Yo y mi otro yo

Capitulo 26 --- Penúltimo

Capitulo 26

[Aron]

Detengo mis pasos hacia Renata al ver como su cabello se va acortando mágicamente al igual que su busto desaparece, y renace algo en su entrepierna, su cabello quedo completamente corto, todo su cuerpo femenino ha cambiado a...

—¡¿Ren?!—grite impactado provocando que él voltee a verme quedando de frente pero separados por varios metros de distancia. Su corto cabello se le pega al rostro a causa de la lluvia, estoy impactando mirándolo, me saca de mi trance el sonido de un auto frenarse y otro de un claxon obligándome a voltear a la calle viendo a dos autos que estuvieron a punto de chocar, regresando mi mirada a Ren pero ya no está, corro lo más rápido hacia la fuente, deteniéndome donde él estaba de pie vistiendo ese vestido ajustado y tacones de Renata. Recorro todo el lugar corriendo, buscándolo hasta detrás de los arbustos pero nada, desapareció. Es imposible. ¡Es una locura!

[MinHyun]

Mendigo desgraciado, mentiroso. Te juro que te arrepentirás por quererme ver la cara de tonto, ya verás de lo que soy capaz. Me levante tan rápido como pude tocando el timbre pidiendo al chofer detener el autobús, enseguida que las puertas se abrieron baje corriendo dispuesto a cruzar la calle y enfrentar al imbécil de Peniel pero mi celular comenzó a sonar impidiendo que dé un paso más. Viendo en la pantalla que se trata de Ren, viniendo a mi mente el paraguas que olvide en el autobús, sintiendo el agua caer sobre mí, cerrando mis ojos imaginando lo peor, llevando el celular a mi oreja.

—Aron me descubrió—me grita desesperado, no entiendo que tiene que ver Aron ahí—Ven rápido por mí...—guarde enseguida mi celular corriendo en dirección donde dijo que esta, ¡maldición! Deje el paraguas en el autobús.

Después de ir al encuentro con Ren y encontrarlo oculto detrás de un auto, lo cubrí con mi suéter, detuve un taxi para que Ren pudiera subirse corriendo sin ser visto, pidiéndole al taxista llevarnos a la casa de Ren, curioso volteo a ver de reojo a mi amigo. Ya en su casa, en su habitación, él sentado en la cama y yo secándole el cabello con una toalla.

—¿entonces Aron te vio?—cuestione moviendo la toalla por su cabello frotándolo por momentos.

—No sé por qué pero él estaba ahí—su voz es suave pero con un tono de preocupación.

—¿y Jr? ¿te vio?

—lo dudo—suspira llevando ambas manos a su rostro, detengo mis manos al sentir temblar sus hombros. Dejándome paralizado sin saber qué hacer, viendo sus lágrimas caer a pesar de que sus manos le cubren la cara.—Ya sé porque no volví a la normalidad con sus besos.—No dije nada, de hecho ni soy capaz de mover mis manos de su cabello—no me ama, dijo que por más que se esforzó no logro enamorarse de mí—auch, eso dolió, Ren aparta mis manos levantando la mirada, viéndome a los ojos—¿por qué? ¿Qué está mal conmigo que no me aman?—cuestiona con sus ojos llorosos, dejándome sin palabras, sin una palabra de consuelo hacia él.

[Peniel]

—¿acaso estas ebrio? Es lo más tonto e irreal que me has dicho en tu vida.—Grite prácticamente desesperado, arruino mi salida con esa chica, bueno tampoco es como si la estuviera pasando muy bien.

—te lo juro, vi claramente cómo se transformó de Renata a Ren, no sé como pero su cuerpo se transformó.—Negué mirándolo caminar de un lado a otro en la sala de mi casa—claro, ahora todo tiene sentido

—¿sentido? Son puras incoherencias lo que estás diciendo—le grite pero parece tan en su mundo que me ha ignorado sin dejar de caminar de un lado a otro de la habitación.