Capítulo 17: Una nueva amiga.

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Llegue a la escuela y me apeé del auto. Camine hasta la entrada principal con la vista baja, no quería que nadie viera mis ojos inundados en lágrimas. Todos pasaban por un lado de mí, personas con una vida sin peligros extremos, sólo estudiar y seguir con vida y salud... 

Cuando en el momento menos esperado, Lucy me tocó el hombro y me hace alzar la vista, parpadee varias veces para deshacerme de las lágrimas, y dí una tímida sonrisa para no preocupar, ella me sonríe y me dice:

-Buenos días, eh... ¿Tienes mi falda?

-Oh... este... me temo que no... lo siento, te la entrego mañana.

-Vale, no te preocupes, y... ¿Qué hiciste en todo el fin de semana?

En ese instante me pasó un flashback de todo lo que pasó, dejándome con la vista perdida.

Parpadee dos veces y la voltee a ver y le respondí:

-Fui a... un lago y a la joyería.

-oh... y, ¿a la joyería para qué?

-Ah, este... para comprarle unos aretes a mi madre.

-Ahhh, es eso.

-Sí, em, tengo que ir al baño... si me disculpas...

-Oh, claro.

Me alejé de ella a velocidad de caminata y me metí al baño. Corrí al lavamanos y dejé caer la mochila al suelo y me lavé la cara con brusquedad, quería deshacerme de esa sensación de sofoco, de desespero... de ansiedad... el saber que mamá se casaría con un asesino en 6 meses... que se haría... mi padrastro... no quería ese destino... no lo podría ver ni a los ojos... es demasiado, no podría  soportarlo por mucho. Entonces entró una chica, que no había visto antes, la seguí con la vista por el reflejo del espejo hasta que se puso a 3 lavamanos de mí. Tenía los ojos cafés, tenía el cabello pelirrojo anaranjado ondulado y corto hasta los hombros, blanca, muy blanca con pecas en la nariz y alta. Me veía con detenimiento mientras se lavaba las manos, me sonrió con una sonrisa despiadada, lo que era raro porque eran los primeros 20 segundos que la vi por primera vez, tenía los dientes de enfrente perfectos, pero como fue creciendo su sonrisa me di cuenta que tenia dientes de tiburón. Le quité la vista de encima y me puse a hurgar en mi mochila para evitar el contacto visual con la chica. Y cuando encontré mi polvo y lo abrí, vi que estaba detrás de mí, y di un pequeño brinco silencioso. Ella me veía el rostro por el reflejo del espejo de mi polvo, me giré rápidamente y ella por fin habló:

-Hola... lamento haberte incomodado, pero... soy nueva y todos me ven raro, y tú... pues... no me has visto con repudia como los demás... ¿te importaría mostrarme la escuela? Por favor.

Por su acento, parece extranjera aprendiendo el idioma.

-Claro, en la hora de comer

-Muchas gracias, este... ¿Cual es tu nombre?

-Sofía Morgan.

-Un gusto, yo soy Bonnie Fulton, me acabo de mudar aquí hace 2 semanas.

-Bonito nombre, Bonnie... 

-Gracias, me gusta tu nombre también... y aparte... eres muy linda.

-Eh... Gracias, tú igual.

Soltó una tierna risita y salimos del baño, al parecer, le había tocado en la misma aula que yo, pues entró al salón conmigo... creo que he hecho una nueva amiga.

Cuando se presentó, noté que Mary la veía con detenimiento, de arriba a abajo, sonriendo con malicia. Estaba tramando algo. 

Al terminar la clase del profesor Dimitri, salí del salón a esperar a Bonnie en el pasillo, pero no salía, regresé al salón y vi que Mary y Bonnie hablaban, Bonnie estaba acorralada contra un escritorio, y Mary recostada sobre sus manos en el escritorio al rededor de Bonnie, me alejé de la entrada para que no me vieran, acerqué el oído a la puerta para tratar de escuchar de lo que hablaban. Entre las risas y charlas del pasillo distinguí sus voces, y decían:

-Anda Bonnie, quédate conmigo, te harás popular y todos los chicos querrán estar contigo, por que eres hermosa, sólo te falta popularidad para llamar más su atención.

-P-pero... no quiero llamar la atención de todos los chicos... podría ser peligroso. Aparte, ya quedé estar con alguien ésta hora. Así que, si me disculpas...

Entonces escuché sus pasos y me alejé de un brinco de la puerta y salió Bonnie con una pequeña hielera azul de mano. Me sonrió y nos dirigimos al lugar favorito de mi persona, el árbol del patio trasero. Al llegar, Bonnie me preguntó:

-Eh... ¿No íbamos a recorrer la escuela?

-Sí, pero primero vamos a comer, no quieres conocer la escuela con el estómago vacío, ¿no?

-No, tienes razón, hay que comer.

Saqué mi toper con fruta adentro y mi botella de té de durazno. Bonnie sacó un toper redondo con albóndigas adentro, un pan que no conocía, otro toper pero con uvas negras dentro y una botella con jugo de fresas y kiwi. 

Bonnie... comía muy rápido, como si no hubiera comido en 2 días. La veía comer asombrada mientras picaba los pedazos de fruta con el tenedor. Se había acabado las albóndigas en 3 minutos, el pan en 2 minutos, las uvas negras en 4 minutos, pues les quitaba las semillas, y su jugo en 5 minutos cuando yo apenas iba a 1/4 de mi té. Al terminar, nos pusimos en marcha con el tour por la escuela, ella hacía muchos chistes y me hablaba de donde venía, era escocesa y venía de Grampian, me contó que se mudaron por que se habían cansado de la humedad de allá y querían vivir en un lugar cálido un tiempo. Nos la pasamos muy bien en esos 46 minutos de recorrido. Definitivamente, he hecho una amiga nueva hoy.

Mi padrastroWhere stories live. Discover now