Trunks ha matado a los temibles androides y ahora gobierna paz y tranquilidad en el mundo. Ahora Trunks se aventura a otra mision; revivir a las personas que han muerto por los androides y de paso conoce una jovencita llamada Mística quien lo ayudar...
La abracé tan fuerte como pude. La extrañaba tanto, y me sentía tan feliz de verla, de sentirla.
—Estas enojada con Trunks ¿no? —suelta, sorprendiéndome.
—¿Como sabes eso mama?
—¡Estoy en el cielo! Aunque no en el mundo... me doy cuenta de todo lo que sucede, mas contigo que con cualquier otro... ¡Eres mi hija y desde aquí te protejo! —me contesta sonriéndome dulcemente.
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—Trunks... no me ama... como me lo había dicho... ¡Nunca sintió nada por mí! —digo mientras ella asiente arrugando cada vez más su frente.
—¿Estas segura? ¡Porque lo que vi fue que vio a una amiga de hace muchos años atrás! Que fue su novia, sí... pero ya no... —me contesta haciendo que me separe de ella arqueando una ceja y cruzando mis brazos.
—¿Así que estas al lado de él?
—¡No hija!! —exclama—. ¡Estoy en contra de tus celos! ¡El joven Trunks te ha demostrado de millones de formas que te ama!
—¡No sabes nada de eso madre! —contesto con arrogancia mientras mi madre muy tranquilamente se sienta en el césped.
—Sé más de lo que imaginas, hija... Se que él corrió por salvar tu vida cuando esa cosa parecida a una lagartija te hirió gravemente... —yo bajo mi mirada con vergüenza.
—¿Como sabes...?
—¡Ya te dije!! Aquí hay alguien que me tiene al tanto de todo lo que ha pasado... —yo me siento al frente de ella.
—¿Wills? —le pregunto, ella asiente.
"¿Como no haberlo sabido antes?"
—¡Él te ama hija! Tienes que tener inteligencia de mujer y no de niña, ya no eres una niña... —agrega mi madre acariciando uno de mis brazos, mientras le sonrío.
—¡Sabía que ibas a estar aquí! —escucho atrás mío; Trunks.
—¿Qué haces aquí? —escupo sin verlo moviendo mi cola de un lado a otro con enojo.
—Quiero hablar contigo...
—¿Ya le vas a decir, hijo? —le pregunta mi madre levantándose con una sonrisa clavada en su rostro.
—Sí señora... —le contesta, mi madre me guiña un ojo y se va del lugar dejándome a solas con Trunks. Levito y aterrizo nuevamente en el césped, pero de pie, dándome la vuelta mirando a Trunks a los ojos, pero seria.
