* Capítulo 4.3 - Rapunzel solo las puntitas *

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PARTE 3/3

- ¡Te queda genial! - dijo Mark con una sonrisa forzada en su rostro.

- Cállate Mark, llevas diciendo lo mismo de los últimos 20 vestidos. - dije yo mientras reía.

- No me convence... - volvió a decir Ana

- Me probaré el siguiente...

Mark volvió a resoplar.

- ¡37 veces van ya Mark! - grité desde dentro del probador.

- Normal... ¡esclavizado me tenéis! Esto es como una tortura china... - dijo Mark fingiendo que lloraba.

- ¡Que exagerado...! - dijo Ana entre carcajadas

-¿Exagerado? No paro de escuchar lo mismo desde hace 2 horas... Al final acabaré entrando yo también a por un vestido o lo que es peor ¡¡aprendiéndome todas las variedades de los colores!!

Ana y yo empezamos a reírnos tras tal ejemplo.

- ¿No lo entendéis chicas? El vestido rosa es, o rosa fuerte o rosa oscuro... nada de rosa palo o rosa fucsia... - continuó éste desesperado.

- Entonces... ¿Qué te parece este? - dije yo mientras volvía a abrir la cortina del cambiador.

- Dios... - dijo Mark.

- Mío... - acabó Ana.

- E-Estas perfecta. - dijo Mark. - quiero decir... ósea tía ese vestido rojo pasión te queda fabuloso. - continuó este con voz afeminada.

- Ahora te toca a ti. - le dije a Ana.

- Noooooo!! - dijo Mark poniéndose de rodillas mientras estiraba la camiseta de Ana - ¡Tenga piedad señora, se lo ruego! - gritaba.

- ¡Calla Mark! Conseguirás llamar la atención de todos. - le dije mientras miraba a mi alrededor.

- Mejor... así sabrán lo malvadas que llegáis a ser. - dijo el rubio mientras se ponía en pie.

- Vámonos entonces. - dije yo.

- No espera... - dijo Ana - Mark... ¿qué tal un cambio de look? - continuó mirando esta vez el pelo de Mark.

- ¿Que? Espera... no no Ana. La última vez que dijiste eso acabe sin una ceja.

- Mark a todo el mundo le enseñan que cuando se cortan el pelo han de estarse quietos. - dijo Ana.

- Me niego a que me cortes el pelo - dijo éste agarrándose la corta melena que tenía.

- ¿Y qué tal teñirla? - sugerí yo.

- ¿Teñir? - dijo Ana mientras miraba el pelo de Mark - ¡Qué buena idea!

- Ni se os ocurra. - dijo Mark mientras caminaba lentamente hacia atrás. - No tocareis mi melena.

- Oh vamos rapunzel, solo las puntitas - dijo Ana avanzando del mismo modo hacia él.

- ¡Policía, policía! - empezó a gritar Mark por toda la tienda.

- ¡Por el amor de dios Mark, cállate! - le dije yo avergonzada por su conducta.

- Tranquila Ash, esto es lo de cada día. - dijo Ana.

Me dirigí a la caja y pagué mi vestido lo antes posible para que no me emparejaran con ellos.

Al salir, Mark se puso su capucha para que no pudiéramos tocarle el pelo y volvió a retomar la compostura.

Fuimos a casa de Ana, y pasamos allí lo que quedaba de la tarde. Dejé allí el vestido para la fiesta y decidí arreglarme en su casa aquel día.




El perfecto experimento de mi vidaWhere stories live. Discover now