Capítulo Diez.

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El Profesor Bongiovi esboza una sonrisa cuando termino de hablar, me rió por su ocurrencia y él lo hace también después de unos segundos incapaz de resistirse por un momento más. Estalla a carcajadas.

-Tu risa es contagiosa... -suelta con una voz entrecortada y sigue riendo.- Ya calla, o me explotara el estomago.

Jalo todo el aire que mis pulmones pueden retener e intento tranquilizarme, dejo de reír poco a poco, pero de la nada, y como cosa hecha apropósito reviento en carcajadas nuevamente. Escucho las risas del Profesor y veo como se cubre el rostro enrojecido.

-Estás haciendo que me arrepienta de haberte contado eso. -se rostro esta colorado como un tomate.

-Francamente Profesor...-me rió- nunca debió hacerlo.

-No pensé que... ¡por Dios!, ¿estás colorada y llorando? -se espanta- Romperás tu cajita de la risa.

Me rió un poco más y me cubro el rostro, respiro hondo y elevo la vista, logro ver por sobre su hombro, la cafetería ha empezado a llenarse y dejo de reír abruptamente, mi semblante se endurece y el recuerdo del Profesor Sambora me atropella. Abro los ojos inmensamente y siento el terror, la adrenalina correr por las venas.

-Debo volver -me incorporo en un movimiento y salgo disparada hacia la banca de la que nunca debí despegar mi trasero.

El aula se encontraba vacía, y el pasillo empieza a estar desierto otra vez. Mis piernas flaquean y siento que empezaré a sudar frío. No había sido mi intensión...

- No sé quién te crees que eres -la voz de Sambora retumba en la desolación- y tampoco me interesa... pero lo que si es mi problema, es que trates de verme la cara de idiota.-su voz amenazante me estremece. Mis manos las aprieto en puños intentando tomar fuerzas y valentía. De verdad que no había sido mi intensión, yo quería volver...-Estas empezando a molestarme Hardwick.

Bajo la mirada, separo los labios para hablar, así que lo miro nuevamente intentando lucir un semblante duro, impenetrable.

-Lo lamento, Profesor. No fue mi intención hacerlo esperar...-digo con un tono inflexible, rígido, pero me quedaba bien claro que las apariencias engañaban, porque justo ahora mis pies estaban apuntando hacia un lugar distinto, dispuestos a salir disparados cuando el peligro se volviera gigantesco.

Richie Sambora resopla con burla, ríe como si lo último que dije hubiera sido un chiste barato.

-¿Tu...arrepentida?, ¿disculpándote?, creo que estas de broma -se burla.

Niego con la cabeza.

-No lo es. Estoy disculpándome en serio. Usted gana...

-No, no intentes darme por mi lado, Hardwick. -camina un paso hacia mí, su aliento se estrella contra mi rostro y la amenaza se vuelve mayor- ¿A dónde fuiste?

-...A la cafetería -suelto después de meditar la respuesta, no encontré nada mejor que decir y tampoco quería sumarle a esta situación más problemas al mentir, ¿qué diría? "Me sentía fatal y fui a la enfermería", "Quería ir al baño y demore dos horas". Al menos sería honesta esta vez.

-¿La cafetería? -entona con burla- ¿De verdad? -se ríe- ¿Y que había allá tan importante como para desobedecerme? -sus ojos cafés se clavan en mi, y la sensación es como si te pillaran en un acto ilícito, con las manos en la masa.

-Nada -murmuro

-¿Perdón, acaso dijiste algo? -se coloca la mano en la oreja derecha y se inclina hacia mi.

-Dije... NADA. -repito, la sangre había empezado a hervirme.

-Así que no había nada importante allá, pero decidiste ignorarme y marcharte porque para ti todo es un maldito desafío... ¿o me equivoco?

Nunca más extraños (Jon Bon Jovi)Where stories live. Discover now