadori se adentraba en ese ambiente acogedor, buscando una cerveza para apagar el dolor que bullía en su corazón. Al final, se decidió por comprar más de una lata de cerveza.

*** *** ***

Satoru se encontraba en su casa, recostado en su sofá, mientras alguna película de horror se reproducía por la pantalla de su tv. Realmente ni siquiera le estaba prestando atención, sino que su mente estaba vagando entre todos los sucesos ocurridos por la mañana.

De pronto, el sonido de alguien llamando a su puerta lo regresó a la realidad. Con pereza Satoru se puso de pie, y arrastró su cuerpo hasta la puerta, abriéndola y encontrándose con los bonitos ojos color caramelo de Itadori, quien le regalaba una sonrisa nerviosa.

"Hola, Satoru..." Itadori saludó, tratando de sonar alegre. "Traje cerveza, ¿te apetece beber conmigo?"

Itadori estiró una caja de cerveza hacia adelante, revelándola como la oferta que le hacía. Itadori esperaba no ser rechazado por Satoru, después de todo el momento incómodo sucedido por la mañana.

El alfa dominante dudo un poco en aceptar la invitación, pero reconoció que estaba abrumado por el deseo de pasar más momentos al lado del pequeño chico de bonitas mejillas y cabello rosado. Había algo en Itadori que le atraía de sobre manera, algo que hacía que su corazón se suavizara.

"Hey, ¿por qué no? Me podrías hacer una buena compañía." Dijo Satoru, con su voz amable e invitándole a entrar a su apartamento.

Itadori respiró aliviado ante la respuesta positiva de Satoru. Él sabía que esa noche necesitaba de alguien a quien hablarle y ser escuchado, y en este caso, Satoru estaba siendo su única opción. Asintió con la cabeza, cerró la puerta suavemente tras de él y siguió a Satoru, quién se dirigió hacia la cocina.

Yuuji le entregó una lata de cerveza, tragando con fuerza el nudo que se había formado en su garganta en ese momento. No estaba seguro del porqué Satoru fue la primera persona quien llegó a su mente cuando se sintió abrumado, y con ganas de hablar con alguien. Suponía que era por la forma en que Satoru le escuchaba sin interrumpir, por la manera en como lo aconsejaba sin juzgarlo.

"Estar aquí me hace sentir tranquilo." Satoru alzó la cabeza al escuchar la voz del chico más bajito, la cual sonaba un poco rasposa. Satoru simplemente pudo reir por la enorme ternura que le causaba ver a Itadori con las mejillas y nariz completamente sonrojadas, con su mirada ligeramente adormilada.

𝐸𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑚𝑒𝑛𝑡𝑖𝑟𝑎𝑠 𝑦 𝑓𝑎𝑙𝑠𝑒𝑑𝑎𝑑𝑒𝑠. | 𝑮𝒐𝒀𝒖𝒖Where stories live. Discover now