El perfecto experimento de mi vida

Capítulo 42 · Fiesta

Abroché el segundo de mis tacones, y tras un último repaso delante del espejo baje al salón esperando a Kyle llegar con su coche, el cual por suerte, se había ofrecido a llevarme al instituto.

- ¿Y cómo que no te ha llevado Mark? - preguntó Kyle con una sonrisa torcida en su rostro.

Conocía esa sonrisa. Quería sonsacarme información.

- Mark no es mi pareja, su pareja es Ana.

Noté como Kyle arrugaba el ceño, mostrando como no lograba entender nada.

- Voy sola Kyle. - aclaré sus dudas.

- No te dejaran entrar. ¿Porque no me lo has dicho antes? Podría haber ido contigo.

- ¿Tu? - dije mirándole mientras enarcaba una ceja.

- Entiendo. - asintió comprendiendo algo que yo no lograba entender. - Arruinaría tu reputación.

- Kyle, te recuerdo que yo no soy la popular del instituto, como fuiste tú. - digo mientras ruedo los ojos.

Nunca lo aceptará.

Kyle aparcó, dejándome lo más cerca posible del instituto.

- Ash... - dijo Kyle captando mi atención antes de que saliese del coche. - Que tengas suerte pequeña. - dijo mirándome a los ojos.

No pude evitarlo y le abracé como un acto reflejo. Tal vez me había impresionado la forma tan pura de haberlo dicho, o los nervios que tenía, pero necesitaba ese abrazo.

Asentí y bajé del coche dirigiéndome con mis entradas a los porteros.

- Ashley Baker. - dije.

- ¿Acompañante? - dijo aquel gorila convertido en persona.

- Tome. - extendí mis entradas hacia su libreta.

Asintió, dejándome pasar.

Estaba dentro, escuchando como la música retumbaba dentro de mí y contemplando como todos empezaban a bailar ligeramente tras la ingesta de alcohol.

- ¿Alcohol? ¿En una fiesta?

- Esto ha sido cosa de Ron.

Digamos que Ron era la típica persona que jamás alguien quisiera tener como enemigo. Controlaba cualquier sitio que se propusiera y tenía demasiados contactos. Podía conseguirte cualquier cosa, pero eso sí, siempre por un módico precio o por algo que, según él, le pareciese más apetitoso.

Mi presencia en la fiesta, empezaba a incomodar. Empezaba a pensar que no había sido la mejor idea que había tenido, por llamar la atención de algunas miradas curiosas. Fui al cuarto de baño con la intención de aislarme un poco y poder refrescarme. Tras salir, dispuesta a comerme la pista al subirme los ánimos frente al espejo, me dirigí a la barra a por un poco de Coca-Cola, la cual había sido manipulada con alcohol.

La sala empezó a llenarse de gente y sin saber el tiempo que llevaba ya bebiendo, decidí salir un rato, al patio trasero, a tomar el aire. Mareada por el alcohol, y apoyándome en todo cuanto tenia a mi alcance, conseguí llegar a las escaleras, contemplando los aspersores mojando el césped y la luna brillando en lo alto de la noche. Luchaba por mantenerme quieta y sin dormirme, pero mis esfuerzos eran en vano. Todo daba vueltas.

- Alguien como tú, debería estar ya en casa.

Y entonces reconocí esa voz. La voz que siempre me sacaba de mis pensamientos. Aquella voz que hacia desaparecer el mundo y lograba llevarme a otro lugar.

- Alguien como tú, debería de tener a alguien a su lado. - dije refiriéndome a Carla.

Estaba borracha, pero era muy consciente de que él había preferido ir con otra antes que proponérmelo.

- ¿Y qué me dices de ti? - dijo agachándose frente a mi, hasta estar a mi altura. - Tanto interés por venir, y ahora estas aquí... sola.

- Ven. Creo que aún no estas donde estoy yo.

Jason me miró extrañado. Y con una mueca extraña accedió a sentarse a mi lado, en las escaleras.

- ¿Que...?

- Mira. Todo está tranquilo. ¿Escuchas el ruido de los grillos tras el anochecer fundiéndose con los aspersores? Mira cuantas estrellas hay hoy... y todo, todo esto se pierde cada día. ¿Porque perdérmelo en una noche como hoy, a la que nadie ha querido ir conmigo?

Jason contempló aquel paisaje que ahora teníamos delante. Y en un ágil movimiento, volvió a ponerse en pie delante de mí.

En ese momento, alguien salió del salón pero tras vernos, volvió a entrar, dejando la puerta abierta mientras la música se escuchaba ligeramente de fondo.

- Pareces más humana estando borracha. - dijo Jason extendiéndome la mano. - ¿Bailas?

Sonreí dándome por vencida ante su hiperactividad o algo similar.

- ¿Bailar? Podrían verte conmigo.

- No me he vestido así por gusto. Si lo he hecho ha sido porque sabía que irías así.

- ¿Que? - pregunté extrañada

- Llevas días hablando con tu madre acerca del vestido a la hora de la cena.

- ¿Y tú como sabes...?

- Ya deberías imaginarlo. - dijo Jason sonriendo. - ¿Bailas? - volvió a proponerlo.

Cogí su mano, levantándome intentando que el alcohol ahora no fuese un impedimento.

Jason me levanto cogiéndome de la cintura y bajó los escalones.

- ¡Nos mojaremos! - grité entre carcajadas.

Jason se quitó el sombrero y me lo puso a mí.

- Totalmente protegida. - volvió a sonreír él.

Tras la torpeza en mis pasos, Jason decidió dar ligeras vueltas sosteniéndome de la cintura, sin que llegase a tocar el suelo, a ritmo de la música mientras reíamos. Hasta que caímos.

Yo sobre Jason, y él sobre el mojado césped. Notando como los aspersores mojaban mi espalda, mientras miraba como las pequeñas gotas salpicaban sus mejillas.

Todo era perfecto. El lugar, la música, la compañía... Disfrutaba de cada detalle intentando no perderme nada, como si eso fuese a alargar el momento eternamente.

- Kiss me like you wanna be loved - empezó a susurrar Jason al ritmo de la música que sonaba de fondo - You wanna be loved.

- You wanna be loved. - completé yo sonriéndole.

- This feels like falling in love - continuó él colocando sus manos en mis mejillas acariciándolas. - Falling in love. - dijo acercándose más a mí, apoyando su frente junto a la mía. - We're falling in love.- Acabó susurrando en mis labios.

Me besó tímida y lentamente, volviéndose a separar, mientras miraba cada detalle de mi rostro.

- Settle down with me - continuó con la canción. - And I'll be your safety, you'll be my lady. - dijo cerrando sus ojos y abrazándome, envolviéndome en sus musculados brazos.

- No me sueltes Jason. - escapó de mis labios en un susurro.

- Jamás lo haría.

****

¡¡¡Y hasta aquí!!! El próximo capítulo contendrá una escenita más de la fiesta, pero no quería cortar el momento y he decidido que será mejor acabarlo aquí. Prometo subirlo cuanto antes, para no dejaros con la intriga.

En multimedia: La foto de Jason tal y como fue vestido y la canción que sonaba de fondo tras el beso*-*

Espero que os haya gustado y ahora de nuevo, tras la reconciliación, vuelve la acción (spoiler ¿?)

¡¡Muchos besitos amores!!