~ Capítulo 32 · Rutinas ~

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Salimos fuera de la casa, frente al patio. Hicimos unos cuantos estiramientos y empezamos a correr dando vueltas por el enorme patio que rodeaba la casa. Por cada vuelta que yo hacía veía pasar a Jason tres veces sin esfuerzo. Al menos se había unido a la causa, y él también hacía deporte.

Después de, para mi parecer, cuatro horas corriendo, Jason decidió parar y comenzar mi "entrenamiento". Empezamos por ejercicios básicos de habilidad, para más tarde y con el tiempo poder realizar actividades más complejas.

Tras acabar, volvimos a estirar, y estipulamos un horario diario y una rutina, tras acabar las clases. Todo parecía ir bien, excepto por las agujetas que iba a tener al día siguiente.

Con el tiempo, mi madre comenzó a sospechar sobre mis salidas después de clases, y sobre el apetito con el que llegaba, asique tuve que decirle que estaba realizando clases de defensa personal, en lo cual ella no estaba muy a favor porque pensaba que no las necesitaría jamás, a diferencia de mi padre, quien apoyó mi decisión firmemente.

Entre Kyle y yo habían cambiado mucho las cosas, por suerte o por desgracia, había dejado de preocuparse por mí y los cambios que estaba teniendo, ya que ahora mantenía su atención en las caderas de Jeffanni, su nueva novia.

A ver cuánto le dura...

Por lo que respecta a Mark, no ha vuelto con Beth, pero aún siguen quedado de vez en cuando para como él dice... "mojar el churro". Y Ana... bueno, nunca he tenido una muy buena relación con ella, a pesar de que no nos llevamos mal. Cuando la conocí en un primer instante, pensé que llegaríamos a ser grandes intimas amigas, pero no debió sentarle muy bien que odiase a su hermano, o que conociera a Mark, y acabase teniendo tan buen trato con él.

Solía llamar a Mark para explicarle todo cuanto tenía en mente cada noche, pero siempre evitando el tema de Jason. Mark pensaba que él me daba clases de defensa personal para poder sacarse un poco de dinero a la semana, asique tampoco preguntaba mucho respecto al tema.

Si supiese la verdad... tal vez acabaría fallándole por ocultárselo. De todas maneras, le di mi palabra a Jason y así cumpliré con ella.

Pasaron los meses y conseguí bastante fondo y fuerza, tonificando también mi cuerpo, cosa que estaba totalmente en contra, porque había llamado la atención de algunos chicos del instituto, entre ellos Chase, quien cada vez que se cruzaba conmigo, tenía la estúpida idea de decirme tonterías sobre mi cuerpo, para ridiculizarme.

Jamás cambié mi dieta, a pesar de que tenía que compartir mi pizza con Mark en la cafetería, por su mirada de perro degollado. Sabía cuál era mi punto débil... También probé los batidos de Ana mezclados con patatas y... era una sensación muy extraña pero tampoco me importaba tener que comer patatas mientras ese dulce sabor a fresa se mantenía en mí.

En relación a mis notas, fueron en aumento, tanto que tuve que ayudar a Mark en algunas asignaturas para que el también pudiese aprobar.

Todo por fin, marcha a la perfección.



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Capítulo cortito, pero explico cómo va la situación en su vida.

¡No más rellenos!

Ya me he estructurado la historia y aunque tengo que redactarla ya voy a ir a piñón. Gracias por todos los votos de apoyo y comentarios.

Volveré el fin de semana con el especial:)

El perfecto experimento de mi vidaWhere stories live. Discover now