Próximamente en edición.
Ashley Baker, una adolescente que tuvo bastantes problemas escolares a lo largo de su vida, decide mudarse a un lugar totalmente distinto y lejano.
Ella, nunca ha querido llamar la atención, pero siempre, muy a su pesar, ha...
Si había una persona en el mundo que quisiera pasar más desapercibida en una clase, esa era yo. El problema es que jamás lo conseguía.
En mi anterior instituto, acabe discutiéndome con el grupo al que le nombraban las "babies" y mi vida se volvió imposible. Me seguían en el camino de casa al instituto o del instituto a casa con el único objetivo de tirarme alimentos podridos, huevos o barro en un día lluvioso. El punto de salvado siempre era mi casa, porque como es evidente, dentro del instituto todo era peor.
Tras meses aguantando esa tortura, mis padres decidieron cambiarme a un nuevo instituto pero tampoco funcionó, ya que sabían donde vivía, y finalmente, la mejor opción fue cambiarnos a un nuevo lugar. A mi padre le destinaron a Alabama y nos mudamos allí.
¡¡POR FIN Mudanzas!! Lo llevaba esperando tanto tiempo...
Cuando llegamos a la casa nueva, fue muy fácil la distribución de las habitaciones, para mis padres la habitación con la cama de matrimonio y el lavabo más grande, para mí la habitación con lavabo incorporado pero con cama individual y para mi hermano, la cama individual sin lavabo. Fue decisión de él ya que sabía lo que tardábamos nosotras en arreglarnos.
Vaya... sitio nuevo, casa nueva, muebles nuevos y... por supuesto, instituto nuevo. Un miedo que debía de afrontar.
Empecé el nuevo curso siempre de forma discreta. Nada de tacones que pudiesen hacer ruido, nada de maquillaje y ropa sencilla que no fuese ni muy ajustada ni muy holgada.
Vamos Ash, tu puedes. Todo irá bien... Me repetía en mis adentros continuamente.
Coloco mi bandolera antes de girar la esquina y a través de la pantalla del móvil, reajusto mi pelo. Al menos, si me pasaba algo, estaría bien peinada.
Giro la esquina y encuentro a un grupo inmenso de gente esperando entrar. Tal vez era mi oportunidad para conocer a gente nueva, pero iba a desaprovechar ese momento. Saco los auriculares del bolsillo de mi chaqueta y me evado del mundo mientras escucho música.
Al poco tiempo, el grupo de gente empieza a disolverse a medida que la gente iba entrando. Espero a que queden pocas personas para entrar, sin empujones ni quejas constantes en el oído.
Nada más entrar, hay un patio enorme y unas grandes escaleras que daban a las puertas principales del instituto. Todo el mundo estaba conociendo a gente y hablando por aquel enrome patio lleno de césped, asique decido entrar para ver si en secretaría pueden decirme pronto en que aula me tocaría.
Me pierdo buscando la secretaría y tardo media hora en encontrarla. Sí, tenía muy mala orientación y era capaz de perderme aunque el camino estuviese marcado con flechas.
Cuando lleguo, se había formado una cola de gente bastante notoria. Dudo entre quedarme e irme, pero ya que lo había encontrado, me pongo detrás de unas chicas y espero mi turno.
— Vale, vale nenitas, tranquilas, ya está aquí Mrs. Chase. — grita un chico que acababa de llegar a la cola con su grupo de amigos. — Si queréis alguna foto solo tenéis que pedirla y dejar vuestro número de teléfono apuntado por mi camiseta.— Continua él, mientras se levanta la camiseta para enseñar su torso.
Repugnante, chulo, creído...
Me vuelvo a girar, mirando hacia el frente. Solo espero que ese creído de Chase, no me involucre en algunas de sus bromas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
