𝐗𝐕

312 59 10
                                    


Yuuji se acercó hasta donde se encontraba Choso, quien observaba como Suguru se ponía de pie con cierta dificultad. El alfa pelinegro solamente los observó de soslayo, y siguió su camino por el pasillo, hasta desaparecer de sus vistas.

El pelirosa, quien ahora se encontraba más calmado, se acercó nuevamente al alfa peliblanco, posando una de sus pequeñas manos contra la ancha espalda del mayor, dándole suaves golpecitos.

"Gracias..." La voz del pequeño pelirosado salió tan bajita, siendo apenas un leve susurro, mientras bajaba la mirada. "Lo siento si reaccioné tan torpemente, y por haberme puesto a llorar como un cobarde, es solo que... Nunca he sido muy fanático de la violencia." Yuuji alzó la mirada, mostrándole una bonita sonrisa al alfa dominante. "Gracias por haberme defendido, Satoru."

Itadori giró su cabeza, buscando a su hermano con la mirada, para posteriormente mostrarle una media sonrisa como disculpa.

"Me gustaría hablar a solas con Satoru..." El menor pronunció, mirando con nerviosismo a su hermanastro. "Lo siento por haberte traído hasta aquí conmigo por nada, pero, estoy seguro de que Satoru me ayudará a llevar todas mis cosas a casa, ¿cierto?"

El albino pudo ver como aquellos bonitos ojos de caramelo volvían a posarse en su persona, y simplemente pudo asentir mientras respondía:

"Por supuesto, yo le ayudaré a llevar todo lo que necesite, no tienes que preocuparte, eh..."

"Choso." Aquel alfa se presentó, mirándole de arriba a abajo, analizando la situación con desconfianza, para después posar la mirada en Yuuji. "¿Estás seguro, Yuuji?"

Itadori se acercó hasta su hermano, tomándole ligeramente del brazo, mientras asentía con suavidad.

"Está bien. Realmente Satoru es un amigo de confianza, el me ha ayudado bastante en más de una ocasión" El menor observó como su hermano suspiraba, aceptando resignado.

"Está bien, Yuuji, pero vuelve temprano a casa o vendré a buscarte." Choso revolvió los rosados cabellos del más bajito, mientras pronunciaba aquellas palabras, para finalmente alejarse del menor. Pasó por el costado de aquel alfa peliblanco, a quien solamente le dió una seria mirada de advertencia.

Una vez que Choso se había ido, Yuuji tomó a Satoru del brazo, jalándolo con el dentro del departamento que pertenecía al alfa peliblanco.

"¿En dónde guardas el botiquín de primeros auxilios?" Yuuji le preguntó a Satoru, después de haber hecho que este tomara asiento en el sofá.

"Está bien, Yuuji, solo me lavaré las manos, verás que no son grandes heridas." Satoru murmuró, tratando de ponerse de pie, sin embargo, sintió aquellas pequeñas manos ajenas empujándolo y haciéndole tomar asiento en el sofá de nuevo.

Satoru miró cómo los ojos de Yuuji se clavaban en sus manos. Al ver aquellos ojos hermosos llenos de preocupación, sintió su pecho llenarse de una emoción que no había sentido antes. Los ojos color caramelo de su pequeño Yuuji eran simplemente hermosos, esos ojos que tanto lo enamoraban.

"Permíteme ir a buscarlo, Yuuji." Susurró Satoru, tratando de ponerse de pie otra vez, pero Yuuji obstaculizó sus movimientos nuevamente.

"Necesito hacerlo yo, no importa lo débiles que sean mis intentos, me alegro de que pueda hacer algo por ti, ya que siempre me ayudas tanto, Satoru." Yuuji repetía, con una mirada suave y agradecida en su rostro.

Satoru no pudo evitar sonreír ante sus palabras. Esto era lo que anhelaba, la atención, ser el a quien Yuuji miraba.

"Tú eres demasiado amable, Yuuji." Satoru dijo, mientras miraba aquellos bellos ojos que lo enamoraban tanto.

𝐸𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑚𝑒𝑛𝑡𝑖𝑟𝑎𝑠 𝑦 𝑓𝑎𝑙𝑠𝑒𝑑𝑎𝑑𝑒𝑠. | 𝑮𝒐𝒀𝒖𝒖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora