Capítulo 2: Funeral

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Toco el timbre de la puerta, parándome en puntas de pie para alcanzar el botón de plástico color blanco.

Mis manos están sudando, por alguna razón estoy nervioso.

Miro hacia mi derecha, Emily está aquí, vistiendo una musculosa blanca y una pollera negra, pero lo más tierno es que lleva un moño rojo en su cabeza.

Su mirada inocente me resulta extraña, es como si todo fuera más pequeño.

La puerta frente a nosotros se abre y veo a la madre de Megan, quien nos invita a pasar con una sonrisa.

Emily y yo entramos a la casa, y de un segundo a otro, Cristina se aleja de nosotros y Megan aparece por el pasillo, acercándose con una sonrisa.

Ella lleva puesto un vestido azul oscuro con lunares blancos, una tiara y unos zapatos con brillos multicolor.

Megan, al estar frente a nosotros pone su mano derecha junto a su boca y susurra:

—Si no fuera porque mi madre me obligó, no los habría invitado. —Dice de forma cruel, alejándose al instante.

Emily y yo nos quedamos en el hall estáticos, mi amiga baja la cabeza, avergonzada, mira su pollera y luego se quita el moño, parece que en verdad quería causar una buena impresión con ello, la codeo con suavidad, intento animarla poniendo una cara tonta, idea que resulta fallida. Tomo su mano, sus ojos azules me miran y entonces, yo sonrío.

—Me dijo lo mismo. —Confiesa una voz detrás de nosotros.

Ambos volteamos, encontrándonos a Wendy.

Un extraño silencio invade la sala, miro a mi antigua amiga y hago un recorrido visual de la entrada principal; todo está demasiado ordenado y limpio, como si la casa en realidad fuera nueva y nadie nunca hubiera transitado estos pasillos.

—¿Qué dicen si entramos?

Em y yo asentimos y entramos a la habitación donde está la fiesta, y donde se encuentran los Populares, quienes bailan graciosamente y juegan al fondo blanco con ponche.

Levanto la mirada y logro ver el pastel de cumpleaños, el cual tiene dos velas en forma de uno y cero.

La canción I Gotta Feeling de The Black Eyed Peas que sonaba hace un momento se detiene, yo y todos en la habitación miramos hacia el reproductor de música, Megan acaba de pausar la canción, y yo que empezaba a enfiestarme, pienso de manera sarcástica.

—Okey chicos... Mamá acaba de salir, así que... —Y entonces, después de un largo silencio para generar expectativas la pequeña Megan saca de detrás de su espalda una botella vacía. —A jugar. —Añade con una sonrisa divertida.

Esto es demasiado estúpido, solo que al parecer, soy el único que lo piensa, pues los Populares gritan de felicidad y alaban a Megan por la, y cito: "Increíble" idea que acaba de tener.

Todos a mí alrededor caminan entusiasmados hacia el centro de la habitación y se sientan en un círculo imperfecto.

—¿Qué hacen? —La pregunta de April me descoloca, ella nos está viendo a mí, a Em, a Lily, a Sam y a Wendy, los cinco nos encontramos en un rincón de la sala, parados como jarrones de decoración.

April nos fulmina con la mirada al no obtener ningún tipo de respuesta, y luego Chad se pone de pie.

—Vengan a sentarse. —En ese instante, él camina hacia nosotros y me toma del brazo. —No nos arruinarán la fiesta por estar actuando como inadaptados.

Y así fue como poco a poco nos obligaron a formar parte del círculo y jugar a ese estúpido juego.

Respiro profundo, ahora no solo las manos me sudan, sino que la mayor parte de mi cuerpo lo hace, hago un recorrido de la ronda con la vista, terminando con Megan quien muestra una sonrisa pícara, su mano desciende hacia el suelo, toma la botella y finalmente la hace girar.

El asesino de Brooklyn © [1] (NUEVA VERSIÓN YA DISPONIBLE)Where stories live. Discover now