Capítulo 47 · Expulsión, comida y torso perfecto.

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- ¡Ashley Baker, acuda a mi despacho por favor! – gritaron desde el interfono.

Sabía que era Robert y me asustaba la idea de que hubiese descubierto quien fue el culpable de aquella... pequeña broma. Cogí una profunda bocanada de aire y abrí la puerta del despacho. Robert, quien buscaba entre sus cajones fijó la mirada en mí y furioso me ordenó sentarme.

- Ashley, ya has conseguido lo que querías. – dijo éste quitándose las gafas y colocándolas en el bolsillo de su camisa. – Hemos descubierto quien ha sido el culpable del incidente con el humo y todo apunta a ti.

- No verá, ha debido de haber un mal entendido. – quise excusarme fallidamente.

- No, no ha habido ningún mal entendido. Encontraron a Ron, y confesó todo, además, hemos descubierto su mochila en la taquilla. – dijo Robert enseñándomela.

- ¡Eso es violación de la intimidad! – dije señalándole ofendida.

- A todo esto Baker, le pido que recoja todo cuanto tenga en mi instituto durante el día de hoy y firme y entregue este documento a sus padres.

- ¿Qué- que es esto? – tartamudeé incrédula mientras revisaba el documento que acaba de tenderme Robert.

- Esto es el final de su curso en mi instituto. – aclaró su garganta y orgulloso continuó. – Su expulsión.

Pude ver como contenía la sonrisa de felicidad tras comunicarme que había sido expulsada.

- Debe de haber un error, de verdad, no puede expulsarme. ¡Todo el mundo comete errores! – dije desesperada pensando en la reacción de mis padres.

Robert se levantó de su silla y se acercó a mí. Agarró mi brazo con firmeza y se acercó a mi rostro.

- El primer y único error de toda su vida, ha sido juntarse con Jason. – susurró.

Le miré sosteniendo las lágrimas que amenazaban con salir y salí de allí fingiendo estar perfectamente anteponiendo el orgullo a la situación.

Fui hacia mi taquilla y recogí todo lo que contenía, lo mismo hice con mi mesa y después, no sin antes echar un último vistazo al instituto, me fui de allí sabiendo que jamás volvería de nuevo.

Tal vez Robert tenga razón, desde que conocí a Jason no ha pasado nada bueno en mi vida, tanto en lo personal como en lo profesional. Pero le di mi palabra, y solucionaré con él todo el asunto de Bruno.

Pasé por una de las cafeterías del pueblo, haciendo tiempo antes de llegar a casa.

Podría fingir una larga enfermedad... eso me daría unos cuantos días para pensar en otra excusa o en algún plan para entretenme.

Mi móvil empezó a vibrar, aún no me había dado tiempo a ponerlo en sonido.

Llamada entrante: Número desconocido.

Ignoré la llamada, pero no cesaba y a la quinta vez de volver a llamar, descolgué.

- ¿Sí? – contesté.

- Ashley... ¿Se puede saber que has hecho ahora?

Afirmativo, era Jason. Cerebro piensa alguna excusa porque la verdad es patética...

- Naaaaaadaaaa – alargué mi tono de voz intentando pensar algo que sonase convincente.

- Ashley mientes fatal.

El perfecto experimento de mi vidaWhere stories live. Discover now