XII. Curiosa forma de funcionar del destino

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Los días pasaron después de lo ocurrido con Taylor y todo el montón de sus abogados. La tranquilidad que había invadido a Karlie anterior a dicha reunión, se había esfumado por completo. La modelo estaba en un estado de estrés masivo, el trabajo en su agencia de modelo era cada vez más, las sesiones de fotos se hacían cada vez más agotadoras, los ensayos para las pasarelas, incluso las pasarelas en sí mismas, le parecían un tanto aburridas.

Y es que desde que Karlie salió de aquella sala de juntas de ese restaurante era como si las dudas y el nerviosismo se apoderan de ella. Se cuestionó de nueva cuenta si todo el dinero que Taylor le ofrecía valía tanto la pena como para experimentar todo lo que tenía en mente la cantante. Y es que si solo le hubiera pedido seis meses de sexo, no hubiera ningún problema; si algo podía manejar perfectamente Karlie, además de la cocaína y de su caminar por la pasarela, era su cuerpo. Esa muy necesaria herramienta a la hora del buen sexo. Si Taylor le hubiera pedido solo sexo a cambio de una cifra menor de dinero el nerviosismo de Karlie no sería tan notorio.

La forma en la que la cantante le había planteado toda la situación a la modelo, el decirle que solo buscaba experimentar, saber que era lo que le gustaba... toda aquella frase de las piezas del rompecabezas incompletas en su interior; hizo que Karlie cayera y sucumbiera ante sus peticiones. Taylor la había envuelto en aquella bella historia en donde sólo buscaba encontrarse a sí misma. Prácticamente le había planteado un cuento de hadas en donde vivirían juntas, la chica mayor cubriría todos los gastos y todavía le pagaría a la menor, tendrían muchísimo sexo, lujos y excesos... toda aquella vida que tanto le gusta a la modelo. A parte de que ¡por Dios! ¡Taylor es condenadamente sexy! Su altura, su cuerpo, las curvas que en este se formaban, sus ojos, su cabello rubio, sus facciones tan delicadas y finas, su piel tan suave, y los labios rojos que ya había probado la modelo con anterioridad... en fin. La mujer era sugerentemente perfecta. Karlie no tendría problema alguno en no cerrar los ojos mientras se la cogiera.

Todo el planteamiento y comparación del cuento de hadas con la situación que estaba por vivir tomó por total sorpresa a Karlie. Jamás se había imaginado hacer algo así, y menos con un contrato de por medio. La rubia de ojos verdes era ese tipo de chicas que creía en el amor, porque lo había visto, con sus padres y muchos de sus amigos quienes mantenían su "y vivieron felices por siempre" en la actualidad; más no sabía a ciencia cierta si las relaciones amorosas que había establecido anteriormente eran amor, sexo, amistad confusa. Había demasiadas opciones y Karlie no se iba a detener a pesar en algo por el estilo cuando tenían semejantes y maravillosas distracciones al alcance de su mano.

Pero justo ahora la situación era totalmente diferente. Karlie se estaba planteando realmente tener su final feliz con Taylor, y no precisamente en el sentido pervertido de la palabra. La modelo de alguna forma creía que todo lo que estaban a punto de iniciar podría terminar en algo bueno. Taylor se veía como una niña bien, por así decirlo. Era alguien de quien probablemente Karlie sin problema se pudiera enamorar.

Es por ello que todo el nerviosismo y el mal genio de la modelo se hacían notorios de tanto en tanto. Había tantas cosas que podrían salir mal. Tantos mal entendidos. Tantas situaciones hipotéticas en donde la relación simplemente se desplomaría en un abrir y cerrar de ojos. Había muchos miedos y dudas en la cabeza de Karlie.

Y ahí estaba nuevamente el pensamiento. Karlie pensando en "una relación", en "enamorarse", en "tener un final feliz" con una rubia perfecta....era como si la modelo entrara en un círculo vicioso en donde lo negativo se veía opacado por lo positivo; pero las dudas de la modelo la devolvían a lo negativo, y así sucesivamente.

Ese círculo vicioso estaba haciendo que le afectaran en su trabajo y aparentemente también con sus amigos, ya que en ocasiones anteriores la habían invitado a salir, pero la alta modelo solía regresar temprano a casa diciendo estar cansada y con la excusa de que tenía trabajo al día siguiente muy temprano. En esas fiestas la mayoría de las asistentes eran sus amigas, y aunque la party no era nada comparado con las fiestas que anfitriona VS; eran realmente buenas. Inclusive en una de esas fiestas reconoció a Joshua a lo lejos, este se acercó a saludar, intercambiaron un par de palabras, bailaron, bebieron, Karlie presentó a Josh con varias de sus amistades como Adriana, Cara, Sean, Lily... en fin; prácticamente todos sus conocidos en la fiesta; y por supuesto la modelo y el chico terminaron teniendo sexo en una de las camionetas del empresario.

Ilusiones AjenasWhere stories live. Discover now