Capítulo 30: Lluvia y Viento -Parte I-

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Salimos en silencio de la casa, aún atónitos por lo recién sucedido. La abuela seguía triste y no borraba su expresión de arrepentimiento; Ben salió a lo último dejando salir a la mujer primero, luego a mi, me dedicó una mirada de preocupación antes de cerrar la puerta, dejando en silencio la casa.

Subimos al coche, le pedí a la abuela que se subiera en el asiento de atrás, ella no se negó porque sabía que en caso de un choque, la bolsa de aire la podría asesinar; Seguido, subí yo al asiento del copiloto y luego Ben al lugar del piloto. Nos pidió que nos abrocháramos los cinturones antes de arrancar el coche, sólo se pudo escuchar el 'click' del broche al unísono. Ben arrancó el auto para salir de aquel lugar perdido en el tiempo, donde el aroma es dulce y el aire pacífico.

Abrí el espejo que se encuentra en el techo para verme el cabello cuando en realidad veía a la abuela, tan perdida en sus pensamientos, apoyada sobre su codo con su barbilla hundida en sus manos, viendo por la ventana y pestañeando lento. Sus ojos se veían vidriosos, como si unas lágrimas estuvieran a punto de salir.

Ben venía muy concentrado en el camino, casi evitando todo tipo de contacto visual con cualquier ser con ojos. Había un silencio casi ensordecedor en el interior del coche, solo nuestras respiraciones disparejas: la de la abuela muy lenta, la de Ben un poco acelerada y la mía lenta.

En el punto que empieza la carretera para salir de la ciudad, se comienzan a ver muchos árboles muy altos, entre esos robles y encinos así como arbustos y muchas hierbas escondidas entre el pasto.

El silencio en el coche era insoportable como incómodo, así que decidí en encender la radio. Seguían pronosticando lluvias pesadas, me preocupaba que nos sorprendiera en la carretera de regreso, era peligroso. Nos recomendaban quitar los toldos, pues se había previsto viento también, no muy fuerte, pero era mejor prevenir. Le comenté a Ben:

-Tendremos que apresurarnos, no vaya a ser que nos sorprenda la lluvia en el camino

-Lo sé... en cuanto resolvamos esto, nos preocuparemos de esta lluvia

Hacía mucho tiempo desde que lo había visto así de frío conmigo. Esta situación con ese sujeto nos estaba afectando. No sabía que iba a suceder después, estábamos yendo por decisión firme de la abuela, yo iba con la intención de llevarnos a mamá de ese lugar... pero sobretodo, de ese hombre.

Los altos árboles se veían más lejos cuando empezaron los huertos y maizales. Las nubes se veían más cerca que hacía un rato, eran al rededor de las 2 de la tarde y se había pronosticado para la noche, no podíamos ir más rápido y el hotel quedaba a buen rato de la ciudad, unas 3 horas más o menos. La playa quedaba algo lejos de el área metropolitana de donde yo vivía.

Después de un largo viaje, llegamos al bendito hotel, donde tuvimos que decir a qué entrabamos al guardia en la entrada, como en todos los hoteles. Después de que el hombre nos analizara con la mirada hasta los huesos, entramos, nos estacionamos no muy lejos del lobby, era un lugar muy bonito, para ser un estacionamiento. Entramos al super amplio salón del lobby, el techo estaba a unos 7 metros sobre el suelo, el piso era tan lustrado que podía ver mi reflejo perfecto en ese mármol, habían sillones en cada esquina con mesas de centro con pequeñas y decoradas macetas de flores, entraban y salían botones con maletas y llegaban más huéspedes a registrar su llegada.

Le avisamos a una chica que veníamos de visita con un "amigo" y que queríamos saber su habitación, dimos su nombre y comenzó a buscar en su computadora, su mirada cambió un poco, subió una ceja y luego alzó la mirada:

-Uh... la persona que me comentan... se retiró hace un rato, su reservación concluyó hace 1 hora, lo siento.

Ben se mostró sorprendido pero en realidad estaba preocupado a la vez que furioso, disimuló perfectamente su enojo:

-Oh, ¿En serio? Rayos, bueno, muchas gracias señorita.

Le dedicó una sonrisa seguida de un guiño, la chica se sonrojó y soltó una risita nerviosa, tenía que ser Ben. Rodé mis ojos y luego le agradecí nuevamente a aquella muchacha de pecas y gafas.

Salimos de aquel agitado lugar para dirigirnos a nuestro coche. Ben salió del estacionamiento en dirección a la entrada, el guardia nos miró por unos segundos y luego nos dejó salir. Nos detuvimos a un lado de la carretera y por fin alguien soltó una palabra: Ben, a mi:

-Entonces... ¿Qué se supone que haremos ahora? Ese bastardo... sabía que vendríamos.

-Bueno, era un poco obvio

-Eso no importa, lo que importa es que tenemos que llegar a el y quitarle a mamá

-Bueno, genio, ¿Y cómo piensas hacer eso? ¿Hmm? ¿Con GPS o con poderes? No tenemos forma de... un momento...

-¿Qué?

-No preguntamos si iba con mamá... a parte, ¿No oíste? Dijo que la reservación terminaba hoy... y el viaje era por dos días...

Ambos volteamos a vernos el uno al otro, con ojos como platos, sin palabras.

La abuela rompió el silencio después de varias horas sin hablar:

-Eso... ¿Qué significa?...

La volteé a ver, mordiéndome el labio inferior, le alcé la mirada y dije certera:

-Yo... no lo sé...

(Siento que jamás leen esto, pero aún así lo pongo :3) Hey conejitos, les ruego que me perdonen por no haber actualizado en tanto tiempo, fueron unos meses muy pesados y largos para mi: ingresar a una escuela "elite" de mi ciudad, otra muerte en la familia que desató el odio, condiciones médicas mías, vacaciones y así me puedo ir. Les agradezco MUCHÍSIMO que me sigan leyendo incluso siendo la escritora más irresponsable de wattpad. Es bueno volver a poner los dedos sobre el teclado después de tanto tiempo. Esperen la 2da parte del final, besitos, los quiero <3 

Mi padrastroWhere stories live. Discover now