El perfecto experimento de mi vida

Capítulo 50 · El beso viral

Parte 2/2

Y así fue, tal y como habíamos acordado. Mark y yo decidimos hacernos pasar por pareja, para darle celos a Ana y porqué no, también a Jason. Cogí su mano para salir de la cafetería siendo el objetivo de muchas miradas curiosas. Se escuchaban pequeños gritos ahogados, personas sorprendidas y personas que decían que no era nada nuevo. Entonces noté como la mirada que siempre tenía clavada en mi nuca, esta vez, desaparecía. Lo había conseguido. 

Fuimos al exterior, al jardín, para poder organizar mejor nuestro plan. ¿Como sería eso de darnos besos si solo somos amigos? Nos sentamos en unos bancos cerca de la puerta, siempre nos sentábamos allí, por si había algún problema poder enterarnos de todo. Conseguíamos tener una buena panorámica del jardín y ver gran parte de la cafetería desde donde estábamos. 

El grupo de Jason, y él, salieron también al jardín. 

- No les hagas caso. - me susurró Mark agarrando mi mano con fuerza. 

Ni siquiera una mirada de Jason. ¿Me ignoraba o había perdido el interés en mi después de aquella noche? Y tras esta conclusión, noté como mi corazón se rompió en pedazos. Tal vez siempre había intentado excusar a Jason, con su reputación y con ponerme a salvo de Bruno, pero a lo mejor solo quería tapar la realidad. Ahora todo empezaba a tener sentido, un sentido que no estaba dispuesta a enfrentar. 

- ¿Sabes Mark? Jamás podré agradecerte esto. - confesé. 

- ¿Tú? Tendría que agradecértelo yo a ti. ¿Tú que ganas con todo esto? - preguntó inquieto. 

- Es cuando actúas, cuando te das cuenta de lo que te rodea. 

Me miró pensativo a la espera de poder escuchar alguna explicación más concreta. Pero a pesar de no encontrarla, no preguntó más, sabía que no debía de hacerlo. Era lo bueno que tenía Mark. Siempre se había criado con mujeres y era como que en cierta parte, podría pasar como una de ellas. Las entendía perfectamente y sabía como tratarlas en cualquier momento. El perfecto chico que toda mujer hubiese deseado encontrar, pero no era para mí. Me gustaba complicarme la vida, y más con el chico equivocado. 

- Concretemos.  - cambió de tema Mark para evadir ese silencio incomodo que empezaba a formarse. - El tema de los besos, las caricias, los abrazos...  

Tapé su boca con mis manos. 

- Aquí no. Alguien podría oírnos, amor. - dije disimulando, sabiendo que Jason nos podía escuchar. - Tenemos que buscar algún sitio secreto para poder intimar sin que nadie se escandalice. - le dije guiñándole un ojo, teniendo a mis espaldas a Jason, para que no pudiese verme. 

Se escuchó un fuerte golpe en una de las mesas del fondo. Todo aquel que estaba en el comedor se giró hacia allí. Jason había volcado la mesa el jardín entera, llevándose con ella, todo cuanto estaba encima. 

Chase incrédulo empezó a admirar su hazaña. 

- ¡Veis! ¡¡¡Jason Brown puede con todo!!! - gritó acompañado de un grito cual gorila en celo. 

- Salvajes. - susurró Mark. 

Jason se percató y vino directo hacía nosotros. Sus puños cerrados a ambos lados de su cuerpo y su mirada fría, intentando controlar la parte de bestia que amenazaba con salir, de nuevo. 

- ¿Que has dicho? - dijo Jason cogiéndole del cuello de la camiseta a Mark.

- Déjale impresentable. Métete con alguien de tu calaña. - le dije plantándole cara.