ABSOLUTION | Kaisoo

Capitulo 15 "Enamorándome de la víctima"

Sus pies terminaron de recorrer el pasillo del sótano, había tan poca iluminación que apenas pudo reconocer la figura de Jongin, acostado en esa colchoneta, estaba encogido de costado como si luchara contra el frío que se colaba por esas frías paredes. Sus muñecas sujetas a las esposas ancladas en la pared y su pie derecho atado a una cadena en el suelo. Tenía una venda que tapaba sus ojos y su respiración era lenta. La posición en la que se encontraba era con su espalda en la pared y su cabeza metida entre sus piernas.

Kyungsoo siguió caminando hasta detenerse delante del menor poeta, al parecer este no se había percatado de su presencia, había entrado con mucho sigilo para que no despertara.

Kyungsoo había deseado tantas cosas en su mala-vida, solo por puro capricho, rodeado de vicios, de peligro y delincuencia. Jamás su corazón había latido tan fuerte como en ese momento, es una mezcla de adrenalina y nervios. El resultado era una sonrisa. No quería su apreciada libertad en el exterior, el había encontrado una propia libertad con solo ver a Jongin.

Se puso de rodillas, observando su rostro de Jongin, las vendas apretaban sus ojos sin dejarle absolutamente nada de visión. Kyungsoo se atrevió sin decir nada más, sujetar ese rostro entre sus manos y se acercó a besar sus labios, inclinando su cabeza para adoptar una mejor posición.

Basto aquello para que Jongin diera un respingo, despertándose, pero no se inmuto había reconocido esos labios en cuestión de segundos apenas sin ver.

Kyungsoo pasó sus manos por sus mejillas hasta llegar a sus vendas, desatando con sus dedos como podía dejando cortos besos por esos abultados labios ahora húmedos.

— ¿Sabes algo, mocoso? —habló en un suave susurro, rozando su nariz a la del menor—Esposado y con esas vendas, se te ve como imagen de película porno. Aunque eres muy niño.

Kyungsoo acariciaba sus ojos a través de la venda. Jongin al escucharlo mostró una sonrisa de medio lado, moviendo su cabeza a pesar que aun no veía nada.

—Ya tengo dieciocho años. Soy mayor. Puede hacer lo que quiera.

— ¿De qué serías capaz? —preguntó suavemente, rozando sus labios con los del menor.

—De tenerte gimiendo mi nombre boca abajo.

—Vaya...con el niño. —Kyungsoo enarcó una ceja. No iba a negar que solo escuchar sus palabras había calentado el ambiente.

—Quítame las vendas, quiero verte. —exigió buscando sus labios levantando la cabeza, sin saber a dónde estaba el rostro de Kyungsoo. Suspiró. Lo deseaba también.

— ¿Qué me das si te las quito, poeta? —paso un dedo por sus labios en forma circular

—decirte un poema a besos.

—No seas fantasioso—Jongin volvió a sonreír, ofuscado porque sus manos estaban atacados y al parecer deseado en profundad tocar al mayor como podía. —No es eso posible, niño.

—Todo es posible, labios corazones ¿Te lo demuestro? —ese chico tenía un tono de voz tan sensual cuando quería. Kyungsoo entendía como empezó a perder la cabeza por él.

No se pudo resistir y volvió a unir sus labios con los de Jongin, saboreando cada parte de su labio inferior como si de un dulce se tratara, podría estar horas besándolo y jamás se cansaría. Estaba de rodilla pero sus muslos estirados, revoloteando sus cabellos con sus manos, metiendo sus dedos en sus hebras marrones desordenándolo completamente. Al separar sus labios por falta de aire en sus pulmones, metió las manos dentro de su bolsillo para sacar las llaves y así paso a sacar las esposas que encerraron las muñecas de Jongin, pasó sus manos acariciando sus manos.