Capitulo uno

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Me asomo por la ventana del avión del primer vuelo de esa mañana. Mis padres han decidido enviarme lejos, a Londres, según dijeron. Proteste. Proteste por horas, pero como siempre, no hubo "pero" que valiera más que su propia decisión. Tenía un empleo, iba a un club diferente todas las noches a tocar con una banda de garaje, y también estudiaba Derecho por las mañanas, tenía buenos amigos en ese viejo pueblo, y a Santiago. Pero ahora no tenía absolutamente nada, más que una beca para intercambio a un reconocido Instituto de Leyes en Londres. Mis ojos se cristalizan por semejante brutalidad de mis padres. ¿Pero qué puedes hacer? Te falta un año para la mayoría de edad , para encargarte de tu propia vida, me repito. Aunque sabía que mi beneficio no era el verdadero pretexto. Lo sabía más que nadie, aunque ellos intentaran ocultármelo. Odiaban de mi absolutamente todo, odiaban que no hubiese adquirido la belleza de mi madre, ni la habilidad de mi padre para los negocios, odiaban que no pude cuidar de mi hermano cuando lo necesito y odiaban mi gusto por la música. Era una aberración para la familia, algo digno de esconder. Y por eso, era enviada hacia ese lugar, a duras penas y pude traer conmigo la acústica.

El vuelo parece largo, insípido, eterno. Recuerdo las películas donde los aviones se estrellan, y me pregunto si mi vida es tan miserable como para que me toque la suerte, pero eso es improbable, no hay turbulencias, ni amenazas de bomba, no hay nada que alarme a la gente y nos ponga los pelos de punta.

La mujer de traje azul y esbelta nos indica que estamos a punto de descender, y el piloto por el altavoz nos da una cálida despedida y una bienvenida a la ciudad. Siento que sus palabras fueron más sinceras que las de mis propios padres al verme marchar por el túnel del aeropuerto.

Recuerdo las indicaciones de ambos con claridad, o al menos eso creo. "Una mujer llamada Lisa Fellon esperara por ti en la terminal, la reconocerás de inmediato, es mayor, rubia y muy educada" características muy comunes en una ciudad como esta, mi mente suelta con ironía.

Arribo con mi equipaje en mano, y echo un rondín con la mirada, pero todas son rubias, todas parecen educadas. Entonces logro ver algo más, un letrero blanco con mi nombre en un tinta negra " ______ Hardwick", la mujer no parece verme, es mayor, parece educada e indudablemente es rubia, aunque esas canas consumen el poco amarillo de su cabello. Me acerco y le sonrió, tarda en procesar la idea, entonces sonríe abiertamente y se abalanza hacia mí con mucha enjundia, ahora la sorprendida soy yo y tardo en corresponder el abrazo, pero lo hago.

-¡Gracias a Dios, llegaste! -Dijo con entusiasmo mientras colocaba sus manos sobre mis mejillas, apreciaba cada rasgo de mi cara con detenimiento, me incomodo, no quería que notara los múltiples imperfectos que tenía y que había intentado reparar muchas veces.

-Me alegro de encontrarla Señora Fellon. -Respondo intentando sonar amable, ocultar esa tristeza y enojo que me consumían por estar ahí.

-¡Dime Lisa!, soy la Directora de Instituto por cierto, aunque no soy muy rígida como suelen decir, hay muchos rumores sobre mí en el Instituto. No los creas todos, cariño. -Dice sonriente y de manera rápida, más información de la que necesito, me digo . Asiento con simpatía, parecía una mujer muy agradable. Antes de que pudiera pronunciar una palabra más, me interrumpe- Salgamos de aquí, hay un auto esperándonos que nos llevara allá.

Tome las maletas, ella me ayudo con una, me negué, pero ella se negó más, mujer incansable, pensé. El auto negro estaba aparcado a unos cuantos metros de la entrada, un hombre se incorporó después de haber estado recargado sobre la puerta del copiloto, corrió hacia nosotras y dejo el equipaje dentro de la cajuela. Eventualmente abrió la puerta trasera para dejarme subir, Lisa lo hizo después.

Nunca más extraños (Jon Bon Jovi)Where stories live. Discover now