El perfecto experimento de mi vida

* Capítulo 7.2 · Mark *

MARATÓN 2/4

POV. MARK

Me apoyé en la puerta del instituto esperando a Ana. Por lo contrario, apareció Ash.

- ¡Ash! - le grité.

Miró a su alrededor hasta que finalmente me vio.
Vaya... la verdad es que estaba bastante mona.

- Hola Mark. - dijo Ash cabizbaja mirando a sus lados de reojo.

- ¿Pasa algo? - dije intrigado.

- Mark... me ha pasado algo que...

Justo apareció Ana y Ash decidió mantenerse en silencio. Ash y Ana no acababan de llevarse muy bien y realmente no entendía el porqué. Mujeres... supongo.

- Hablamos luego chicas, llego tarde. - dije volviéndome a colocar la mochila.

Ambas se despidieron y cada uno tomó su rumbo.
Asistí a todas las clases aun sin poder quitarme de la cabeza que era aquello que Ash quería contarme.
En la hora del almuerzo, busqué a Ashley por todos los pasillos, con la esperanza de encontrarla antes que llegar al comedor junto con Ana. Tampoco quería que Ana se sintiese desplazada, asique lo mejor era hablarlo sin su presencia. ¿Se enfadara si no se lo cuento? Bah... no creo, yo no lo haría.

Vi a una chica con dos trenzas, cada una a un lado de la cabeza saliendo del lavabo. Era ella.
Aceleré mi paso hasta llegar donde se encontraba.

- Mark... dime que tienes dos minutos libres. - dijo ella preocupada al verme.

- Sí, dime. - dije casi en un susurro para conseguir hacer más íntima aquella conversación.

- Aquí no. - dijo Ash.

Miró a sus lados y finalmente, me cogió de la sudadera y de un empujón me metió en el lavabo femenino. Por suerte (o no), no había nadie.

- Si me encuentran aquí... me caerá una buena.

- Tranquilo seré breve.

Le miré atento esperando esa pequeña confesión.

- Mark... Jason me está metiendo en problemas...

- ¿Qué? ¿Qué ha pasado? ¿Te ha hecho daño? - Un calor empezó a recorrer mi cuerpo lleno de ira.

- No tranquilo... pero...

- Pero que Ash. - dije.

- Provoca castigos, luego es amable y luego vuelve a ser retorcido, desconfiado y egoísta. No entiendo su comportamiento. Y ayer...

Estaba furioso y posiblemente en todo el día me mantendría cabreado.

- ¿Que pasó ayer?

- Ayer... tuvimos un encontronazo un tanto... peculiar.

- Define peculiar. - dije serio.

En ese momento Ana abrió la puerta del lavabo.

- ¿Que hacéis aquí? - dijo algo molesta.

- Le estaba hablando de la tía que me tiré este sábado. - me inventé una excusa.

Ash me miró agradecida.

- Sí, no veas... es todo un fiera. Ya te lo dije, con las gafas ligarías. - Bromeó Ash.

Ana nos miró y entró en el baño molesta. A pesar de haber disimulado, no tenía la certeza de que se lo hubiese creído, ya que nuestra actitud no nos favorecía nada. Ambos entendimos que la conversación finalizaría en ese momento, asique decidimos salir del lavabo e ir a la cafetería.

- Te esperamos allí. - le dije a Ana, la cual no quiso contestar.

Al salir, el director del colegio, Robert, nos pilló.

- Los dos, a mi despacho. - ordenó él.

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