La búsqueda sigue en pie

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Y Trent no mintió, porque en menos de cuarenta y ocho horas llegaron a donde suponían que estaba ella.
El tiempo transcurría.Era un país distinto para los cinco chicos, pero tenían un objetivo muy claro, querían encontrarla.
Estaban trabajando más juntos que nunca, ni siquiera discutían o se peleaban; porque todo comparado con Mels era insignificante.
Días y días recorrieron las ciudades y sus rincones; cada plaza, cada iglesia, hasta cada casa, sosteniendo una foto de ella y preguntando si la conocían.
Fueron tantas veces las que estuvieron a punto de rendirse, pero Trent insistía, porque sabía, algo en lo más profundo de su alma le decía, que ella estaba en aquel lugar.
Marchaban de hotel en hotel, se hospedaban alrededor de dos semanas en cada uno, con el propósito de buscar y escudriñar en todo sitio. Aunque todas las veces acababan con las manos vacías, y tenían que volver a empezar de cero.
El verano, otoño, invierno y primavera se fueron con el viento, arrebatándoles las esperanzas una por una. Pero cuando estaban por caer, el tenaz recuerdo de Mels los hacía levantar. Porque un tropezón, no era caída.
Muchas noches ella lloraba en silencio, con la incertidumbre de si él la estaría buscando; y rezar era lo único que le quedaba. Rezar por él.
Los momentos difíciles por los que estaba pasando le ayudaron a darse cuenta de lo infinitamente rica y hermosa que era la vida, y que hay cosas por las que uno se preocupa que no tienen ninguna importancia.
Unos meses atrás, se había dicho en su fuero interior, que no sería complicado olvidarse de ese perfecto joven, pero jamás había estado más equivocada en su vida. Cada vez era más fuerte el sentimiento, la necesidad de tenerlo cerca.
En incontables momentos la invadían ganas de entrar por la puerta de siempre, la enorme puerta de aquella hogareña mansión en Londres, de verlo allí, tan solo sentir su presencia.
Le parecía que había sido ayer cuando entró por primera vez a través de esa puerta. Porque allí se sentía tan protegida de todo y de todos, sus miedos se desvanecían cuando el simplemente la abrazaba en la cocina, en la sala, o en el dormitorio.
Pero aguantaría, no pensaba rendirse hasta olvidarlo.
Lo que no imaginaba era que Trent circundaba tan cerca. Y ni muerta se le iría a pasar la idea de que él no se había relacionado con ninguna chica después de ella.

*Dos años más tarde*
Mis pensamientos se remontaban a otros lugares mientras desfilaba los dedos sobre la mesa, aquella madera era más interesante que el profesor al hablar, porque la verdad era: ¿a quién le importaba tener clases en plena tarde?
Creo yo que a nadie. Pero aún así tenía que permanecer toda la hora sentada en aquel incómodo pupitre, sin siquiera prestarle atención.
Tan distraída estaba que hasta que todos se fueron no me di cuenta de que se había acabado la materia, pero yo estaba demasiado enajenada en mis ideologías.
Apresuradamente me levanté del asiento y junto a mi perro me encaminé hacia la salida. Por suerte solo faltaban un par de días para que mis clases en el Instituto terminaran. Al fin me graduaría.
Ansiaba tener todas las vacaciones para quedarme encerrada en mi habitación escuchando algo de música, así podía olvidar todos mis problemas. Igual nunca lograba olvidarme de todo.
Abrí la puerta de casa despreocupadamente. Sí, estar ciega no había resultado tan difícil con el tiempo, y se había hecho racionalmente llevadero.
No había nadie. Dejé mis cosas sobre la cama.
Después de quitarme toda la ropa me di una reparadora ducha fría. Me sentía demasiado bien debajo del agua.
Pero no pude permanecer allí mucho tiempo, ya que tenía una cosa muy importante que hacer. Como todos los años, la academia hacía un baile de graduación. Cuando era chica solía ayudar a preparar todo, aunque no asistía al Instituto, pero consideraba a mucha de la gente de allí, mi familia.
Y este año tenía planeado volver a hacerlo. Había elegido ser una de las organizadoras, otra vez, y eso me tenía muy entusiasmada.
Ya quería llegar a aquel hermoso y único lugar. De seguro estaría tan perfecto como en el último momento en que lo había visitado.
Me vestí ágilmente y cerré la puerta con llave.
Tomé un taxi, y llegué bastante rápido. Cuando bajé, me encontré con dos fuertes brazos que me envolvieron de forma maternal. Y sí, tenía que ser ella.
Olga había sido como mi abuela desde los tres años; siempre estaba para mi cuando la necesitaba. Me gustaba visitarla y jugar a las muñecas junto a ella. Constantemente me contaba historias y compartí con ella la mayor parte de mi infancia. Olga fue la que me incentivó a cantar, la que me mostró lo mágica que podía llegar a ser la vida.
Y con ella, como en los viejos tiempos, aprontaría todo para el baile.
Hablar fue poco, porque se nos fue la tarde y acompañándola, la noche. Le conté todo de lo que se había estado perdiendo. Mientras, a la misma vez en la que platicábamos, ordenábamos y decorábamos aquel precioso y gigantesco salón.
Cuando al fin terminamos -a altas horas de la madrugada- le pedí que me acompañase al jardín de aquel sitio.
Apenas salí, fue como volver a ser niña otra vez. Ese lugar me llenaba de paz y tranquilidad. Lo recordaba a la perfección, y aunque no podía verlo, podía sentirlo.
Yo: Dime que sigue siendo tan magnífico como siempre -le rogué mientras aspiraba el aire puro-
Olga: Claro que sí, linda. Está como la última vez que lo viste -me dijo-
Mi memoria nunca fallaba. El extraordinario jardín estaba lleno de flores amarillas, naranjas y blancas, adornado con cintas y lazos de seda, que colgaban sobre los numerosos tipos de arbustos. La extensa fuente se hallaba en el medio del edén y estaba rodeada de faroles. Resplandecía con las luces sobre las plantas y la parte más hermosa, sin duda, era el preciso lugar en el que estábamos paradas. Era una especie de techo, pintado de amarillo, desde ahí se podía observar todo. Tenía largas barandas. En las películas era el lugar en donde los enamorados siempre bailaban, así de bonito era.
Lo que no me imaginaba era que en menos de veinticuatro horas, estaría precisamente allí, pero acompañada.
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*Hola niños y niñas como estan? Les gusta la novelaa? Estoy pensando en hacer una maraton de 3 capitulos seguidos que les parece?.comenten :*

* Este capítulo va dedicado a mis mas fieles lectoras que siempre comentan :
♡JulietaOrianaAguayo
♡priiailen
♡StefaniaRamirezGiral

*Besitos y gracias por leer :*

Seras Solo MiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora