Capitulo 8

1.1K 113 15
                                    

Capitulo 8

[Ren]

Estoy sentado sobre sus piernas, rodeando su cuello con mis brazos, apoderándome de sus labios, no sé qué tienen sus besos que me impiden alejarme de él. De algo estoy seguro, lo volveré loco por mí. Su beso se volvió suave terminando de besarme, me toma del rostro con una mano, acariciándome la mejilla con su pulgar.
no vayas tan de prisa.
pero... ¿No te gusto?—no puede rechazarme una vez más.
Me gustas, pero yo quiero tu amor no tu cuerpo—me quede en shock, fue como un balde de agua fría, ¿amor? ¿Por qué me es tan difícil de comprender esa palabra?—quiero ir al cine. ¿Vamos?—me toma de ambas manos, me sonríe acercándose a mis labios, depositando un corto beso.—Prometo que seré bueno Renata, te cuidare, te hare feliz—lo mire a los ojos, me sonríe con ternura pero de cierta manera esa sonrisa me hace sentir deprimido. Él está hablando de amor pero por qué no me dice que...
¿y me amaras?—me pide mi amor pero él no lo menciono en las cosas que hará por mí. Jr me sonríe asintiendo.
quizás mucho antes de lo que puedas imaginar

[MinHyun]

Y de nuevo tuve que ayudarle a Ren, nos dimos cuenta que Peniel nos seguía, llegamos a la plaza, entramos a una tienda de ropa, Ren según fue a los probadores de mujeres pero salió por la otra puerta y yo estoy fingiendo que estoy esperando a Renata. ¡Esto es horrible! Un día de estos en verdad me las cobrare todas Ren. Suspire recargado en la pared girando a la entrada de la tienda verificando si Peniel sigue vigilándonos.
¡se ha ido!—festeje en voz baja, sonreí inclinándome a tomar mis cosas, y la chaqueta de Renata, bueno de Ren. Salgo de la tienda con pasos veloces antes de que ese bobo de Peniel regrese, voy dando pasos grandes pegándome a la pared, así puedo esconderme en alguna tienda por si llego a verlo. Volteo para todas partes asegurándome de que no está cerca. ¡Genial! ¡Hora de huir! Comienzo a correr pero antes de dar el siguiente paso una mano se aferra a mi muñeca jalándome con fuerza
metiéndome a un angosto pasillo, perdí completamente el equilibro chocando de frente contra la pared, ¡dolió! ¡mi cara! Intente llevar mi mano al rostro pero mis manos no puedo moverlas, las tengo detrás de la espalda, puedo sentir con claridad como me junta mis muñecas con lo que pienso es un cinturón.
¡pero... qué...di...—fue un intento de grito justo cuando me tomo de los hombros girándome, pegando mi espalda contra la pared, mire sorprendido a Peniel, luce molesto, esa mirada no soy capaz de sostenerla. Muevo mis brazos y desvió la mirada—¡eres un salvaje! ¡Quítame esto!—grite furioso mirándolo de frente, ok me da miedo pero no se lo demostrare. Tengo que hacer que me suelte, temo que pueda hacerme después.—¿Estas sordo o qué?—grite mirándolo con rencor, él desvía la mirada molesto volviendo a mirarme, tomándome de la barbilla con su mano, acercando su rostro al mío.
Ten cuidado, no suelo ser tan amable.—Trague saliva actuando como si no me intimidara.
¿amable tú? Si claro—me reí a carcajadas, intentando hacer ruido y mi salvador llegue a mi rescate. Volteo hacia el final del pasillo, me toma del rostro aplastando mis mejillas con su dedo pulgar e índice haciendo que lo voltee a ver, la distancia entre nuestros labios se va acortando.
¿te parezco gracioso?—me cuestiona prácticamente sobre los labios, ok esto, esto ya me asusto. Me mira directo a los ojos—¿Intentas jugar conmigo?
no...tengo idea...de que hablas—¡Rayos! Tartamudee.
¿Dónde está Renata?—me pregunto sin apartarse de mí.
yo que sé. No tengo ni la menor idea. Ahora que te respondí ¡desátame!
¿Te han dicho que eres altanero?—me acerca a él apretándome mis mejillas.
¿yo? ¡Solo suéltame! No tengo humor para jugar con alguien como tú—me está fastidiando, ¿yo altanero? Para nada, solo soy un chico normal.
¿Qué crees? Yo si tengo ganas de jugar—me miro con una sonrisa ladina en su rostro, acercando sus labios a rozar los míos.—Pareces un juguete interesante—habla sobre mis labios sintiendo la fricción contra los suyos. Lo mire... simplemente lo mire, debería odiarlo por lo que acaba de decirme pero me siento acorralado quizás por eso mi mente se mantiene tranquila. Me mira a los ojos antes de cerrarlos comenzando a mover sus labios sobre los míos, atrapando mi labio inferior, absorbiéndolo me estremeció, mi labio palpita entre sus labios, lo succiona soltándolo para enseguida apoderarse de mi labio superior y es así como empieza a besarme, con cada movimiento de sus labios provocan un sensación en mi estómago. Lentamente voy cerrando los ojos moviendo mis labios a su ritmo dejando que lleve el control, pega su cuerpo más al mío, su lengua delinea mis labios, abrí los ojos asustado al descubrir que permití que su lengua invadiera mi boca y su lengua tuviera el descaro de tocar la mía. Levante mi rodilla con fuerza golpeándole su entrepierna, me mordió el labio inferior a causa del golpe, se aparta de mí para poder sobarse del dolor. —¡Eres un idiota!

Yo y mi otro yoWhere stories live. Discover now