El perfecto experimento de mi vida

~ Capítulo 11 · Beth ~

- Veo que no le ha servido de nada señorita Baker. - dijo Robert mirando mi expediente.

- No es lo que parece... - dije en un tono amable.

- La misma excusa de siempre. Y dígame, ¿qué hacía en el laboratorio de química, si no le tocaba esa asignatura?

- Escuché un ruido y entré.

- ¿Un ruido?

- Sí, alguien había dejado un líquido rojo en un tubo y estaba reaccionando. - inventé para intentar librarme del posible castigo.

- Bien. - dijo Robert poniéndose en pie - Vayamos a verlo.

Caminé hacia el laboratorio con Robert pisándome los pies. Intentaba crear una excusa convincente para decírsela al abrir el aula y que viese que no había ningún cambio, pero no llegué a tiempo y cuando quise darme cuenta, ya estábamos delante de la puerta. Tragué saliva esperando el momento de entrar.

- Adelante. ¿A que espera? - dijo Robert.

Abrí la puerta y para mi sorpresa y suerte, me encontré con un tubo igual como el que había tomado Jason minutos antes. Robert se acercó a la mesa e indignado por tener que darme la razón, me dejó irme sin ninguna clase de repercusión.

Salí del laboratorio y me dirigí a la siguiente clase. Pasé cerca del grupo de Jason, mirando a éste de reojo. Apartó a cuantos tenía a su alrededor y se acercó a mí.

- No la vuelvas a cagar. No puedo cubrirte siempre. - susurró él para que nadie más pudiese oírle.

Le sonreí, agradeciéndole su hazaña por volver a repetir la creación del líquido y seguí mi camino para no levantar sospechas.

- ¡Hey! - dijo Mark.

- Acabaré odiando tu forma de saludar. - dije recuperando el aliento tras el casi infarto que me había provocado el saludo imprevisto de Mark.

- ¿Has visto a Ana? - dijo éste mientras secaba la lágrima que le había caído por reírse a carcajadas de mí.

- No. Creo que no ha venido hoy.

- No importa. - dijo el rubio encogiéndose de hombros. - Quería hablarte de algo.

- Te escucho.

- ¿Qué pasó con Jason?

- Que directo... - dije junto con una sonrisa forzada. - Nada del otro mundo. Como siempre, discusiones.

Mark apretó su mandíbula.

- ¿¡Ves?! Es que tendrías que haberme hecho caso. Quien sabe lo que podría haberte hecho...

- Hey Mark... - le interrumpí - Estoy bien ¿vale? Es lo que importa.

Mark le dedicó una mirada de desprecio a Jason, pero éste no se dejó intimidar. Le mantuvo la mirada hasta que Mark, por su bien, lo dejó pasar.

- Venga vamos a clase. - dije yo intentando calmar el ambiente.

- He hablado con Beth. - dijo Mark de repente, supongo que también para cambiar la situación incómoda que se había formado.

- ¿Y qué tal?...

- Creo que no saldrá bien. - dijo cabizbajo.

- ¿Cuánto tiempo llevas con ella?

- Tres años.

- ¿Y después de tanto tiempo, no crees que merece la pena luchar un poco?

- No es por mi parte Ash. No soy yo quien se ha rendido y ha dejado de luchar.

Asentí y miré a Mark intentando que mi corazón no se rompiera a pedazos al ver como aquél sonriente chico, estaba viendo perder a la chica a la cual quería sin poder hacer nada. Le abracé apretándole fuerte contra mí, como si eso pudiese cambiar las cosas. Mark me correspondió el abrazo más tarde sin emplear tanta intensidad en ello.

- Gracias. Creo que lo necesitaba.

Le sonreí y agarrada a su brazo nos dirigimos a la siguiente clase.