Seras Solo Mia

¿Me concede este baile?

Trent la miraba de cerca, cada parte de su cuerpo, cada curva, toda su piel... lo volvía loco. Estaba rojo, se había dado cuenta de que su 'amigo de abajo' estaba algo...ya saben. [Maldición ¡como puede ser que la desee tanto! ¿Ahora como me escapo de esta?] se dijo a sí mismo.

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Yo: Te pregunte algo Trent...-dije algo enfadada-
Trent: Eh...sí...el agua esta muy linda...-murmuró incómodo-
Salí a la superficie y me acosté a tomar sol. Sentía su mirada clavada en mi, aunque no quisiera admitirlo eso me incomodaba bastante, pero tenía un objetivo claro, un plan más que armado, y no dejaría que nada lo arruiné.
Trent estaba algo inquieto, no paraba de sumergirse en el agua y quedarse minutos bajo ella, sabía que algo más le pasaba. [Ojala que este funcionando... estoy usando toda mi artillería] pensé.
El salió del agua y enseguida pude notar lo que sospechaba, la entrepierna de Trent estaba algo endurecida. Se tumbo a mi lado y la temperatura me subió momentáneamente.
El pudo notar que estaba algo incómoda y rojo me dijo: Lo siento... es que...
Yo: No te preocupes... esta bien... -sonreí-
Trent: La pasé muy bien contigo hoy -dijo cambiando de tema y relajándose más, superando su pequeño inconveniente-
Yo: Yo también... eres un buen amigo...tratemos de llevarnos mejor -le insistí chistosa-
Trent: Sabes...eres distinta -dijo casi atravesándome el cuerpo con sus ojos-
Yo: ¿Que dices? -lo mire algo embobada-
Trent: No eres como las otras chicas, eres divertida, no te importa lo que digan los demás, sabes como hacer reír a un chico, nunca mientes ni te maquillas, pero aún así... eres guapísima. Lo eres. Eres tremenda, increíble, absolutamente bella -largó un suspiro-
Yo: Tu también eres hermoso...digo...que...tu sabes...me refiero a que no eres feo -tartamudeé- [Que idiota que soy!] me grité por dentro.
De un momento al otro, sorpresivamente comenzó una tormenta. Y así, riendo como dos inconscientes, empapados como estábamos, le brindamos a la naturaleza una muestra de danza, o bueno, algo así.
Trent: ¿Me concede este baile? -dijo realizando un gesto con sus manos-
Yo: Claro que sí señorito -dije divertida y los dos reímos-
El me rodeo lentamente con sus fuertes brazos y yo los coloque detrás de su cuello, dedicándole tiernas caricias mientras bailábamos lento. Trent me apretó más contra su cuerpo y comenzo a cantarme en el oido. Me deleitaba con su hermosa voz, nuestros cuerpos encajaban a la perfección, como si hubiéremos sido piezas de rompecabezas en otra vida.
Nos mantuvimos un largo rato en silencio, el era la única persona con la que los silencios no eran incómodos, sino hermosos, pero no todo iba a salir como en una película, si todo fuera genial no habría historia alguna que contar. Fuertes relámpagos se hicieron oír en el parque, despertándonos de nuestro ensueño nos cambiamos rápidamente y corrimos hacía las afueras del lugar para dirigirnos a la mansión.

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Al llegar nos sorprendimos al ver que los chicos esperaban espiando por el ventanal del frente, eran tan tiernos, no se querían perder nada de lo que hubiese pasado en aquella cita.
Scott: Y... ¿como les fue? -dijo sonriendo con entusiasmo-
Yo: Muy bien -le contesté misteriosa-
James: Ya veo...su ropa esta mojada -frunció el ceño- ¿que cosas hicieron?
Yo: ¡Nada de lo que crees! -le golpeé el brazo-
James: Solo es una broma...-dijo riendo- Oh al menos eso dicen ustedes -insinuó algo-
Trent: Ya basta -dijo cerrando la puerta principal-
Nos sentamos en frente a la chimenea y comiendo snacks de queso continuamos hablando.
Luke: Chicos, ¿Recuerdan que mañana tenemos la fiesta, no? -levantó el ceño-
Connor: Cierto...la pasaremos genial -asintió pícaro-
Yo: ¿De qué hablan? -pregunte sin entender-
Trent: Mañana iremos a la casa de Chris, tu puedes venir -dijo mirando el suelo-
Yo: Ok... ¡llamaré a Jake! -fingí emoción observándolo de reojo -
Trent: ¡Genial! -dijo irónicamente moviendo sus manos. Provocando que los demás chicos rieran-
James: No se ustedes...-dijo entre un bostezo- pero yo estoy muy cansado y quiero reponerme para mañana a la noche, me iré a dormir -dijo el moreno subiendo la escalera y saludando con la mano-
Los demás nos quedamos en la sala casi dos horas más y luego caímos rendidos frente al cansancio y decidimos irnos a dormir.