El perfecto experimento de mi vida

~ Capítulo 3 · Mark Stone ~

La clase comenzó como todas las demás, presentándonos. A medida que pasaban las horas, más notaba la pérdida de tiempo por haber ido el primer día.

En mitad de la clase, picaron a la puerta. Como norma principal, no podían dejarnos entrar una vez que el profesor empieza la clase, pero en este caso el profesor Wolf le dejó pasar.

- Llegando tarde de nuevo, señorito Brown. - dijo el profesor Wolf mirando por encima de sus gafas.

- Cállese, ni siquiera me ha preguntado el motivo. - Contestó el chico.

- Siéntese y que no vuelva a ocurrir. - Dijo Wolf.

El señor Wolf decidió dejárselo pasar. Me quedé contemplando esa escena mientras intentaba buscar una respuesta lógica a aquello, pero no la había.

- Es su tío... - Me susurró mi compañero del lado.

Vaya ni si quiera me había dado cuenta de que tenía a alguien sentado a mi lado. Asentí con la cabeza tímidamente al chico.

- Soy Mark ¿Y tú? - Preguntó él.

- Ash, encantada.

- Todo un placer. - Sonrió él.

Volví a mirar al chico que acababa de llegar. Se había puesto la capucha y los auriculares para desconectar de la clase. ¿Si lo hiciese yo... también me dejarían? No quería comprobarlo tampoco, al menos, no el primer día.

- No es muy sociable, al menos, no con la gente normal. – Volvió a decir Mark al ver que yo estaba mirando a aquel chico.

- ¿Gente normal? – Pregunté.

- Sí, la gente no popular, ya sabes todo aquello que no pertenece al equipo de la escuela, animadoras y ligues.

- Vaya... no aparenta ser uno de ellos.

- Ya, las apariencias engañan. – Afirmó Mark.

El chico apoyó su brazo encima de la mesa y la cabeza en él. Notó como le estaba mirando y me miró a mí. Enseguida giré la cabeza.

Tal vez tendría que haber disimulado un poco...

Cogí el estuche haciendo ver que buscaba algún bolígrafo. Mark me miró extrañado y le miró a él para poder entender algo.

- Vaya... llamaste su atención pequeña caperucita.

- Oh, vamos... dime que eso no es malo. – Dije con la esperanza de encontrar palabras alentadoras.

- ¿Malo? No lo sé, nunca he intentado llamar la atención de ellos. ¿Conoces a Chase?

- Sí, bueno sé quién es. – Contesté. - Como no saberlo...

- Pues entonces ya puedes hacerte una idea de la clase de personas que son. ¿Todos son iguales sabes? Chulos, prepotentes...

- Idiotas. – Sentencié yo.

- Sí, me lo has quitado de la boca.

- Pero él, parece diferente. – le dije a Mark, mirando de reojo a Brown.

- ¿Diferente? Claro, todos lo son. Hasta que los conoces.

Giré mi cabeza, volviendo a centrarme en la hoja que tenía delante.

- Chase tiene una hermana, no creo que la conozcas, es totalmente diferente a él. – Dijo Mark volviendo a obtener mi atención.

- Soy nueva aquí, no conozco a nadie... - le contesté.

- Podrías venirte un día con nosotros a la cafetería, o luego, para almorzar.

- Estaría bien. – Contesté agachando la cabeza mientras sonreía.

- No te agaches, tienes una sonrisa bonita. – Dijo Mark sonriendo esta vez él.

- Gracias...

Ahora sí, iba a estar atenta a clase. Nada de distracciones.

*****

Proximamente: Maratón!!