Vampire Academy: esto aun no ha acabado

Capítulo 18

Capítulo 18

(Pov Rose)

Decir que el viaje a Baia había sido igual a los dos viajes anteriores que había hecho antes habría sido una total mentira, bueno, solo una parte, Dimitri y yo habíamos ido hasta Moscú en avión pero no habíamos pasado mucho tiempo ahí. Al igual la vez anterior que había ido a Baia con Dimitri, Moscú era solo una parada, de ahí fuimos a Omsk y nos quedamos en un cuarto de hotel ya que la noche estaba por caer y el viaje en auto que teníamos que hacer nos llevaría varias horas y aun que los Strigoi no entraban a Baia les gustaba rondar por los caminos que llevaban a las ciudades para cazar a sus próximas víctimas, y en mi estado un ataque Strigoi no era nada conveniente, aun menos cuando Dimitri parecía que se había puesto en modo extremadamente sobreprotector, lo que era decir mucho, porque aunque él siempre había sido muy protector con los que amaba esto me comenzaba a volver loca, faltaba muy poco para que me estuviera preguntando cada 5 minutos si estaba bien o si quería algo, casi podría apostar a que si hubiera sido por él me habría encerrado en alguna clase de esfera del material más resistente que pudiera conseguir, poniendo salas alrededor junto con cualquier tipo de protección que a él se le pudiera ocurrir, entendía su preocupación pero esto me hacía sentir inútil y eso no era algo que me gustara en lo absoluto y sin importar que tanto discutiera yo no podía hacerlo cambiar de parecer.

Para cuando por fin llegamos a la casa de las Belicova en Baia yo estaba que quería tirarme de un puente, al bajarme del auto estrelle la puerta a pesar de que sabía que el pobre auto no tenía la culpa de que yo me irritara tan fácilmente por lar hormonas y que Dimitri estuviera en plan excesivamente sobreprotector, aunque debía admitir que era lindo verlo tan emocionado respecto a algo parecía un niño pequeño al que le habían dicho que su cumpleaños, año nuevo y navidad se habían adelantado y que además venían juntos.

-Tengo que hablar contigo niña-Dijo Yeva en el momento en que me vio, sinceramente no tenía humor para nadie ese día y mucho menos en ese momento, lo único que quería era correr lejos y llorar o estar acurrucada en brazos de Dimitri pero claro como habíamos pasado todo el viaje en carro hasta aquí peleando no podía hacer eso. En ese momento la mano Dimitri se posó en mi hombro y las ganas de llorar se volvieron casi incontrolables, pero me negué a llorar enfrente el o cualquier persona, las maletas estaban cerca de él ya que no me había dejado ayudar a bajarlas del auto y llevarlas dentro de la casa, lo que me había echo enojar aún más cuando había reclamado por eso había dado la tonta excusa de que yo no debía de hacer ningún esfuerzo.

-Ya está bien- dijo con tono suave envolviéndome en sus brazos, intentando de consolarme cuando se dio cuenta de mis ojos en lágrimas, parpade con fuerza intentando alejar a las lágrimas traicioneras, demasiado tarde las Belicova ya se habían dado cuenta de ellas.

-Ven niña- Yeva me jalo del brazo apartándome de Dimitri y las Belicova con más fuerza de la que una anciana de no sé cuántos montones de años como ella debería de tener o al menos ser posible de tener pero ¿qué en el mundo de los vampiros tenía sentido? Porque claramente había un montón de cosas que no lo hacían.

Me hizo seguirla hasta la sala de la casa y se sentó en su mecedora como varias veces la había visto hacerlo antes, solo que esta vez no tenía esa actitud que la rodeaba en la que se creía la reina del universo, parecía una persona normal y cansada.

-Se tu secreto- dijo después de una respiración profunda y viéndome directamente a los ojos.

-No sé de qué me hablas- conteste sabiendo que se refería a mi bebé, despues de todo ella era quien nos había echo venir a Baia, sus palabras habían echo  que me pusiera extrañamente nerviosa y que ella me viera con cara de no juegues conmigo, en ese momento entro Dimitri seguido por su madre, Olena y todas sus hermanas , Sonya Karolina y Victoria salvándome de un posible interrogatorio. O al menos eso es lo que yo creía